[ 𝟎𝟏 ; 𝟕𝟎 ]

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HOLA, ESTOY ESCRIBIENDO EN MAYÚSCULAS PARA QUE NO DEJEN PASAR ESTE AVISO.

SÉ QUE DIJE QUE A PARTIR DEL CAPÍTULO 70 YA ESTARÍAN BIEN LOS CAPÍTULOS, PERO NO ESTOY MUY SEGURA, ASÍ QUE TAMBIÉN LOS DEJARÉ CON ESTE AVISO DE QUE PUEDEN ENCONTRAR ERRORES Y MUCHO CRINGE, SEAN CAUTELOSOS AL LEER SJDAKJDLJAKSDHKJAHS.

ADIÓS.

***CUANDO UN CAPÍTULO YA ESTÉ EDITADO, ESTE AVISO PEDORRO NO APARECERÁ AL PRINCIPIO***

[...]


El tiempo libre abundaba, pero las personas con quienes pasarlo no, por lo que ahí se encontraba nuevamente sentado en una banca de un parque cerca del barrio comercial de la zona, tomando un americano que le compró el mayor, ambos tranquilos viendo los autos pasar y escuchando los trozos de conversaciones ajenas que se colaban por sus oídos.

—¿Te gustan los chicos? —formuló repentinamente.

Lo siguiente fue un adolescente ahogándose por culpa de la interrogante que el universitario le hizo, prosiguiendo a toser mucho con lágrimas en sus ojos por el susto.

—Oh, Kai-yah, ¿estás bien? —le palmeó la espalda para ayudarle.

—¿Qué pregunta es esa, hyung? —arrugó su entrecejo, recuperando el aire.

Llevaban un tiempo de conocerse, pero eso no los convertía instantáneamente en cercanos, al menos no para que le preguntara cosas de ese estilo y menos en un lugar tan público donde cualquiera que los conociera pudiera escuchar aquello.

—Pensé que morirías —señaló.

—Me refería a la otra... —dejó a un lado el vasito plástico, dando por finalizada su cuota de café de ese día.

—Ah —asintió —. Bueno, es que lo estuve pensando un poco el otro día y me di cuenta de que eras la segunda persona que conozco que no tiene amigos —se giró hacia el extranjero.

—Hablando así, me sorprende que tú los tengas... —ironizó por la forma en la que el pelimorado se refirió a su situación social, mas lo único que ganó fueron unas carcajadas del contrario, quien le tomó del brazo.

—L-lo siento... —se disculpó entre risas —Quise decir que normalmente me junto con gente que tiene muchos más amigos y convivimos todos juntos, pero Taehyunnie y tú casi ni hablan con otras personas —aclaró sin mucho sentido para el castaño.

—¿Y qué tiene que ver eso con que si me gustan los chicos? —cuestionó viendo a otra parte —Eres raro, Soobin hyung... —agregó por el comportamiento que tenía el de hoyuelos en ese momento.

—Taehyunnie es hetero y llevamos mucho tiempo siendo amigos —corroboró —. Pero tú y yo no nos conocemos lo suficiente y creí que podríamos andar —habló con una intranquilizante naturalidad que impactó al menor.

Fue cuestión de segundos para que el rostro pálido de Kai Huening se tornara rojizo y sus ojos se abrieran como dos platos, provocando que este se parara de la banca abruptamente y empezara a caminar lejos de ahí mientras se subía la capucha de su chaleco, mostrando el diseño de monstruo que esta tenía impreso.

Su corazón no podía ir más rápido, era biológicamente imposible. Es decir, estuvo tantos meses detrás de Choi Soobin y se deprimió patéticamente por no ser correspondido, como para que de la nada llegara y le dijera eso en su inexperta cara.

—¡¿A dónde vas, Kai-yah?! —se apresuró en alcanzar a su dongsaeng.

—¿En serio eres un adulto? —puso en duda, puesto que el de cabellos teñidos ya había cumplido la mayoría de edad.

—Lo siento, fui demasiado directo, ¿no? —el estudiante asintió, aún tratando de ocultar su rostro —Bueno, por eso te preguntaba si te gustaban los chicos... —pasó su mano por detrás de su nuca.

—No entiendo qué quieres lograr con esto, hyung —dio un paso hacia atrás.

—He tenido miles de relaciones y ninguna funciona a largo plazo —le recordó, pues eso ya lo sabía el castaño —. Incluso fui rechazado por tu amigo... —hizo referencia al azabache —Quiero dejar de fallar y, quizás, debería empezar a buscar en otras partes —apretó sus labios —. Además, eres lindo —ladeó su cabeza, deseando que el gesto suavizara sus palabras que estas no lo espantaran.

¿Estaba soñando?

Le estaban dando en bandeja de planta lo que tanto quiso, mas no entendía qué era lo que le estaba molestando de la presente situación. Tal vez, era lo degradante que se tornaba todo al estar siendo tratado, técnicamente, como la última opción.

Y pese a que actualmente ya no se colocaba nervioso al interactuar con Choi Soobin —debido a que las decepciones fueron inmunizándolo—, juraba que en ese instante estaba a punto de desmayarse por el exceso de sentimientos que le recorrían.

—Pero, no tenemos que ir rápido —se apresuró en acotar —. Podríamos sólo pasar más tiempo juntos y luego ver si funciona... —añadió —Te estoy incomodando... —no podía mantener su boca cerrada, porque por cada segundo que el silencio del opuesto se prolongaba, menos seguro estaba de lo primero que dijo.

—Un poco... —estuvo de acuerdo.

—Lo siento, Kai-yah... —nuevamente se disculpó —Fue divertido jugar en el arcade, entonces, creí que sería buena idea preguntarte...

Choi Soobin era estúpidamente impulsivo.

—¿Y si no te gusto? —apartó la capucha de su rostro, mirándole expectante.

—Te lo diré —aseguró —. Pero tú también tienes que decirme si no te gusto —pidió alzando sus cejas y luciendo un semblante serio.

¿Era una buena decisión?

Es decir, su madre siempre le dijo que no se fiara de las cosas gratis, porque a la larga siempre terminaban saliendo más caras, pero era la oportunidad que él quería y se la estaban regalando, pese a que fuera por medio de un experimento.

—Bueno.

Kai Huening también podía llegar a ser absurdamente impulsivo.

❝𝒅𝒓𝒐𝒑𝒐𝒖𝒕❞ ⁽ʸᵉᵒⁿᵍʸᵘ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora