❀ Capítulo 34

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— ¿Te acerco a tu casa? —Jimin asintió.

— Gracias. —Jungkook se encogió de hombros y Jimin no pudo evitar mirarlo—. Has cambiado bastante...

— Tuve que hacerlo. Ser el nuevo en una universidad llena de estudiantes que buscan la primera salida para provocar dolor a alguien recién entrando no es una buena opción para meditar. Me hubieran comido en la primera semana si no hubiera dejado mi timidez de lado.

— Entiendo. —Jugó con sus dedos y una idea se pasó por su cabeza—. Me dijiste que me quedé dormido en tu cama, pero entonces... ¿tú dónde dormiste?

Jeon carcajeó.

— No te preocupes, el sofá era bastante amplio, no me dolió demasiado como esperé la espalda al día siguiente. —Jimin asintió comprendiendo.

— Lo siento. —Murmuró mirando el paisaje—. Lamento todo por lo que te hice pasar.

— Eso es pasado, olvídalo, no tienes que disculparte por nada. Creo que tomé todo apresuradamente, pero necesitaba un tiempo para mí mismo. Ahora lo pienso y me río, actué como un estúpido crío que se enfada a la primera de cambios.

— ¿Estás diciendo que si lo hubieras pensado ahora todo sería diferente?

— Eso mismo. —Asintió agarrando el volante con ambas manos—. Ni siquiera lo pensé cuando estaba haciendo el equipaje para vivir con Hoseok. Me molestó sobretodo que mi mejor amigo hubiera estado por años mintiéndome y eso de alguna forma afectó a que no quisiera ver a nadie en mucho tiempo.

El Omega asintió.

— Entiendo.

— Olvidemos eso, actué de manera precipitada y mal, pero eso es pasado ahora.

El motor del auto se apagó dando entender a Jimin de que habían llegado. Ambos se bajaron y el peligris miró a Jungkook.

— Podrías pasar un rato, si deseas.

Jungkook se encogió de hombros y siguió sus pasos.

— Tengo que advertirte de que no soy el mismo Alfa que hace meses. —Park le miró con confusión—. Y eso quiere decir que a la mínima incitación o aroma peligroso no voy a dudar en hacerte mío contra cualquier mueble.

El mayor casi se atragantó. Sus mejillas se colorearon de un tono rosado adorable y apartó la mirada de la de Jeon para abrir la puerta.

— Adelante, ya conoces todo el apartamento.

Jungkook se pasó los dedos entre los mechones de su pelo y asintió mirando alrededor, segundos después su mirada cayó en el Omega.

— Me gusta mucho tu color de pelo.

— G-Gracias, el tuyo t-te favorece mucho. —Alagó titubeante—. ¿Quieres... uhm, no sé, hacer algo o comer algo?

— ¿Tienes leche de banana? —Jimin asintió—. ¿Y Netflix? —Volvió a asentir—. Está bien, ve por esa leche de banana mientras busco alguna película en Netflix.

— De miedo no. —Avisó. Jungkook enarcó una ceja.

— ¿Me estás retando?

— Jungkook...

— Bien, tranquilo, de miedo no. —Bufó.

Jimin desapareció por el pasillo para ir en busca de la bebida que Jungkook ordenó. Llegó a la cocina y preparó la leche y un batido de fresa para él mientras añadía algunos aperitivos o dulces pequeños. Cuando llegó a la sala, Jungkook preparaba Netflix para reproducir El Extraño Mundo De Jack.

— ¿Vamos a ver caricaturas? —Preguntó llegando hasta él. Jungkook se giró ofendido.

— El Extraño Mundo De Jack no es una caricatura, es la caricatura. —Gruñó—. Es mi película favorita y apuesto a que no la has visto nunca.

— Pues no, no he tenido oportunidad.

— Hazme caso, siéntate y te enamorarás. —Sonrió.

Jimin apagó la luz y se acercó al menor para dejar las bebidas y aperitivos sobre la mesa y sentarse a su lado, un tanto separados. El ambiente se notaba tenso y Jimin era el único que parecía sentir aquello.

— Oye. —Habló Jungkook antes de comenzar la película—. Pareces tenso, no soy nadie más que Jungkook, ¿recuerdas? Aquel chico al que conociste meses atrás en tu floristería, no debes tener miedo de mí.

— No tengo miedo, estoy nervioso.

— ¿Por qué? —Le miró.

— No lo sé, en primer lugar tengo miedo a fastidiarla de nuevo, y en segundo sigo procesando que me hayas perdonado tan fácilmente.

Jungkook frunció sus labios y se quedó pensativo por unos segundos. Después, abrió sus brazos y se acercó al Omega.

— ¿Qué haces?

— Dame un abrazo. —Exigió—. Eso hará desaparecer la tensión en el ambiente y nos sentiremos bien, venga, abrázame.

Jimin lo dudó, pero Jungkook no le dio tiempo cuando tiró de él y le abrazó envolviéndolo en sus grandes brazos y acercándolo lo más posible a él.

— ¿Ves que bien se siente? —Murmuró enterrando su rostro en su cuello—. Tu aroma está mezclado con los nervios y no huele tan bien como de costumbre.

El mayor asintió y se permitió percibir el aroma de Jungkook por los segundos que duró el abrazo, luego se despegó y se posicionó a su lado. Jeon tiró de él de nuevo hasta que cayó sobre sus piernas y sus dedos se enredaron en las mechas grises del Omega.

— Relájate y mira la película, te va a encantar, ya verás. —Murmuró.

Jimin sonrió sinceramente y tras un último vistazo al perfil iluminado de Jungkook, dirigió sus ojos a la pantalla para comenzar a ver la caricatura tan genial de la que hablaba el Alfa.

Mientras los dedos en su cabello le tentaban a quedarse dormido sobre las piernas de Jeon con la suave melodía de voces de fondo.

Flowers Boy ❀ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora