Especial 2k

3.7K 376 26
                                    


1358 d. C.

El ambiente estaba sobrecargado de aromas horripilantes. Apestaba a sexo, cigarros y alcohol barato de cualquier bar de mala muerte en aquel casi inhóspito pueblo, a causa de las grandes muertes enfrentadas por la epidemia más grande y peligrosa de la historia pocos años anteriores.

Algunos supervivientes camuflaban su dolor en eso, alcohol, drogas, cigarros y sexo barato con un Omega cualquiera en aquel prostíbulo. Un bar que se veía común ante los ojos de cualquier persona que no conociera lo que se hacía entrando de puertas para dentro.

Habían hablado tanto de ese maldito lugar, que el Alfa que ahora bajaba de su gran carruaje estaba emocionado de poder ver que se podría encontrar tras esa puerta. Botó a sus sirvientes a un lado y se abrió paso en aquel infierno.

Crujió su cuello ante la mala sensación y repugnancia por olores altamente potenciales. Ugh, le dio asco solo respirar, pero ante eso, su curiosidad le ganaba con creces.

Era el Alfa más deseado de todo el condado, tal vez de la península también. Y estaba orgulloso de ello, le hacía sentir bien, amado. Aunque por dentro estuviera roto y herido. Sentía que le faltaba algo, echaba de menos algo que no sabía realmente que es lo que era. Por eso, en cuanto los rumores llegaron a sus oídos sobre cierto prostíbulo, decidió honrar a las personas dentro de él con su presencia.

No tembló, no siquiera se permitió bajar la mirada cuando se acercó a la barra y el hombre tras ella le miró a través de un solo ojo, cubriendo el otro con un ojo.

— ¿Qué? —Preguntó con desgana.

El Alfa de pelo negro apretó su mandíbula y jugó con sus anillos para no perder la paciencia. El hombre frente a él miró su mano atentamente.

— Han llegado rumores a mí presencia que sirven buenos cócteles aquí. —Habló con el mentón en alto.

Esa era la clave para abrirse las puertas en aquel devastador lugar. El hombre le miró alzando una ceja y le tendió una especie de catálogo roñoso y desgastado. El Alfa lo miró asqueado para proceder a leer.

Grey Tears (lágrimas grises)

Damaged Wings (alas dañadas)

Atlantic Hole (agujero del Atlántico)

Catch you (atraparte)

Black Bird (pájaro negro)

Luego de estar ojeando la desastrosa hoja por un buen tiempo, por fin se dignó a decidir.

— Damaged Wings. —Habló con voz firme. El hombre soltó una carcajada seca.

— No sabes lo que es elegir bien. —Se carcajeó—. Quizás sea el peor cóctel de la lista, joven. Con lo atrayentes nombres que aparecen ahí y eliges al único que podrá hacerte perder el orgullo de Alfa.

Tensó su mandíbula de nuevo y empujó el catálogo al otro lado de la barra.

— Quiero a Damaged Wings. —Ordenó—. Me da igual el nombre, es solo eso, un nombre para llamar la atención. Si sus alas están dañadas será por algo, ¿no lo cree, señor?

Asintió a regañadientes y silvó con sus dedos entre sus labios para llamar a otro encargado. Murmuró algo en su oído y el hombre se fue asintiendo.

— Ese bicho es despreciable. —Habló molesto—. Es rebelde, irrespetuoso y es capaz de someter a cualquier Alfa. Es un Omega fuera de lo común.

— Es un Omega al fin y al cabo. —Se encogió de hombros.

— Si me dice su nombre mañana aparecerá en toda la prensa del país como otro Alfa más humillado por ese engreído Omega. —Vaciló.

Flowers Boy ❀ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora