❀ Capítulo 42

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Jimin saltó prácticamente de la cama en cuanto escuchó las últimas palabras. La camiseta que llevaba puesta se desplazó hasta por debajo de sus muslos y corrió desesperado hacia la puerta. Abrió sonriente y feliz de ver al Alfa tras la puerta.

Jungkook venía usando unos pantalones de chándal grises en complemento con su sudadera, como si hubiera estado cómodo en su apartamento hasta que el Omega le llamó necesitado. Su pelo estaba recogido en una fina coleta que dejaba caer algunos mechones por su rostro. Se veía tan jodidamente caliente ante los ojos del peligris que no pudo evitar jadear cuando su aroma se filtró por sus fosas nasales.

— Alfa... —Murmuró. Jungkook pareció inhalar las feromonas en el ambiente y su iris se transformó rojo poco a poco.

No tuvo objeción cuando avanzó, se adentró en el apartamento y cerró la puerta tras él para sujetar al Omega por los muslos y alzarlo con intención de llevarlo a su habitación. Buscó sus labios con urgencia y se besaron con pasión y ganas mientras Jimin dejaba salir suspiros de placer y hermosos ruiditos de sus labios, los cuales eran tomados por el Alfa sin descansar un solo segundo.

— ¿Vas a perdonar a Jungkookie por haber estado ausente estos días? —Preguntó con voz grave una vez llegados a la habitación y depositando al mayor en la cama.

Jimin negó divertido como un niño pequeño.

— Entonces tendré que pedirte perdón. —Sonrió de lado, subiéndose sobre él—. ¿O prefieres que lo haga mi lengua?

— ¡Si! —Asintió eufórico. Jungkook rió y el Omega se retorció sobre las sábanas cuando sujetó con sutileza su cintura para hacerle voltear.

Park alzó su trasero por puro instinto y gimió extasiado cuando las sábanas rosaron su ya endurecido y rojizo miembro.

— Voy a hacerte ver las estrellas hoy, nene. —Habló el Alfa tras él, se sujetó de sus caderas y bajó sus manos despacio amasando sus glúteos—. Todo lo que me pidas te daré, ¿bien? Así que empieza a pedir por esa boquita.

— A-Alfa... —Lloriqueó—. Ayúdame, te necesito.

— ¿Qué quieres? —Murmuró sin ser capaz de apartar la vista del delicioso lubricante natural que caía desde la entrada de su Omega.

— Tu lengua... —Jadeó—. Por favor.

Jungkook sonrió y no le bastó más para enterrar su rostro y lamer con necesidad todo el lubricante escurriendo. Jimin gimió en voz alta y arqueó su espalda agarrando las sábanas entre sus dedos. El Alfa lo torturaba con sutiles lamidas y castos besos alrededor de su entrada cuando adentró su lengua en ella robándole un nuevo gemido.

— ¿Te estuviste divirtiendo antes sin mi, Jiminie? —El nombrado asintió mientras escondía su rostro en la almohada—. Eres un chico bueno, te has preparado para Alfa.

Continuó esta vez adentrando dos de sus dedos y acariciando la cintura y blanquecina piel del peligris.

— Estás tan abierto. —Gruñó—. ¿Crees que puedas tomarme entero si la meto ahora?

— ¡Sí!

— Omega atrevido. —Rió, sacando sus prendas y lanzándolas a la otra punta de la habitación—. ¿Tanto deseas mi nudo, nene?

— ¡Por favor! —Jadeó. Los vaivenes de los dedos del Alfa eran cada vez más constantes y curvaba sus dedos en busca de su punto exacto de placer, encontrándolo al instante—. ¡Ahg, Jungkook!

— ¿Quieres que te haga sentir así de bien? —Murmuró acercándose a su oído—. ¿Quieres que te anude y me entierre en lo más profundo de ti, no?

Jimin volvió a asentir sin ser capaz de soltar alguna palabra ante los dedos expertos del Alfa. Estaba perdiendo la poca cordura que le quedaba.

Jungkook lo volteó y apartó sus dedos ante un bufido del Omega y un abultamiento de labios, el cual besó.

— Si quieres que te haga el amor, voy a ver tu rostro y expresiones cuando te anude y te marque. —Afirmó. Jimin lloriqueó en respuesta y el Alfa se despojó de su camiseta para abrir sus piernas y colocarse entre medio de ellas.

— Alfa, por favor... —Sollozó. Jungkook le miró mientras se posicionaba en su entrada—. Hazme tuyo.

Y no necesito más para estar dentro de él de una ruda y certera embestida que les hizo a ambos gemir. Jimin tiró de sus cabellos y le acercó por su nuca hasta sus labios para besarle fervientemente a la vez que el Alfa comenzaba un ritmo lento y constante en sus embestidas. Sollozó de placer en la boca del Alfa y se sujetó de sus hombros, arañándole en su paso.

Jungkook gruñó ante eso pero se sintió más excitado de lo que ya estaba. Su iris estaba casi por completo de un color rojo oscuro, su Alfa trataba de tomar el control sobre él y su Omega.

El ritmo se intensificó poco después y Jeon se sujetó de las caderas del Omega para arremeter con más fuerza en él. Sentía su nudo bajar con lentitud y como el chico bajo él subía el tono de sus gemidos, retumbando en la habitación.

— ¡J-Jungkook! —Gimió arqueando su espalda—. ¡A-Alfa, más...!

— Uhg, maldición. —Gruñó.

Sus embestidas se aceleraron y Jimin enseguida llevó su cuello hacia un lado, mostrándole la suave piel de éste. Jungkook casi dejó de respirar ante esa dominación y sintió sus caninos apretar su encía con deseos de tomarlo y marcarlo.

Cuando sintió el clímax de ambos avecinarse, aflojó el ritmo a uno lento y sensual haciendo a Park gemir angustiado y necesitado por dejarse ir. Fue entonces, que ante una última mirada a los ojos del Omega, se acercó al hueco entre su cuello y hombro y enterró sus caninos en aquella sensible piel.

Fue una increíble oleada de sensaciones para ambos. Tanto que de dejaron ir a la paz, sintiendo el placer del otro a través del vínculo que acababan de crear. Jungkook se retuvo a pensar si eso era lo que Jimin consciente quería mientras lamía con cariño y dedicación la herida abierta.

Jimin mantenía una sonrisa de satisfacción en sus labios, plenamente agotado y feliz. Sentía el nudo del Alfa apretar deliciosamente su interior y solo podía observar a su compañero recuperarse de los espasmos del orgasmo que habían tenido juntos.

— Debemos esperar a que el nudo baje, ¿está bien? —Jimin asintió cansado—. Pero luego tendrás que tomar las pastillas que traje. No creo que a Jimin le guste tener cachorros tan pronto.

— ¿Cachorros? —Preguntó inocente. Jungkook sonrió.

— Eso no, amor. Te daré mi nudo las veces que quieras, pero cachorros aún no.

Flowers Boy ❀ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora