❀ Capítulo 06

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Jimin miraba con desdén a Taehyung desde su mostrador. El chico había insistido de nuevo en volver a visitarle y al Omega no le dio tiempo a cerrar las puertas del local cuando el más alto ya se encontraba dentro oliendo algunas flores.

Entonces, un estruendoso estornudo llamó su atención. Fijó su mirada en el Alfa y rió el verle estornudar un par de veces más mientras volvía a colocar en su sitio la flor que llevaba en su mano. Esas flores que colocó Jimin hace a penas minutos antes de que el otro interrumpiera su horario laboral.

— ¿Qué flores del diablo son estas? —Lloriqueó sobando su nariz—. Creo que soy alérgico a ellas.

Demonios, esa idea que se la pasó a Jimin por la cabeza en ese instante era demasiado perversa para un dulce y amoroso omega como él era.

Se acercó al más alto y lo apartó de sus flores favoritas de un tirón en su sudadera.

— Aléjate de ellas, inútil. —Masculló—. Son Spireas, mis flores favoritas.

— Spi... ¿qué?

— Taehyung. —Le llamó—. Por favor, déjame trabajar. Las personas que pasan por el local se van enseguida tras notar que estoy entretenido, y quieras o no, afecta a mi negocio.

— ¿Estás echándome? —Jimin asintió.

— Así que ahora, por favor, te pido amablemente que te vayas y fastidies a tus amigos, suficiente ración de Kim Taehyung tuve durante estos últimos días.

Taehyung estaba dispuesto a quejarse, su ceño se frunció y abrió su boca en disgusto. No obstante, la puerta del local se abrió de nuevo y Jungkook apareció por ella.

— Taehyung. —Le llamó—. Yoongi está buscándote, habla sobre algún trabajo en común de la universidad o algo así.

— Ugh... ¿siempre tienes que venir a joderme en el mejor momento? —Masculló.

— ¡Pero si te estaba echando, pesado! —Bufó Jimin. Miró a Jeon con mirada suplicante—. Sácalo de aquí, por favor, no me deja atender a mis clientes.

— Ya escuchaste al chico, Kim. Vámonos. —Miró a Jimin—. Disculpa a mi amigo, es algo dramático y pesado, pero te aseguro que es normal.

Jimin rió al ver la perfecta actuación de Jungkook, como si no se conocieran o como si ayer por la tarde hubieran estado durmiendo juntos.

— Volveré. —Afirmó Taehyung mientras salía por la puerta. Jungkook negó con la cabeza y esperanzado porque el chico no se girara y preguntara el por qué se quedaba ahí, se permitió sonreírle al Omega.

— ¿Qué tal tu día?

— Bien, quitando el hecho de que Taehyung ha estado molestándome media mañana, todo bien. —Rió—. ¿Cómo han ido tus clases?

— Aburridas. —Se encogió de hombros y miró el lugar, observando como muchas más flores le decoraban. Miró las flores nuevas y se percató en las pequeñas blancas que decoraban la estantería cerca del mostrador—. ¿Esas son nuevas? Lucen hermosas.

Se acercó, sin siquiera rozarlas, y olfateó su olor por encima, sonriendo en satisfacción.

— Huelen increíbles, ¿verdad? —Jungkook asintió mirando al rubio—. Son mis favoritas, Spireas. Te dije que te las mostraría cuando llegaran, pues... aquí están. Creo que Taehyung es alérgico a ellas, punto a mi favor.

— ¿Y por qué no le lanzaste una a la cara?

— ¡Estuve a punto de hacerlo cuando llegaste! ¡Es horrorosamente agobiante ese chico! —Jungkook rió escandalosamente—. ¡Que no te rías, no hace gracia, Jungkook!

— Perdóname, nene, pero no puedo evitar reírme al verte tan enfadado con Taehyung. Creo que esa va a ser mi faceta favorita tuya a partir de ahora.

Jimin se alzó sobre el mostrador para darle un golpe en su pecho, pero terminó resbalando y acercándose al suelo más de lo que debería. Jungkook le agarró de sus hombros y lo sostuvo mientras reía divertido.

— ¿Dónde ibas, Superman?

Ya no sabía si el rubio estaba sonrojado por la timidez o por el enojo que llevaba encima, así que paró su risa y le acarició el perro cual cachorro.

— ¿Esta tienda es tuya? —preguntó cambiando de tema antes de que el malhumorado Omega frente a él dijera algo.

Jimin mordió sus labios y jugueteó con sus dedos. Negó.

— Siempre trato al local como si fuera mío, en parte lo es, pero solo soy un empleado. —Se encogió de hombros—. La floristería es un regalo de mis padres a mi hermano mayor. Le hacía mucha ilusión desde pequeño, pero cuando decidió irse fuera del país a terminar sus estudios, la responsabilidad cayó en mí.

— ¿Tú... no estudias? —Jimin negó, bajó su mirada avergonzado.

— Los estudios no van conmigo, por más que lo intente siempre logro fracasar. Es un don, así como distinguir miles de olores de flores.

Jungkook sonrió ante lo tierno que se vio y apretó una de sus mejillas.

— Estoy seguro que serías capaz de todo, pero todo le tiene miedo al éxito. —Rió. Park acabó sonriendo por esa ridiculez—. Yo no tengo hermanos, pero tengo un primo que es como si lo fuera. Nos llevamos bien aunque seamos tan distintos, ya sabes, yo todo de negro, serio y misterioso y él de muchos colores, amable y carismático. Me ayudó bastante tras la muerte de mi madre, así que aunque no seamos hermanos, nos tratamos como tal.

— Me encantaría conocerlo. —Admitió el rubio.

— Estoy seguro de que os llevaríais fenomenal, y además no tendrías que preocuparte si intenta ligar contigo porque es Omega.

Esta vez, la mano de Jimin sí impactó contra el hombro de Jungkook.

— Auch, idiota, eso dolió. —Fingió. Jimin le miró de forma amenazante y calló—. Vale, lo siento. ¿Podría conseguir tu perdón si te llevo algún día a conocerlo?

— ¡Mañana! —Asintió entusiasmado.

Jungkook asintió perdido en su sonrisa.

— Mañana. —Afirmó, segundos más tarde se dio cuenta de lo que estaba diciendo—. ¡Mañana no! ¿De qué estás hablando?

— Ya aceptaste, Jungkookie.

Jungkookie.

Flowers Boy ❀ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora