Capítulo 22

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-💤-

─ ¿Hoseok? ─ La mujer llegó a la habitación de su hijo notando de inmediato que a la puerta le faltaba algo.

Pensó en mandarlo a reparar. Estaba tan sumida en ello que ni siquiera notó que no había recibido respuesta de su hijo.

─ ¡Ya está la comida! ─ Gritó y caminó hacia las gradas.

El grito hizo que Hoseok presionara los ojos y luego los abriera lentamente, no tuvo que observar mucho para saber que se encontraba aún en el frío suelo. Su cuerpo se sentía helado y se levantó temblando del frío.

Observó la puerta del baño abierta y su habitación aún estaba hecha un desastre. No estaba seguro de haber escuchado bien a su madre gritando sobre la cena, pero poco le importaba. Simplemente se apoyó en el inodoro y se puso de pie entre respiraciones algo erráticas. Su piel ardía con cada movimiento y los golpes que recibió le dificultaban el respirar normalmente, especialmente después de haber vomitado.

Caminó hacia el centro de su habitación, observando su escritorio y pensando en levantarlo, pero luego se dió cuenta que estaba demasiado débil para ello.

─ ¡¿Hoseok?! ─ Escuchó el grito de su madre confirmando que debía bajar a la cocina.

A medida caminaba, el chico se daba cuenta que por segundos su mente se nublaba, sentía demasiado sueño y no podía evitar moverse demasiado despacio aunque él sintiera que iba a paso normal. Sin saberlo, sus labios estaban pálidos al igual que su piel, ésto hacía resaltar aún más sus permanentes ojeras y su delgadez.

Sin darse cuenta cómo ya estaba en la entrada de la cocina. Era cómo si hubiera caminado dormido, sintió su cuerpo temblar al ver a su padrastro sentado en la mesa con una sonrisa en el rostro, cómo si horas atrás no lo hubiera lastimado con su cinturón, cómo si no fuera un monstruo.

Hoseok se forzó a sí mismo a sentarse en su asiento y mantener su mirada baja, pero aún esto no le evitó ver a su madre caminar hacia el adulto con una sonrisa y besar sus labios. ¿Qué había pasado con su amante? ¿Por qué tenía que hacer esto justo ahora? El estómago se le revolvió aunque estaba completamente vacío, haciéndole sentir un enorme nudo. Su madre estaba besando a ese hombre que lo había violado tantas veces. Se sentía demasiado sucio y mucho más enfermo de lo que ya estaba.

El beso acabó y su padrastro se giró a verlo con una sonrisa en el rostro. El aire le faltó en el momento, mientras notaba la burla en el rostro del mayor, éste sabía cuánto daño le estaba haciendo con ese sólo gesto. Porque Hoseok estaba hundido, completamente hundido ante la presión emocional que ese hombre ponía sobre él.

Sus párpados comenzaron a pesar y sus manos ya estaban adormecidas. Su respiración se sentía demasiado débil al igual que sus latidos.

─ Por Dios, Hoseok, no seas holgazán. ─ Regañó su madre al verlo cabecear. Él abrió sus ojo con mucha dificultad, sabía que a penas estaban entre abiertos pues sus pestañas adornaban su visión.

─ L-Lo siento. ─ Se disculpó con demasiado sueño por lo que llevó sus manos a sus brazos comenzando a arañarlos, intentando que el dolor lo mantuviera despierto. Jadeó suavemente mordiendo su labio inferior.

Su padrastro ignoró el comportamiento del menor por completo mientras la madre traía la comida a la mesa, fingiendo que Hoseok no se estaba lastimando frente a ellos y esperando que la mujer simplemente no lo notara.

Hoseok no recuerda la cena, solamente sabe que comió porque se encuentra de nuevo vomitando la comida. Respira con demasiada fuerza, o tal vez es que está tan débil que el respirar se siente de esa manera. El sonido de los mensajes en su celular se siente cómo fuertes truenos que resuenan en su cansada mente. Cierra los ojos con fuerza y se levanta con dificultad para ir a su celular.

En Tus Sueños |Junghope| [Disponible En Físico]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora