❀ Capítulo 45

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Cuando el tercer día llegó para la pareja, Jimin despertó consciente y feliz entre los brazos del Alfa, quien le arrullaba a su pecho. Era su último día de celo, y aunque no estaba tan necesitado y volvía a él mismo, sus feromonas parecían ir yendo en reducción.

Bostezó estirando los brazos y abrió sus ojos con lentitud para observar al menor. Su pecho desnudo y calmada respiración le alertaban de que habían tenido días muy movidos anteriormente. Llevó su dedo hasta su rostro y perfiló cada cicatriz y marca convirtiéndola en perfecta.

Ahora recordó que los últimos minutos en los que estuvo consciente, el Alfa aún no daba señales de vida, y se preguntó cómo o cuándo es que llegó en su rescate.

Jungkook gruñó entre sueños como un cachorro pequeño y cuando sus labios fueron tocados por los dedos del más bajo. Jimin rió en silencio y se acurrucó de nuevo en sus brazos provocándole cosquillas por sus rebeldes cabellos.

— Uhm... —Jadeó el Alfa inhalando las feromonas en el aire y enterrando su rostro en su cuello.

Jimin entonces se dio cuenta de que algo molestaba y le causaba placer cuando Jeon besó esa zona con delicadeza. Llevó su mano hacia su cuello y palpó superficialmente la merca que ahí se conservaba intacta y mimada por el de cabellos negros. Sonrió en grande y suspiró como enamorado, girándose y enfrentándose a Jungkook de nuevo.

— Oye, bebé. —Le llamó juguetón—. ¿Estás despierto?

— Es muy temprano para mimos, Jiminie. —Logró formular entre sueños. Jimin rió bajito.

— ¿Prefieres que Jiminie vuelva? Vaya, es una ofensa para mí que prefieras a mi lobo antes.

Ante eso, Jungkook abrió sus ojos inmediatamente viendo a Jimin recuperado frente a él y se aproximó hasta besar sus labios de manera lenta y sensual. Park jadeó cuando succionó su labio inferior y más tarde lo mordió.

— J-Jungkook... —El Alfa estaba tan concentrado en devorar su boca que casi no le dejaba respirar. Tomaba sus labios una y otra vez, enredando su lengua con la contraria—. Jungkook... enserio, necesito una ducha, me siento del asco.

El Omega rió luego de soltar esas últimas palabras y Jungkook se posicionó sobre él sin darle tregua, tocando su cuerpo y acariciando su piel en las partes más erógenas de ésta, posicionándose sobre él. Enterró su rostro en el cuello del peligris y succionó con ganas dejando una marca grisácea y temporal.

— Jungkook. —Gimió—. Enserio... ven conmigo, pero déjame salir de aquí.

Jeon reaccionó entonces, con su iris casi por completo rojo. Lo sujetó de sus piernas y lo alzó, haciendo que el Omega las enredara en su cintura para un buen soporte. Se besaron de nuevo mientras Jimin se sujetaba de su cuello y Jungkook caminaba por el largo pasillo. Ambos desnudos y rozando sus intimidades, gimiendo por el roce y dejando largos suspiros en la boca contraria.

Cuando por fin llegaron al baño, Jungkook entró en la ducha directamente y nada más la encendió, empotró a Park contra los fríos azulejos para poder besarle a gusto a la vez que seguía sujetando sus muslos.

— Alfa... —Jadeó Jimin acariciando su rostro—. Métela, por favor, por favor.

Jungkook no puso obstáculos a ello y posicionó la punta de su miembro en la entrada del Omega para entrar en un solo golpe, haciendo sollozar a Jimin. Pronto comenzaron los vaivenes y los chasquidos entre pieles, el lubricante natural de Jimin esparciéndose por sus piernas y las embestidas siendo cada vez más certeras y rítmicas.

Fue entonces, minutos después, que ambos se corrieron gimiendo el nombre del otro y Jungkook volvió a renovar la marca produciéndole un alargado orgasmo al mayor. Éste acarició sus cabellos mojados y dejó un beso en su nariz cansado y con una sonrisa satisfecha en su rostro.

— Taehyung te ha estado llamando al teléfono durante todos estos días. —Informó—. Deberías hablar con él.

Park asintió y enjabonó sus manos para luego pasarlas por el cabello ajeno y masajear su cabeza con dedicación. Luego, fue Jungkook quien hacia eso en los cabellos de Jimin y más tarde con sus cuerpos. Cuando salieron envueltos en una toalla cada uno, Jungkook se sentó en la cama esperando a que el Omega terminara de vestirse.

— Me gustaría hablarte sobre el por qué de mi ausencia. —Habló mirando al suelo—. ¿Recuerdas que cuando me vendiste las primeras flores te dije que mi madre murió y esperaba que mi padre estuviera también del mismo modo? —Jimin asintió—. Pues no lo está. Él es un drogadicto, maltratador, violador y abusivo del alcohol que solo ha estado jodiéndome la vida desde que nací. Siempre quise ser un Alfa fuerte y grande para proteger a mi mamá y sobre todo ser bueno, al contrario que él. Y lo hice, pero mi actitud a veces se confundía con la de un Omega y él me llamaba muchas cosas hirientes, Jimin...

El Omega dejó de vestirse para sentarse a su lado y tomar su mano apoyándolo.

— Mi padre, si es que le puedo llamar así, volvió a mi vida hace a penas dos semanas más tarde de que dejáramos de vernos. Estuvo como tres años sin saber de mí, desde la muerte de mamá. Ahora volvió porque no le queda dinero para sus drogas y alcohol y me busca constantemente amenazándome con cualquier cosa con tal de que le pague sus abusos. —Suspiró—. La última vez, Hoseok me llamó escandalizado porque había descubierto mi antiguo departamento y había entrado para sacar el máximo provecho de ello. Había roto desde la puerta principal hasta el marco de fotos de madera que colgaba en la pared, una foto se Hoseok y mía. Estuve por días tratando de sacarlo y al fin cuando pude hacerlo me llamaste porque entraste en celo. —Frunció sus labios—. Quiero que me prometas que si en algún momento desaparezco de nuevo, no me buscarás. Puede ser muy peligroso para ti que se entere de que tengo un Omega. Puede hacer cualquier tipo de daño con tal de sacar dinero.

Park le miró preocupado, pero asintió.

— Lo prometo, Jungkook. —Besó el torso de su mano—. No me quiero separar de tí, pero entenderé si quieres alejarme cuando algo más ocurra.

— Él ronda por la ciudad en estos instantes. —Advirtió—. No sé que hacer para sacarlo de mi vida finalmente.

— Todo se solucionará, bebe. —Sonrió el rubio y acaricio su mejilla. Jungkook le copió la sonrisa.

— Gracias. —Miró sus ojos—. Creo que sería mejor que llamases a Taehyung, debe estar preocupado.

— ¡Oh, es verdad! —Casi salió corriendo en busca de su teléfono. Jungkook rió.

— ¡No olvides tomar la pastilla!

Flowers Boy ❀ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora