❀ Capítulo 03

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El Alfa miraba desde el mostrador como el rubio colocaba cada flor en su sitio. El olor era agobiante y casi no podía percibir el del Omega. Estaba frustrado por eso.

Se inundó en una nube de pensamientos que se vio obligado a cortar cuando unas reconocidas voces se escucharon frente a la puerta. Jimin estaba colocando algunos recipientes con agua en las flores mientras Taehyung hablaba animada y coquetamente con él. El pelinegro frunció el ceño, pero no salió de su escondite, es más, se refugió bajo el mostrador y se sentó en el suelo, solo por si a Taehyung se le ocurría entrar.

— ¿Sabías que cada flor tiene un olor peculiar y único? Así como los Omegas y Alfas. —Habló Taehyung curioso, tratando de llamar la atención de Jimin.

— Si, lo sabía ya, de hecho tengo una floristería, sé bastante sobre flores.

— ¿Y también sabes sobre tratamientos para insectos y amenazas para ellas? —Taehyung le miró divertido.

Jimin bufó, ese chico era realmente agobiante.

— Oye, no sé que tratas de hacer, pero no saldría con otro Omega, lo siento.

Taehyung parpadeó aturdido.

— ¿De qué hablas? ¡Soy un Alfa! —Gruñó.

Jimin le miró enarcando una ceja.

— Lamento haberte confundido, me suele pasar últimamente.

— Te perdonaría si me dejas invitarte a un café en este instante. —Le miró, su mirada era indescifrable para el Omega.

Mordió su labio inferior.

— ¿Ahora mismo?

— Cuando sea con tal de que me dejes invitarte.

Pero él quería terminar de una vez, irse a casa con Jungkook y darle su chaqueta.

— Está bien, pero espera unos minutos cuando termine mi turno para que recoja algo que dejé en casa. —El Alfa sonrió y asintió retirándose lentamente, esta batalla la había ganado—. ¿Jungkook?

El pelinegro salió de su escondite.

— ¿Por qué estabas escondido?

— No quiero que me vean contigo. —Se encogió de hombros, segundos más tarde se dio cuenta de su error al ver el rostro desfigurado del Omega—. No quise decir eso, simplemente que no quiero que me hagan presentarte ni nada de eso, estás mejor con nosotros fuera de tu vida.

— Oh... —Murmuró—. Ya acabé, déjame que guarde los guantes y nos podemos ir a recoger tu chaqueta.

El Alfa asintió sin mencionar el hecho de que Jimin no dijo nada sobre Taehyung. El rubio salió segundos más tarde preparado y ladeó su cabeza para que Jungkook le siguiera.

Y así hizo.

Parados ambos frente a la puerta del apartamento del mayor, Jungkook carraspeó, dudando si preguntar o no. De su mano ya colgaba la chaqueta que el rubio bajó hace a penas unos minutos.

— Jimin... ¿Cuál es tu aroma? —Preguntó tímido y curioso—. Estás tanto tiempo con las flores que son capaces de camuflarlo.

Jimin sonrió de lado.

— Lavanda y un toque de vainilla. —Sus ojos se hicieron pequeños—. Me pasó lo mismo contigo, desde que entraste no pude distinguirlo y viendo lo callado que eras lo relacioné a que eras Omega. —Señaló la prenda—. Pero ella te delató cuando fui a echarla a lavar. Desprendía un increíble aroma, Jungkook.

El nombrado se sonrojó y colocó bien las gafas en el puente de su nariz para no encararlo y que éste se fijara en el color de sus mejillas.

— Nunca me habían dicho que parecía un Omega, pero supongo que siempre hay una primera vez para todo.

Jimin sonrió notando sus mejillas. Ese Alfa realmente era de los que se metían hasta lo más profundo de tu corazón sin darse cuenta y sin permiso.

— Uhm... yo creo que me voy, tienes planes. —No era una pregunta, era una afirmación.

— Si, ni siquiera sé como se llama tu amigo, pero me pareció tan pesado que acabé aceptando.

— No tienes que aceptar algo que no quieres. —Murmuró y alzó la mirada, quitando sus gafas—. Ten cuidado con Taehyung, puede llegar a ser... odioso. No confíes mucho en él, solo lo suficiente.

— ¿Es un manual de advertencia? —Rió.

Jungkoon se encogió de hombros divertido.

— Tal vez.

Jugó con sus dedos nervioso, sin saber si despedirse o irse y ya. Así que dispuesto a irse de una vez por todas, se giro, pero una pequeña mano en su hombro le detuvo.

— Tú... uhm... ¿vendrás a verme seguido?

— Intentaré ir todos los días a partir de ahora. —Era una promesa.

Jimin asintió y le sonrió. Jungkook atinó a girarse, pero de nuevo se giró llevando su dedo índice hasta sus labios pensativo.

— Nosotros... uhm... ¿somos amigos?

— Oh, no lo había pensado. —Peinó sus cabellos nervioso—. Pero me encantaría.

Jungkook asintió y miró sus ojos por última vez antes de darse la vuelta y comenzar a andar.

Maldición, ese Omega le volvía loco.

Pensaba que solo era un llamado de atención al principio, pero ese chico era increíble. Ni siquiera llevaba dos días conociéndole y ya quería saber más de él, todo lo que se le fuera posible.

Suspiró mirando las nubes grises amenazando el cielo y bajó la mirada a sus pies.

— Debería llover toda la maldita tarde y que Taehyung parezca un perro mojado.

O él simplemente debería haber impedido que el Omega aceptara. Porque pensaba que Taehyung iba a lograr algo con él y a Jungkook no le gustaba nada lo que el castaño planeaba. Haría lo posible por salvar a Jimin de eso.

Y si se enamoraba en el camino pues... ¿bienvenido?

Flowers Boy ❀ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora