❀ Capítulo 20

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Cuando Jungkook despertó, la cama se encontraba vacía a su lado y el sol entraba haciéndole doler sus ojos. Frunció el ceño al tratar de encontrar a Jimin por algún lado, sin embargo, no había rastro del chico de las flores por la habitación.

Tragó al sentir su garganta seca ante el pensamiento de que quizás lo sucedido la noche anterior hubiese sido un sueño poco usual, pero enseguida recapacitó al fijarse que aquella habitación a tonos pasteles claros, no se parecía para nada a la suya casi gris.

Escuchó entonces un suave tarareo desde algún lugar del apartamento y buscó por el suelo sus pantalones para posteriormente colocárselos y salir en busca de la leve melodía.

Encontró a Jimin haciendo el desayuno en la cocina, con el reproductor de su teléfono a su lado y bailando movimientos sutiles a la vez que acompañaba a la música con su voz.

I could make it better... —Tarareaba tranquilo y contento—. I could hold you tighter...

Jungkook se apoyó en el umbral de la puerta y le miró con ojos soñadores. Aún no podía creer cuanto quería a ese Omega, y mucho menos que él le quisiera de vuelta.

Después de eso... ¿qué venía ahora?

Tal vez... ¿le invitaba a otra cita y le pedía formalmente ser su novio?

¿O esperaba un poco más?

Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando Jimin se dio cuenta de su presencia y giró a verle con una sonrisa. Llevó sus dedos manchados de sirope a los labios del Alfa y no esperó a mancharlos y segundos más tarde besarle de forma suave.

— Uhm, delicioso. —Saboreó. Jungkook miró al suelo avergonzado y relamió sus labios quitando lo restante de dicho dulce—. ¿Cómo has despertado?

Jeon lo pensó.

— Abriendo los ojos, como todas las personas normales. — Rió, Jimin golpeó suavemente su hombro—. Ahora enserio, he dormido muy bien porque tu cama es muy cómoda y me gusta abrazarte, pero me sentí frío al despertar solo sin ti junto a mí como esperaba.

Jimin abultó sus labios sintiéndose culpable.

— Desperté hace apenas minutos antes que tú y quise hacerte el desayuno.

Su mirada barrió por completo el cuerpo del Alfa, aquel que se encontraba descubierto de cintura para arriba, dejando su torso al aire por haber tenido pereza de buscar su camisa por el suelo de la habitación.  Se mordió sus gruesos labios y ladeó la cabeza sonriendo ante las vistas de los perfectos abdominales del chico frente a él.

—  Mis ojos están más arriba, nene. — Su voz sonó dura y grave. Jimin sonrió coqueto y besó sus mejillas sonrojadas.

— Espérame en el sofá, llevaré el desayuno enseguida.

— ¿Necesitas que te ayude en algo? —El Omega negó sorprendido, algo que le inquietó fue que Jungkook se ofreciera a ayudarle cuando, como decía su madre, los Omegas estaban para servir y cuidar la casa y los Alfas mantenían a la familia.

Jungkook se encogió de hombros con un mohín en sus labios y fue a esperarle a la sala. Pocos minutos después, el rubio aparecía con pancakes y leche de banana como al pelinegro le gustaba.

— ¡Leche de banana! —Exclamó como un niño pequeño—. ¡Te has acordado de aquel día!

Jimin se acercó y dejó un beso en su frente, Jungkook casi le arrebata la caja de cartón entre sus manos.

— Despacio, fiera, tengo mucha más de esas que solo te daré si las tomas con paciencia. —Jungkook asintió eufórico.

Park rió para sus adentros y quiso morir de ternura ahí mismo por el chico a su lado. Y recordar que ayer en la noche estaba embistiénd... ¡fuera pensamientos indecentes en el desayuno!

Negó con la cabeza y Jungkook le miró sin entender. El rubio le sonrió.

— ¿No vas a la universidad hoy? —Jungkook negó.

— Es sábado.

Ahora entendía el porqué de la tranquilidad del menor. Suspiró y bebió también de su leche de banana.

— Quizás vaya más tarde al centro comercial con Seokjin, ¿querrías venir?

— Tendría que preguntarle a Taehyung, Yoongi y Namjoon si harán algo hoy. —Se encogió de hombros—. Para cancelarlos e ir contigo.

— No seas malo, puedes invitarlos, pero...

— A Namjoon no, quedó entendido. —Suspiró—. Realmente no creo que Nam haya podido hacer algo así...

— No estábamos en su pasado para opinar, si eso puede que Yoongi si haya logrado permanecer en esos tiempos, pero Seokjin no lo reconoció el último día, así que no.

Jungkook miró al suelo pensativo e hizo una mueca con sus labios.

— Los llamaré entonces. — Formuló para alcanzar al teléfono. Cosa que no logró—. ¿Dónde está mi teléfono?

Jimin señaló el mueble a su lado y Jungkook suspiró aliviado.

— Vibró unas cuantas veces y pensé que estando con tus pantalones en el suelo podría llegar a despertarte, por eso lo traje aquí.

El Alfa asintió restándole importancia y se llevó el aparato a la oreja una vez elegido el contacto a quien llamar.

— ¿Yoongi? —Habló—. ¿Van a hacer algo esta tarde? Jimin y Seokjin quieren ir al centro comercial y me dejó invitaros.

— ¡Jungkookie! —Oh, ese era Taehyung. ¿Cuánto tiempo se llevaban juntos esos dos al día si no se aguantaban ante los ojos de Jungkook? —. Yo sí quiero ir, Yoongi tiene entrenamiento de baloncesto y yo voy a aprovechar eso para escaparme y comprarle un regalo de Navidad al fantasma gruñón.

— ¡No, tú no vienes! —Bufó de inmediato.

Si voy a ir, Jimin me adora. —Yoongi habló a sus espaldas algo que más bien sonó como un bufido—. ¿Y tú desde cuando eres tan amigo del Omega de las flores, eh?

— Desde siempre. —Se mofó molesto—. Te mando la hora por mensaje, sé puntual y no le digas a Namjoon.

Claro, claro. Nos vemos, Alfa gruñón.

Para Taehyung, todos eran gruñones porque no tenían esa energía o carisma que él mantenía todo el tiempo.

Jungkook suspiró y colgó el teléfono. Jimin le miraba con una sonrisa tras escuchar un poco de la conversación. Le ignoró con un remordimiento fingido y se acercó a recoger su ropa para luego vestirse.

— Me voy a ir a casa para coger ropa nueva y recoger a Taehyung más tarde. —Dijo el Alfa acercándose al rubio y acariciando su cintura—. ¿Nos vemos?

Jimin asintió sonriendo.

— Nos vemos. —Murmuró—. Y espero que otro día te quedes para terminar el desayuno.

El menor asintió y los nervios le invadieron de momento. ¿Se despedía y se iba y ya? ¿O le abrazaba o besaba?

Park tomó su rostro entre sus manos y besó sus labios castamente sin dejarle pensar. Jungkook sonrió una última vez como idiota y salió del apartamento, recargando su cuerpo en la pared aún con una estúpida sonrisa en sus labios.

Flowers Boy ❀ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora