❀ Capítulo 38

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Jimin miraba con miedo, incluso con temor el aparato entre sus dedos.

Aquel instrumento rosado con ambas rayas en medio de éste, dando a entender que el resultado era positivo.

Deslizaba su mirada de Taehyung al aparato, sin ser capaz de procesar la información aún. Su boca estaba abierta de la impresión y Taehyung a veces le pasaba la mano por delante de los ojos para comprobar que no había caído inconsciente en el sitio.

— ¿Jimin? ¿Vas a decir algo o...? —Preguntó con miedo—. Se supone que el asustado debo ser yo, no tú.

— No puedo creerlo. —Confesó—. ¿Cómo ocurrió?

— Uhm... bueno, hace algunas semanas, en mi celo. —Habló tímido—. También... también me marcó, pero aún no estaba asimilándolo y no me sentía preparado para decirlo a las demás personas.

Dicho eso, bajó el cuello de su suéter y mostró el lazo permanente que le unía a su Alfa. Jimin no era capaz de salir de su trance.

— ¿Es de Seokjin, verdad?

— No, es tuyo. —Rodó los ojos—. El día que nos emborrachamos, ¿recuerdas?

— ¡No juegues con eso, somos Omegas!

— ¿Y eso que más da? —Rió—. Sí, es de Seokjin. Él aún no puede recibir bien los olores, así que no nos pudimos dar cuenta de que mi olor se volvió más dulce con el paso del tiempo.

— ¿Lo estabais buscando? —Taehyung negó de inmediato—. Es que hace relativamente meses que sabíais que erais destinados y... no sé, sigo en shock.

— No ha sido planeado. Simplemente ocurrió y... estoy muy feliz por ello. —Sonrió—. En junio acabo mi carrera y podré dedicarme totalmente a nuestro cachorro.

— ¿Seokjin lo sabe?

— Aún no. —Frunció sus labios—. Pero sé que le hará mucha ilusión, siempre me relataba todas las noches lo mucho que soñaba con tener una familia y lo difícil que sería poder dejar en cinta a alguien siendo Delta.

— Y ahí lo tienes, a la primera. —Rió.

— Exacto. —Se acercó a su amigo y le abrazó por la cintura—. Ahora cuéntame qué tal te va con Jungkook.

— Relativamente bien. —Admitió—. El otro día vino a mi floristería, me invitó a comer y me llevó a un hermoso puente donde estuvimos besándonos por casi una hora.

Taehyung asentía ante las palabras del peligris, cuando lo procesó se sobresaltó por el exceso de información.

— ¿¡Que hicieron qué!?

— Uhm... eso. Estuvimos besándonos como cualquier película cliché romántica, a la luz de la Luna y confesándonos cosas. —Suspiró y sonrió—. Siento que puedo enamorarme de él de nuevo.

— Nunca lo has dejado de estar.

— Tienes razón. —Admitió—. Pero es que está tan diferente ahora... está tan... tan atractivo.

Taehyung le miró con una pícara sonrisa.

— Ustedes no solo se besaron, ¿verdad? —Jimin negó mirando hacia otro lado—. ¡Lo sabía, cuenta, Omega pervertido!

— ¡Oye! —Se quejó con mejillas sonrojadas—. Solo estuvimos besándonos en los asientos traseros de su auto hasta que él... decidió llevarlo más allá y me dio un oral, ¡ya, deja de hacerme avergonzarme!

— ¿Y cómo fue? —Alzó una ceja.

— No sabes lo que ha cambiado... —Casi jadeó—. En todos los aspectos.

— ¿Piensas pasar tu celo con él?

— Para ser sincero, no lo sé. —Se encogió de hombros—. Aún me quedan unos días para pensarlo, si le veo antes pues hablaré con él y le diré algo acerca de eso.

— ¿Dejarás que te marque? —Le miró.

— No sé si es muy anticipado. —Mordió su labio inferior—. Él ya mencionó algo sobre la mordida y mi cuerpo y lobo reaccionó afirmativamente hacia eso... puede que sí le deje que me marque, no lo sé.

— ¿A qué le temes, Jimin? —Preguntó—. Ambos se morís por el otro, y no solo eso, sino sois destinados y seguro que el chico te ama como el primer día, es Jungkook, por favor, fui su mejor amigo durante mucho tiempo.

— Él está muy cambiado ahora, no le reconocerías. Y me refiero a lo físico y a lo psicológico.

— Pues allá tú. —Se levantó y tomó el aparato aún en las manos de Jimin—. Yo dejaría que me marque, tal vez le pediría que utilizaran protección porque aún le quedan algunos años de universidad y no estaría bien un cachorro ahora, pero yo si aceptaría la mordida.

Jimin suspiró pensativo.

— Hablaré con él más tarde. —Añadió—. ¿Quieres que te acerque al apartamento de Seokjin?

— No te preocupes, me viene bien caminar. —Rió—. Estoy embarazado, no invalido.

— Lo que digas, gruñón.

Jimin le acompañó hasta la puerta de su local y se despidió de él con la mano. Cuando iba a entrar de nuevo para recoger el almacén y el mostrador, una mano atrapó su cintura y le hizo girar sobre sí mismo.

— ¿Estabas con Taehyung ahí dentro solos? —Habló Jungkook con una ceja alzada. Jimin rió.

— No sé si recuerdas que Taehyung es Omega.

— Cierto. —Asintió—. ¿Ibas a cerrar?

— Si. Por fin acabó mi turno de tarde. —Suspiró—. Aunque Taehyung ha estado distrayéndome casi toda la tarde.

— ¿Quieres salir a cenar algo? —El peligris lo dudó, pero acabó asintiendo—. ¿Te ayudo a recoger o está Soobin?

— Soobin tiene algunos días libres. —Tomó del brazo a Jungkook y lo metió dentro del local—. Quería hablar contigo de algo.

Jeon se apoyó en el mostrador de espaldas y se cruzó de brazos mientras alzaba una ceja y le miraba esperando a que hablara.

— Como te conté mi celo es en algunos días. —Jungkook asintió—. Me preguntaba si... si quisieras pasarlo conmigo.

— Oh, claro. —Asintió relamiendo sus labios, notablemente nervioso—. Estaré ahí contigo.

— No es el primer celo que paso contigo, así que sabes como me comporto. —Sus mejillas se tiñeron de rojo.

— No te preocupes, nene. —Dijo el menor acercándose y tomándolo por la cintura—. Estaremos bien, ¿bueno?

Jimin asintió y suspiró cuando un casto beso fue depositado en su cuello.

— Gracias.

— Es un honor. —Sonrió y le tendió la mano—. Venga, dime que hacer para cerrar esto e irnos lo antes posible.


 Venga, dime que hacer para cerrar esto e irnos lo antes posible

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Flowers Boy ❀ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora