❀ Capítulo 02

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Jungkook ordenó su habitación recién despertó. Había dormido tanto que pensaba que no podría dormir más en una semana.

Miró su teléfono, lleno de notificaciones del grupo de Alfas, sobre todo de Taehyung hablando del hermoso chico de las flores. Era tan engreído e imbécil cuando hablaba de esa forma sobre otras personas. Habían quedado en la cafetería justo al lado de la universidad para quedar un rato y disfrutar su fin de semana libre de tareas.

Algo extraño, pero memorable.

Así que sin dilatarse más, se acercó a su armario y eligió el vestuario adecuado. Entonces recordó su chaqueta de cuero. Se la ofreció al Omega pensando que se la devolvería hoy, pero nunca llegó a pensar que hoy era festivo y, por lo tanto, ni iría a la universidad, ni vería al rubio.

Aunque pensándolo bien, podría pasarse más tarde cuando saliera con los chicos a la cafetería. De todas formas, lograba recordar que las vistas desde ahí daban con una perfecta imagen del local de Jimin.

Suspiró y rezó en su mente porque su chaqueta estuviera sana y salva mientras se preparaba y caminaba hacia donde los chicos estaban esperándole.

— ¿Cómo vas con tu plan de conquista, tigre? —Se burló Namjoon mirando a Taehyung.

— Ni siquiera me dio tiempo a empezar, el chico literalmente me cerró la puerta en la cara nada más verme. Con suerte y musitó que estaba cerrando.

Taehyung se escuchaba fastidiado, enfadado y con el orgullo perdido. Jungkook quiso reír, pero tan solo dejó salir una sonrisa ladina de sus labios. Sonrisa que no pasó desapercibida por Yoongi.

— ¿Y tú a quién buscas con la mirada que solo hacer observar a tu alrededor? —Gruñó Taehyung con fastidio en su voz.

Jungkook le miró por encima de sus gafas de sol y empujó la lengua contra el interior de su mejilla.

— No te importa en lo absoluto, no soy como tú contando todo lo que se me viene en gana. Existe la privacidad, y tú no tienes de eso, ¿sabías? —Espetó.

Taehyung se mordió la lengua para no contestar o levantarse y gruñirle. Yoongi dio una palmada en la espalda a Taehyung.

— Parece que te moleste que yo llame la atención y tú no.

— Fíjate que no, porque prefiero que el chico que me gusta no sepa de mi existencia a que me ignore como ese rubio lo hace contigo. —Sonrió de lado. Taehyung enfureció con ganas de abalanzarse sobre el de pelo negro.

— ¿Qué mierda te pasa a ti hoy para que estés a la defensiva? —Gruñó—. Coge el maldito teléfono e ignóranos como haces siempre.

— Siempre que no intentas llevar a un pobre chico a la cama. ¿Te das cuenta de lo qué vas a hacer? ¿Qué pasaría si el chico se enamora de ti y tú, como el capullo que eres, le rompes el corazón?

— Uno más a la colección, Jeon, no es la primera vez ni sería la última.

Jungkook se apretó el puente de la nariz sobre las monturas de las gafas y respiró mientras contaba mentalmente para no saltar sobre el otro Alfa. Lo odiaba, odiaba a ese tipo de chicos como Taehyung. Jungkook era un chico tranquilo, tímido, serio y relajado, pero ver algo como esto le ponía nervioso y le enfadaba, le enfadaba mucho.

Entonces, pudo deslumbrar a lo lejos una radiante sonrisa. Deshizo el contacto visual con Taehyung y miró tras su espalda al chico que salía con una señora del local y se despedía de ella mientras sujetaba algunas flores entre sus manos.

— ¿Ahora qué cojones miras?

Iba a girarse cuando Jeon se levantó de la mesa que todos compartían y metió su mano en el bolsillo de su pantalón vaquero para sacar un billete.

— Ahí está mi dinero, paguen ustedes, tengo cosas que hacer. —Acto seguido desapareció en dirección contraria ante la mirada de todos los chicos de la mesa.

Rodeó la manzana y entró por la misma calle de nuevo por el sentido contrario. Sonrió al ver a Jimin en la puerta cuidando de algunas flores. Se acercó despacio, vigilando que ninguno de sus amigos mirara en su dirección, hasta llegar a donde el Omega.

Jimin se encontraba colocando las flores en la estantería de decoración más alta, cuando uno de los recipientes resbaló y cerró los ojos viéndose empapado por el agua contaminada de los productos minerales. Pero una mano detuvo aquello. Cuando Park se giró, Jungkook sostenía el recipiente antes de que llegara a mojar al rubio.

— Merezco un gracias. —Rió al ver el rostro sonrojado del Omega.

— No esperaba verte aquí hoy, no tienes universidad.

— Salí a tomar algo con mis amigos. —Señaló la mesa—. Pero no les digas que me escapé.

— Tu secreto está a salvo conmigo, Jungkook. ¿Cómo te fue en el cumpleaños?

Jungkook frunció el ceño confundido.

— ¿Qué cumpleaños?

— Uhm... el de tu madre, por eso viniste a por las flores. —Jimin se sintió incómodo, incluso llegó a pensar que el chico estaba bromeando.

— Oh, cierto. —Maldito Alfa con poca memoria—. Le encantaron, o eso creo yo.

— ¿Eso crees? —El Omega le miró risueño.

— Bueno, no le pregunté. Tampoco es como si me fuera a responder.

— ¿Cómo no te va a responder, Jungkook? —Para esa parte de la conversación, Jimin ya estaba riendo.

— No puedo comunicarme con espíritus. Aún. —Se encogió de hombros—. Solo las dejé en su tumba y me fui.

Jimin enmudeció. Su cara cambió totalmente y es que el Alfa tomaba aquello con tanta naturalidad que le dolía en lo más profundo de su alma.

— ¿Fuiste al cementerio luego de que te diera las flores lloviendo? —Preguntó incrédulo. Jungkook asintió y se encogió de hombros restándole importancia.

— No es para tanto, nene. —Le miró—. ¿Llegaste bien a casa? ¿Dónde está mi chaqueta?

— Verás... —Comenzó el rubio, ignorando el apodo—. Yo pensaba que realmente no vendrías hoy y... no la traje. Puedo ir por ella o esperar a que termine para traerla, me queda tan solo una hora.

— ¿Y qué tal si me quedo observando las flores esa hora y luego te acompaño hasta tu casa para que me la devuelvas?

Jimin se hizo pequeño ante la mirada del Alfa, sin embargo, asintió.

Flowers Boy ❀ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora