❀ Capítulo 05

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En algún momento de la película, ambos chicos acabaron por quedarse dormidos. Tal vez Jungkook antes que Jimin por el cansancio, o quizás al contrario. Lo único que se podía observar en la silenciosa sala ahora mismo era como ambos habían gateado entre sueños hasta el otro y así acurrucarse entre los brazos ajenos.

Jungkook abrazaba con propiedad la cintura de Jimin y mantenía su rostro enterrado en el cuello del mayor, aspirando su suave aroma a lavanda y vainilla sin darse cuenta. Eso le relajaba, y Jimin no estaba muy alejado de ello. Park mantenía sus manos en el pecho fornido de Jungkook y su cabeza apoyada bajo su mentón, llegando a oler la camiseta del menor y dormir plácidamente.

Pero entonces, éste último empezó a removerse inquieto y Jungkook notó el movimiento entre sus brazos, abriendo sus brazos confuso y chocando su mirada con la del Omega. Sus mejillas sonrojadas y sus cabellos desordenados dejaban en evidencia lo bien que habían dormido en los brazos del otro. Rieron al darse cuenta de la situación y Jungkook, al fin, apartó su mano de la delicada cintura del rubio.

— Creo que me dormí y en algún momento llegué hasta ti. —Murmuró Jimin tímido.

Jungkook rió y negó.

— Creo que fui yo quien se movió, tú sigues en tu sitio. —Oh, Jimin no se había fijado en eso.

— No me dijiste anteriormente porque te enfermaste. —Le miró pensativo.

Jungkoon chasqueó su lengua.

— Resulta que hace unos días hablé por primera vez con un Omega. —Le miró—. Estaba lloviendo y le ofrecí mi chaqueta para que él no enfermara, así enfermándome yo.

Jimin se escandalizó.

— ¡Jungkook, estás enfermo por mi culpa!

— Si, bueno, ya no es nada. Mañana planteaba volver a ir a la universidad y pasar a verte un rato. —Miró hacia otro lado.

— Oh... lamento haber hecho que te enfermaras. —Sus puños se enroscaron en la camiseta del menor—. No te hubiera dejado darme tu chaqueta de haberlo sabido.

— Pero no eres capaz de ver el futuro, nene. —Apuntó—. Además ahora mi chaqueta tiene un magnífico aroma, incluso estoy replanteándome lavarla de nuevo.

Jimin se sonrojó.

— ¡Idiota! ¡Deja de decir esas cosas, hacen que me vuelva tímido!

— ¿Puedo oler tu aroma? —La pregunta le vino de imprevisto a Jimin. Normalmente, solo personas con las que tu confianza era máxima, o era tu pareja, podían hacer un gesto tan íntimo.

Sin embargo, acabó aceptando y pocos segundos después sintió como Jungkook volvió a enterrar su rostro en el hueco entre su hombro y cuello.

Jimin cerró sus ojos y alzó su mano hasta acariciar los los cabellos despeinados del menor. Sentía la suave presión de la respiración de Jungkook sobre su piel, y aunque no lo admitiera, no le era incómodo, sino relajante. Podría admitir quedarse dormido de nuevo.

— Me encanta. —Admitió Jungkook sacando su cabeza de su escondite—. Creo que ninguna flor se compara a tu aroma. Será mi favorito a partir de ahora.

Jimin rió avergonzado y Jungkook, por fin, logró separarse del rubio. Atrapó las mantas que antes le cubrían y tapó a ambos cuando se sentaron correctamente.

— Siento como si nos conociéramos de antes. —Rompió el silencio Jimin.

— Relativamente lo hacemos. Siempre te veía en la puerta y a veces saludabas. —Se encogió de hombros—. Es como si ya fuéramos amigos.

Park torció su boca en un gesto.

— Quiero que Taehyung me deje en paz. —Rió—. Enserio se empeña en que salga con él todos los días. Han sido horribles estos últimos, esperaba el momento perfecto para venir hasta mi local y violar mi privacidad.

— Si no fuera mi amigo ya le hubiera mandado a la mierda. —Admitió—. Pero no lo hago para no romper el grupo que formamos con Yoongi y Namjoon.

— No sé como decirle o de qué manera hacerlo para que deje de acosarme. ¿Y si le digo que tengo pareja?

— Estás hablando de Taehyung, no le importará.

— ¡Es que ese chico irradia Omegasidad! —Bufó—. Incluso su aroma es algo dulce, no entiendo porque sigue insistiendo.

— ¿Acabas de inventarte una palabra?

— ¿Eso es lo único a lo que le has prestado atención, Jeon? —Jimin alzó una ceja, Jungkook negó rápidamente—. Eso esperaba.

— Solo déjalo que insista un poco más. Aunque no lo parezca, se cansa rápido de sus víctimas. Dale un mes y te dejará en paz, de mientras vas contándome a mí que tan ridículo es.

— ¡Estás loco si piensas que aguantaré un mes esto! ¡Antes le clavo las Orquídeas en un ojo!

Jungkook no pudo evitar reír ante las ocurrencias del Omega. No lo admitiría en voz alta, pero el chico era imponente y hasta daba miedo enojado. Taehyung no sabe con que Omega se está metiendo y se arrepentiría de esto.

— ¿Puedes calmarte un poco? —Preguntó riendo—. Taehyung no hará nada más que invitarte a citas para que caigas ante el hechizo Kim, pero no lo hagas. Quizás intente besarte, pero si eso te incomoda pégale una patada en las bolas y listo. O mejor llámame a mí y yo se la doy.

— ¡No me gusta la violencia! —Vociferó, más tarde fingió una arcada—. Como ese ser me bese va a tener un problema.

— Nadie te va a besar, Jimin.

Nadie que no sea yo.

Pensó en silencio pero no dijo, más su vergüenza no se lo permitiría jamás. Dejando de lado a los dos chicos que reían divertidos por las insinuaciones del contrario, otros dos chicos se encontraban en un callejón a oscuras. Un lugar perfecto para la pareja de amantes que se besaban con veracidad y fuerza entre las luces tintineantes de la misma calle.

Uno recostado sobre la pared y otro apoyándose en éste mientras no dejaba de besar sus labios, acariciando su cintura y atrayéndola con posesión para pegarla a su cuerpo.

Un jadeo escapó de los labios del que se apoyaba en la pared y entonces el beso acabó por segundos.

— N-Nadie debe enterarse de esto, ya lo sabes. —Murmuró para luego besarle de nuevo.

El pelimenta solo pudo asentir en su mente.

Flowers Boy ❀ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora