Capítulo 37

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-💤-

Hoseok despertó, un leve jadeo salió entre sus temblorosos labios. Se quedó inmóvil unos segundos mientras intentaba asimilarlo nuevamente. Luego se sentó lentamente en la cama mordiendo su labio inferior para suprimir cualquier sonido por el dolor. Respiró pesadamente cuando logró estár sentado y luego se levantó sus piernas flaquearon pero él logró mantenerse de pie.

Respiró profundo mientras caminaba al baño como lo había hecho tantas veces, intentando ignorar el sentimiento de algo deslizando entre sus piernas, pero no logró ignorarlo. Se apresura hasta llegar al inodoro y comenzar a vomitar. Vomitó hasta que las arcadas fueron vacías y su cuerpo temblaba por el esfuerzo.

Abrazó la taza débilmente mientras sollozaba.

─ Sabía que no podría serte fiel... pero duele más de lo que pensaba... ─ Susurró cerrando sus ojos.

Se mantuvo así respirando e intentando mantener su mente vacía, hasta que pudo volver a levantarse para limpiarse. No podía dejar de llorar porque sentía el corazón roto, porque le encantaba estar con Jungkook, pero su cuerpo estaba tan sucio, no podía hacerle esto a ese chico fastidioso.

Simplemente no podía.

Volvió a vestirse y se sentó en su cama mirando al vació mientras lloraba.

─ Hoseok, conseguí que... ─ Su madre se quedó sorprendida de encontrar a su hijo jadeante y llorando tan profundamente. ─ Hoseokie... ─ Dijo apresurandose a su lado. ─ ¿Qué sucede?

Hoseok negó con la cabeza y se alejó de su abrazó cuando la mujer quiso rodearlo con sus brazos.

─ ¿Hoseok? ─ Lo llamó ella pero el menor giró el rostro al lado contrario, sus dientes tiritando porque su cuerpo temblaba sin que él pudiera controlarlo.

─ D-Déjame... ─ Pidió el menor en un susurro acompañado por un sollozo, quería cubrir el rostro pero no podía, sus brazos ya estaban entumecidos.

─ ¿Qué?─ Preguntó la mayor bastante confundida y preocupada. ─ Pero... me llamaste, pediste que volviera.

Hoseok asintió aun llorando sin poder controlarse.

─ Creí que... creí que todo mejoraría si volvías... ─ Le dijo. ─ Pero sigue igual. ─ Su voz se quebró mientras sollozaba y temblaba. ─ Sigue igual... No puedo... Y-Ya no puedo, mamá.

Hoseok la miró con sus ojos tristes y desesperados haciendo que las lágrimas de su madre también cayeran.

─ Sigues... sigues sin... no aceptas que estoy enfermo. ─ Reclamó el menor. ─ Me dejaste sólo, mamá. Me dejaste sólo y ya no puedo estar sólo... quería que volvieras para no estar sólo, pero sigue siendo igual. Más bien... me haces sentir peor.

Su madre sollozó y tapó su boca con una mano.

Hoseok sintió sus piernas entumecerse mientras seguía llorando.

─ ¡Me haces sentir mal! ─ Le dijo Hoseok girando el rostro a su ropero. ─ No quiero ropa nueva, no quiero regalos. Tengo buenas notas y ahora sé que lo sabes... ¿Por qué me llamas holgazán? Sabes que estoy enfermo.

Las lágrimas seguían cayendo con tanto resentimiento.

─ Sabes que estoy enfermo, mamá. ─ Le dijo el menor. ─ Lo siento, ¿Sí? Lamento haberme enfermado.

─ No, no, no. ─ Le dijo la mujer tomando la mano del menor.─ No te disculpes, Hoseokie, no tienes que disculparte. ─ Las manos de la adulta temblaban.

─ ¿Entonces qué hago, mamá? ¿Qué hago para que me veas otra vez? ─ Le preguntó el menor. ─ Mirame... No soy nada, sólo un enfermo...

─ No eres sólo eso. ─ Le dijo la mayor apretando la mano de su hijo para contenerlo aunque fuera un poco. ─ No eres sólo un enfermo, y-yo soy la enferma, Hoseokie... t-tú no, no... yo s-sólo...

En Tus Sueños |Junghope| [Disponible En Físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora