[ 𝟎𝟏 ; 𝟐𝟒 ]

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HOLA, ESTOY ESCRIBIENDO EN MAYÚSCULAS PARA QUE NO DEJEN PASAR ESTE AVISO.

A PARTIR DE ESTE CAPÍTULO EN ADELANTE, EL FANFIC NO ESTÁ EDITADO, QÚE QUIERO DECIR CON ESTO, ME REFIERO A QUE LA NARRACIÓN, REDACCIÓN E HISTORIA ESTÁ COMO LA PRIMERA VEZ QUE LO ESCRIBÍ, POR LO QUE ES MUUUUUUUUY PROBABLE QUE SE ENCUENTREN CON ERRORES, ESCRITURA DE BAJO NIVEL Y PEORES HORRORES QUE LOS DEL MISMO INFIERNO, ASÍ QUE, SEAN PACIENTES, QUE POCO A POCO IRÉ EDITANDO LOS CAPÍTULOS Y ESTE AVISO SE IRÁ MOVIENDO A LA PAR DE LOS QUE YA ESTÁN LISTOS UWU.

LOS VUELVO A PUBLICAR, PORQUE HAY GENTE DESESPERADA QUE PARECE QUE LES ROBÉ LA VIDA AL MANDAR A BORRADORES EL RESTO DE LA HISTORIA KJASHDKJAHSDKJAHSDJKAHSDKJHASD, IGUAL, CREO QUE A PARTIR DEL CAPÍTULO 70, EL FANFIC YA TIENE MI MANERA ACTUAL DE ESCRIBIR/NARRAR, POR LO TANTO... NO SÉ, SÓLO LEANLO CON LO QUE LES DIJE EN MENTE, PUEDEN HABER ERRORES Y MUCHOOOO CRINGE JDKASJDHAKDJ.

ADIÓS.

***CUANDO UN CAPÍTULO YA ESTÉ EDITADO, ESTE AVISO PEDORRO NO APARECERÁ AL PRINCIPIO***

[...]


Como era costumbre, Choi Beomgyu reposaba en la cama del mayor, quien no lo acompañaba esa vez, porque estaba ocupado con un documento que debía aprenderse antes del examen que se venía en dos días más. Los ojos del rubio estaban completamente concentrados en la pantalla de su portátil —regalo que le dio su padre cuando creyó que el hueco, netamente, emocional que cargaba su hijo, podía ser rellanado con bienes materiales—, estudiando cada termino y memorizando lo esencial, no obstante, su vista iba y venía a ratos del computador al móvil, tanto que creyó que cuando una llamada entrante apareció, se trataba de la razón por la que lo miraba esperanzado.

Cogió el dispositivo, el cual era observado por dos pares de orbes, uno del dueño y otro del menor que yacía atrás suya. Al mirar el contacto, se decepcionó un poco, pero igualmente contestó, ya que sabía el motivo por el que Kim Minju le había llamado.

—¿En una hora? —repitió para cerciorarse de haber oído bien, puesto que, del otro lado de la línea, se escuchaba un gran bullicio —Vale, te espero, noona —se despidió antes de colgar, dejando el teléfono en su lugar, no sin verificar previamente que sus amigos seguían sin escribir en su chat grupal.

La castaña vendría por él a las doce, acompañada de Kim Chaewon —la otra vez novia de Lee Hoseok— y otra chica más a la que no recordaba. Sin ese recordatorio, seguramente habría olvidado que tenía una fiesta a la que asistir, pero el motivo de su desconexión era evidente y llevaba molestándole un par de días. El que Kang Taehyun y Choi Soobin no respondieran sus mensajes, le hacía sentir la peor escoria del mundo, que los decepcionó y, peor aún, que estaba encerrado en una habitación sin puertas ni ventanas por las que escapar, con sólo un lento y dulce veneno que le hacía sentir fuera de esas cuatro paredes, uno que actuaba gentilmente con su perturbada y dañada psique.

Porque a Choi Yeonjun llevaba un peso en la espalda hace años y, que no parase de crecer a lo largo del tiempo, le tiraba hacia el fondo cada vez más. Las pesadillas le creaban un miedo, sin embargo, al final del día, sólo eran un mal sueño, no como su realidad que se iba curvando negativamente hasta forjar un difuso y compresor vacío en su pecho, uno que progresaba cada vez que veía que a mujer que besaba a su padre y le trataba con cariño, ya no era su madre, sino que era la de un mocoso que lo segregaba todavía más de su paz mental.

Era una enervante plasta donde fuera y ni siquiera entendía porqué los dos menores le insistieron tantas veces en que podía contar con ellos. ¿Para qué? ¿Para que sintieran que en vez de tomar su mano, les estaba agarrando del codo? Ya había caído lo suficientemente bajo como para que al intentar salir, los arrastrara con él o que, al notar la podredumbre en la que se hallaba su cabeza, se fueran de su vida también.

❝𝒅𝒓𝒐𝒑𝒐𝒖𝒕❞ ⁽ʸᵉᵒⁿᵍʸᵘ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora