❀ Capítulo 51

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Al día siguiente, ambos despertaron con una sonrisa en sus rostros, desnudos y enredados entre las sábanas y los brazos del otro.

Fue Jungkook el primero en abrir los ojos y mirar directamente al Omega. Sonrió adormilado y lo acercó más a él para poder aspirar su aroma de cerca. Jimin ronroneó en su pecho como un pequeño gatito y se acobijó en él comenzando a despertar.

— Amor. —Susurró el Alfa—. Vamos a levantarnos, quiero llevarte a muchos lugares hoy.

— Cinco minutos más.

Jungkook rió y jugueteó con sus rebeldes cabellos.

— No me obligues a llevarte sobre mi hombro a la ducha. —Jimin gimoteó de nuevo pero se desperezó segundos después de ser regañado.

— ¿Dónde iremos? —Preguntó rasgando su ojo.

— Te llevaré a comer deliciosa comida y después de eso iremos a un parque de atracciones, ¿te apetece? —El Omega asintió emocionado—. Tendremos que volver pronto, nuestro vuelo sale mañana a medio día y deberíamos estar descansados.

Park asintió como niño pequeño tras una orden de su madre y se levantó importándole poco su desnudes para llegar al baño y tomar una ducha. Jungkook relamió sus labios y sonrió mirándolo desde la cama. Jimin era lo que siempre había deseado como Omega, y se lo compensó con una rica comida.

— ¿Crees que la salsa esa pique? —Preguntó el mayor con una mueca en su rostro a la vez que señalaba el plato de Jungkook.

Podría decirse que no, pero había sido una total insinuación para que le dejara probar algo de su comida. Jeon sonrió de lado y le extendió sus palillos con una probada, el peligris sonrió con las mejillas sonrojadas y aceptó gustoso el bocado.

— Oh, maldición, si que es picante. —Jadeó tratando de tomar aire fresco. Jungkook rió a su lado—. No sé como puedes seguir comiéndote eso.

— ¿Qué le hacemos? Mi estómago está fuerte.

— No me subestimes. —Gruñó.

El Alfa se acercó a él sobre la mesa.

— No lo hago. —Comentó coqueto y guiñándole el ojo.

Ahí Jimin enterró su rostro en su plato y siguió comiendo avergonzado ante la actitud del Alfa, quien reía sonoramente frente a él.

— ¿A que parque de atracciones iremos?

— Disney Land. —Contestó como si nada. A Jimin casi se le salen los ojos.

— ¿Enserio? —Preguntó emocionado, el menor bebió de su bebida y asintió—. ¡Siempre fue mi sueño desde pequeño ir! ¡Y montarme en las tazas giratorias y comprar muchos peluches!

Jungkook mordió su labio inferior ante la ternura del peligris.

— Haremos todo lo que quieras ahí, nene. —Sonrió, llevando su mano sobre la mesa hasta tocar los nudillos del otro—. También tenía planeado pedirte matrimonio.

Park escupió, literalmente, los fideos que estaba comiendo en ese momento. Miró con ojos aterrados al Alfa y éste le miró espantado.

— ¡Jimin! —Exclamó en voz baja al ver su expresión y lo que había formado en segundos—. ¡Era broma, no era para que hicieras eso!

Jimin le miró con el ceño fruncido y sus ojos algo tristes. Eso le había dolido.

— ¡Eres un idiota! —Exclamó furioso, se levantó del lugar y salió corriendo en cuanto pudo en dirección al hotel.

Jungkook dejó algunos billetes en la mesa antes de huir tras él y perseguirle. Bastaron pocos metros para atraparlo y coger su brazo sin llegar a lastimarlo.

— Oye, Jimin, perdón. —Se disculpó, el Omega trató de zafarse de su agarre—. Lo siento mucho, ¿vale? Lamento jugar con eso. Quizás si te hacía ilusión y yo la fastidié.

La expresión del Omega cayó de nuevo. Estaba mal que hubiera bromeado con eso, pero pensándolo bien, quizás era mejor de esta manera. Jungkook y él eran jóvenes, tenían toda la vida por delante, lo entendía perfectamente ahora que se había parado a pensar.

— Lo siento yo. —Habló con voz dolida—. Lamento haber actuado tan infantil... simplemente no razoné y mi cuerpo actuó por sí solo, lamento de verdad haberte hecho pasar vergüenza.

Jeon le miró con cariño y lo estrelló en su pecho para abrazarlo y besar su frente repetidas veces.

— ¿Quieres que te pida matrimonio, ah? —Preguntó burlón—. No te preocupes, Jungkookie te pedirá matrimonio.

Jimin rodó los ojos.

— Idiota.

— Debes decirle que si al idiota. —Se encogió de hombros—. Lo haré en las tazas, para que con toda la emoción vomites y hagas un escándalo. —El Omega golpeó su torso débilmente—. Vale, vale, está bien, ahora andando, tenemos un parque de atracciones por descubrir.

Pasadas algunas horas y momentos más, Jimin estaba exhausto por todas las atracciones en las que se había montado acompañado de su Alfa. Jungkook, en cambio, permanecía callado y mareado aún por la reciente atracción. Si se mantenía quieto dos minutos, tal vez lograría no vomitar, estaba seguro.

— Ya es muy tarde. —Habló Jimin abultando sus labios con tristeza y mirando el enorme y luminoso castillo tras él—. Nos tendremos que ir.

— Espera. —Logró formular el Alfa—. Sé que esto es muy cliché y todo lo que la sociedad diga, pero necesito hacerlo en este momento.

Park le miró confuso a los ojos.

— ¿Alguna vez te han dicho que tienes complejo de Ariana Grande? —Formuló—. Ya sabes, todo lo que quieres, yo te lo consigo. No sé como logras convencerme.

— ¿Qué estás diciendo, Jungkook?

— Quizás no te vaya a pedir matrimonio ahora. —Comenzó, sacando una hermosa caja de color azul marino y arrodillándose frente a él—. Pero quiero que seas más que un algo para mí, que pongamos una etiqueta en esto que tenemos. —Abrió la caja mostrando dos hermosos anillos, uno color dorado y otro negro—. Así que... ¿quieres ser mi Omega, Park Jimin?

— Jungkookie... —Se cubrió el rostro con sus manos—. Pensaba que ya lo era, amor...

— Pues repito la pregunta. —Rió—. ¿Quieres ser mi novio?

— ¡Sí! —El lobo de Jungkook saltó eufórico en su pecho al no recibir un rechazo—. ¡Claro que quiero, Alfa tonto!

— ¡Oye, tampoco me insultes!

— Levántate y bésame de una vez. —Ordenó.

Jungkook sonrió de lado, feliz, a la vez que se levantaba con cuidado de no tirar los anillos y sujetaba su cintura para besarlo lentamente. Algunas personas tras ellos aplaudían por la escena, a la vez que los fuegos artificiales empezaron en lo alto del castillo.

Cuando se separaron, Jungkook se encargó de poner el anillo en el dedo de Jimin y colocar el suyo propio.

— Ahg, por fin soy Park Jungkook. —Jadeó satisfecho.

Park rodó los ojos sonriendo.


Gracias a todxs los que me siguen leyendo ♥️

Flowers Boy ❀ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora