❀ Capítulo 12

9.9K 1.3K 79
                                    


Ninguno de los dos sabían como habían acabado realmente en esa situación.

Con el local cerrado, los cristales tapados con la cristalera y Jimin subido al mostrador con Jungkook entre sus piernas mientras sus labios se devoraban con ansías y ganas.

Nada comparado como al beso anterior inocente.

Jungkook sostenía firmemente la cintura del Omega y trataba de acercarse lo máximo posible a su cuerpo, tratando de seguir, aún con pasos torpes, la oleada de placer que le producían los labios del rubio. Su lengua batallaba con la contraria y ambos peleaban por encontrar oro en la boca ajena.

¿Cómo habían llegado a eso?

Pues... rememorémonos cinco minutos antes.

Cuando Jimin desafió a Jungkook y éste de inmediato se acercó acorralándolo al mostrador y pulsó el botón automático para bajar las persianas de la cristalera. Una vez terminado por bajarlas completamente, se aseguró de pasar su pulgar por los labios de Jimin para quitar todo rastro de Taehyung y así besarle lento al segundo siguiente.

Jimin no se lo esperó, ni un poco, pero tenía que decir que estaba satisfecho. Y que le regalaría a Taehyung algunas flores por eso más tarde.

Jungkook había caído en la pequeña trampa personal de ambos Omegas. Sin darse cuenta y cegado por celos.

El mayor jadeó cuando Jungkook tiró demasiado fuerte de su labio inferior entre sus dientes, dejándolo escapar y succionándolo con vehemencia.

— J-Jungkookie... —Habló entrecortado, enterrando sus dedos en el cabello oscuro del más alto y correspondiendo sus besos lentos y prolongados.

Apretó sus piernas alrededor de la cintura del Alfa y se sujetó de sus hombros cuando un mareo le azotó casi al instante.

¿Hacía calor ahí dentro o era él y su cuerpo los únicos que sentían calor?

Empujó levemente el cuerpo de Jungkook para crear un espacio mínimo entre ambos y relamió sus labios mirando al Alfa.

— Has aprendido demasiado rápido... —Alagó.

Jungkook ni siquiera se permitió observar el tintineante iris casi celeste del Omega cuando enterró su rostro en su cuello para aspirar pausadamente el aroma que desprendía.

— Jimin. —Habló con voz dura y ronca desde su lugar seguro—. Tu olor... se ha intensificado.

Oh, mierda. Eso solo podría significar una cosa.

Jungkook alzó la vista al instante que cayó en su cuestión y pudo observar a un sonrojado Omega, con su iris ya celeste por completo y sonriendo como un niño pequeño.

— Maldita sea, no ahora. —Gruñó desesperado mientras enterraba sus propios dedos en su cuero cabelludo.— Tu olor me está volviendo loco, Jimin. Intenta retener algunas feromonas porque no seré capaz de controlarme internamente.

Jimin solo abultó sus labios y se acercó de nuevo para besar al Alfa, éste se alejó de inmediato al percibir sus intenciones.

— Alfa... —Musitó.

Jeon negó con la cabeza tratando de concentrarse en qué hacer. ¿A quién llamaba? ¿Llamaba a su hermano? ¿Pasaría sus celos solo o tendría a alguien que le ayudase? ¿Y si llamaba a Hoseok? Total, era también un Omega y podría entenderle.

También debería preguntarle sobre cuál supresor podría tomar el rubio antes de desinhibirse soltando cantidades olorosas de feromonas que amenizaban el ambiente. O al menos para Jungkook.

— Solo un jodido beso y entras en celo. —Rió—. ¿Qué voy a hacer contigo si cada vez que quiera besarte vas a ponerte así de desesperado?

Jimin estaba en su lado animal más que humano y racional, así que solo se encogió de hombros y sonrió juguetón. Jungkook aprovechó sus distracción de querer besarle cada dos segundos y sacó su teléfono marcando rápidamente y poniéndolo en su oreja.

— ¿Hoseok? —Habló tras un par de pitidos.

— ¡Jungkook! ¡Qué raro que me llames porque siemp-!

— ¡Hobi! ¡Por favor, no te distraigas esta vez, es urgente! —Exclamó exasperado. Jimin ya le había alcanzado de nuevo y acercado a él para soltar más feromonas y hundir su rostro en el hueco del cuello del Alfa—. Supongo que recordarás a Jimin, el Omega del otro día. Necesito ayuda con él, Hoseok. Ha entrado en celo o eso creo yo, puede que esté en los días previos, ¡pero no puedo hacer nada con él! ¡Solo está desesperado por besarme y tocarme!

Un suspiro se escuchó tras la línea.

— Jungkookie, relájate. Estoy yendo hacia tu apartamento, llévalo ahí y mantenlo seguro de cualquier Alfa que ronde la zona, ¿bien? —Dijo—. Compraré algunos supresores de camino para el celo del Omega y trataremos de que Jimin nos hable, que no le domine del todo su lobo. En cuanto a lo otro, mímalo, pero no dejes que haga cosas que luego pueda arrepentirse. Confío en ti, Jungkook.

— Gracias, ¡gracias Hobi! —Exclamó—. Prometo no hacer nada malo aunque me esté agobiando con las feromonas en el aire y mi Alfa trate de controlarme.

— Llévalo a tu apartamento, llegaré en unos minutos más que vosotros. —Y colgó.

Sinceramente, para Jungkook era la primera vez que veía a Hoseok tomarse algo tan enserio. Así que solo guardó el teléfono en su bolsillo trasero y miró al Omega, quien le miraba con ojitos brillantes y mejillas sonrojadas.

— ¿Duele, verdad? —Susurró acariciando sus cabellos—. Iremos a mi apartamento y Hoseok nos ayudará para que puedas tomarte los supresores, ¡y adiós dolor!

— Jungkookie... ¿ayudará a Jiminie? —Preguntó con cierto miedo en su voz. Jungkook asintió.

— Jungkookie ayudará a Jiminie en lo que sea respetable y le dará mucho amor en todo el camino hasta que logre comunicarme con alguien cercano a ti. —Levantó al Omega tal como estaba enredado en su cintura—. ¿Quieres que te lleve abrazado así hasta mi apartamento?

El Omega asintió y beso sus labios de una forma suave antes de cobijarse en su cuello de nuevo y respirar el tranquilizante aroma de Jungkook.

— Prometo que vas a estar bien, voy a cuidarte.

Era una promesa que iba a cumplir sí o sí.

Flowers Boy ❀ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora