❀ Capítulo 07

10.8K 1.3K 104
                                    


— ¿Dónde está Taehyung? —Preguntó el de pelo blanco cuando llegó a dónde se encontraban sus amigos.

Jungkook y Yoongi se encogieron de hombros y dejaron pasar la pregunta.

— Ha faltado a todas las clases. —Avisó— Y por muy idiota que sea, siempre es el primero en asistir a ellas.

— Yoongi es el más cercano a él, debe saber. —Asumió Jungkook apuntando al pelimenta. Éste apartó la mirada y no contestó.

Jungkook se dispuso a recoger los últimos libros para salir del aula lo antes posible. Quería pasar a ver a Jimin y pedirle consejo sobre qué flores poner en la maqueta de final de la unidad.

Sus profesores reunían conocimientos y temarios arquitectónicos a lo largo de toda la unidad y cuando ésta finalizaba, deberían recoger todo lo mencionado en una pequeña maqueta de un apartamento y casa. Con garaje, patio y jardín, sin contar los autos dentro del garaje y la terraza de la misma.

A Jungkook le fascinaban esos tipos de trabajos manuales, así que en cuanto en profesor explicó el último, no dudó en mentalizarse las flores que pondría en el jardín y patio y en como Jimin influenciaría en su idea.

Yoongi chasqueó su lengua ante de saludar a ambos con la cabeza para despedirse.

— Nos vemos mañana. —Se despidió.

Namjoon y Jungkook se miraron entre ellos extrañados. ¿Desde cuando Yoongi llegaba temprano a casa y no se paraba un rato con ellos? Vale, era bien sabido que el chico era un antisocial y hablaba poco, pero al menos siempre se hacían compañía mientras caminaban hasta sus respectivas casas.

— Iré más tarde a ver a Taehyung. —Habló el menor—. Es muy raro que haya faltado.

— Seguro está en celo, Jungkook. —Suspiró Namjoon.

— Imposible, fue hace pocos meses.

También era cierto que los Omegas mantenían el celo aproximadamente tres veces a lo largo del año, mientras que los Alfas solo una vez. Taehyung hacía a penas tres meses que pasó por el, era imposible que estuviera de nuevo.

Jungkook estaba realmente preocupado. Dejando a un lado que el Alfa era un manipulador y tedioso, era su amigo, y por muchas peleas que hubiera entre ambos, siempre iban a mantener un cariño especial entre los dos.

Pero antes de asegurarse de que Taehyung estuviera respirando aún, se dirigió hacia la floristería de Jimin, a donde llegó a pasos lentos, jugando con la tira de su mochila y observando a su alrededor. Cuando frenó frente al local se dio cuenta de algo.

Estaba cerrado.

Jimin no había abierto hoy y él se sentía como un idiota al pensar que escogería rápido las flores y se iría a comprar los materiales para empezar la maqueta, más tarde llegar a casa y hacerla. ¿Qué hacía ahora? ¿Esperaba o se iba?

Se sentó al borde de la acera y sacó el teléfono de sus pantalones para buscar el contacto deseado y marcar.

— Hey. —Habló cuando la línea conectó—. ¿Tienes algo que hacer hoy en la tarde?

¡Jungkookie! ¡Cuánto tiempo sin hablar contigo! Ya iba a llamarte porque de ser por ti ni me hablarías y estaba preocupado, sé que eres tímido y todo eso que te caracteriza, pero no viene mal que de vez en cuando tú-

— ¡Espera! —Interrumpió—. Cálmate, por favor. Estoy bien, ¿acaso me oyes?

Oh, si, perdona. —Rió tras el teléfono—. Es que sabes como me pongo cuando llevo tiempo sin comunicarme contigo y para una vez que llamas intento saber cómo estás y si necesitas algo y-

— Hoseok. —Le paró de nuevo—. Está bien. ¿Te dieron cuerda hoy?

Pues no sé, quizás. El café llevaba poco azúcar, supongo. ¿Para qué me necesitas?

— ¿Podrías venir a ayudarme con una maqueta?

¿Cómo en todos los años? —Jungkook gimió afirmativamente—. ¡Claro que puedo ayudarte! ¡Me encanta formar eso! Parecen piezas de lego o de Playmobil, ¿recuerdas cuando éramos pequeños y siempre intentabas morder los muñecos? ¡Pobrecitos! Desde ahí ya pensaba que serías Alfa, porque con esos colmillos-

— Hobi. —Le cortó—. Te estabas yendo de nuevo. Literalmente creo que ese café si te afectó más de lo normal. ¿Estarías en mi apartamento en dos horas?

¡Ahí estaré, Kook! —Exclamó emocionado—. ¡Nos vemos! ¡Te amo!

— Si, Hobs. Yo también te amo. —Rodó los ojos colgando el teléfono.

Jungkook era muy paciente, pero cuando hablaba con su primo era un tema aparte. Era tan energético y estaba lleno de tanta luz que a veces asustaba a Jungkook. Era como si le dieran pila por las noches y no se gastaran nunca, hasta el infinito podría ir con ellas.

Suspiró sonriendo, no le cambiaría por nada.

Ahora solo quedaba ir a visitar a Taehyung. Así que caminó tranquilo hasta su urbanización y se adentró en ella. Subiendo los últimos escalones hacia la casa de Taehyung, se dio cuenta de lo que pasaba ahí.

Apestaba a feromonas sexuales y hormonas de celo por todo el pasillo del bloque. Frunció el ceño y tapó su nariz en gesto de asco ante esos olores. Se acercó más logrando escuchar algunos jadeos más altos y llamó a la puerta.

Le encantaba joder a Taehyung.

El nombrado apareció tras el umbral de la puerta, despeinado y con las sábanas revueltas enrolladas en su cadera. Su cuello y mandíbula llena de marcas y su torso al descubierto con algunas huellas de dedos. Por un momento juró deslumbrar un toque azulado en su iris.

— Joder, que peste. —Asqueó Jungkook, sobando el aire con su mano—. ¿Qué mierda haces con un Omega en días de clases?

Taehyung no respondió, parecía más ido de lo normal y Jungkook se dio cuenta entonces de que su lobo le controlaba casi por completo. El menor hizo el amago de adentrarse en la casa, cubriendo su nariz ante la mezcla de feromonas Alfas y Omegas, entonces, Taehyung volvió en sí.

— ¡No! —Vociferó—. ¡No entres, fuera!

— Solo quiero saber si estás bie-

— ¡Vete! —Le interrumpió gruñendo. Jungkook frunció el ceño.

— Está bien, está bien, me voy. Cuando pases el celo o esa persona lo pase me avisas, advertiré a Namjoon de que te guarde los apuntes.

No esperó respuesta cuando Kim cerró la puerta en su cara y permaneció frente a ella como si nada.

¿Qué mierda acababa de pasar?

Flowers Boy ❀ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora