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Era un día normal en la capital de Corea del sur, adultos levantándose de madrugada para ir a trabajar, estudiantes preparándose para ir a la escuela, los noticieros de la mañana informando cualquier cosa que podría resultar interesante y útil. Tal vez una de las únicas cosas diferentes que ocurría en la ciudad era la despedida de unos padres algo campechanos de su único y adorado hijo.
La señora Jeon apretujaba las mejillas de su hijo, sin poder creer que éste se fuera de casa tan joven, pero todo fuera por un mejor futuro para el chico de dieciocho años que cursaría su último año en Seúl, en un buen colegio que le conseguiría mejores oportunidad para ir a la universidad.
Ese había sido el plan desde que Jungkook comenzó sus estudios y sus padres habían ahorrado todos estos años para pagar el viaje del menor, desde su pueblo natal, hasta la gran capital. Claro, una tía lejana había ayudado un poco a conseguirle un trabajo de medio tiempo al chico en un restaurante, la paga ayudaría a Jungkook a costearse un pequeño apartamento de estudiante, la comida y cualquier otra cosa que necesitara. El pequeño ya se estaba convirtiendo en todo un hombre frente a los ojos de su madre.
Y es que Jungkook al ser hijo único siempre había sido el consentido, un chico muy guapo, parecía un muñeco precioso con su cabello color chocolate y sus finos labios. Era alto y tenía un buen cuerpo trabajado en el campo. Sus ojos eran grandes y parecía que tenía la galaxia en éstos. Cuando sonreía múltiples hoyuelos se formaban en sus preciosas mejillas. Pero a pesar de que el chico era adorable, eso no le quitaba lo increíblemente guapo y posiblemente seductor.
Pero claro, Jungkook no se daba cuenta de todo esto, él se creía un simple chico de campo que llegaba a la capital en busca de un mejor futuro. Por suerte era aplicado en los estudios, así que no tendría problema.
─ Ya mamá... ─ Se quejó porque su madre no dejaba de apretar sus mejillas.
Sus padres habían viajado con él para irlo a dejar, pero ellos viajarían de regreso al pueblo y Jungkook se quedaría.
─ Hijo, no olvides comer saludable los tres tiempos de comida, come tus snacks también. Si te falta dinero nos avisas, estarémos ahorrando por cualquier cosa. ─ Le dijo la señora Jeon.
El Señor Jeon ni siquiera podía hablar, pues no quería que su hijo lo viera llorar. No es que ellos tuvieran ese tipo de relación de padre macho - hijo más macho. En realidad Jungkook era abiertamente homosexual y sus padres lo aceptaban, aunque eso había sidouna odicea en el pequeño pueblo. Tal vez este era uno de los motivos que emocionaron a Jungkook de salir del pequeño pueblo... todas las posibilidades.
─ Bueno, hijo. ─ Dijo su padre al ver que ya era hora de irse. ─ Hazle caso a tu madre.─ Le dijo con sus ojos aguados y abanicándose la cara con una mano para no llorar. Los ojos de Jungkook también se aguaron.
─ Si, papá, prometo llamarlos. Los extrañaré. ─ Los tres se abrazaron y, aunque les costó, se soltaron.
Los padres de Jungkook regresaron al tren mientras le hacían gestos de despedida al menor con sus manos. El chico esperó a que el tren partiera y luego salió de la estación. Por felicidad que ya todo estaba planeado. El transporte que llevaría a Jungkook a su pequeño departamento lo esperaba afuera de la estación, así que el solamente saludó respetuosamente y ayudó a subir su equipaje, muchas cosas las habían enviado con antelación.
Llegaron al edificio de apartamentos, éste quedaba algo cerca del colegio. El chofer ayudó a Jungkook a descargar su equipaje y, luego de que Jungkook pagara, éste se fue dejándolo solo. Jungkook acomodó sus maletines y los jaló al interior donde fue recibido por un hombre bastante gordo.
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En Tus Sueños |Junghope| [Disponible En Físico]
FanfictionJungkook es el chico de último año que tiene la mala suerte de tener que sentarse junto al chico muro del salón. Hoseok era un chico feliz hasta que algo lo convierte en lo que es hoy: un malhumorado, serio y solitario estudiante con el que nadie qu...