[ 𝟎𝟏 ; 𝟕𝟒 ]

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HOLA, ESTOY ESCRIBIENDO EN MAYÚSCULAS PARA QUE NO DEJEN PASAR ESTE AVISO.

SÉ QUE DIJE QUE A PARTIR DEL CAPÍTULO 70 YA ESTARÍAN BIEN LOS CAPÍTULOS, PERO NO ESTOY MUY SEGURA, ASÍ QUE TAMBIÉN LOS DEJARÉ CON ESTE AVISO DE QUE PUEDEN ENCONTRAR ERRORES Y MUCHO CRINGE, SEAN CAUTELOSOS AL LEER SJDAKJDLJAKSDHKJAHS.

ADIÓS.

***CUANDO UN CAPÍTULO YA ESTÉ EDITADO, ESTE AVISO PEDORRO NO APARECERÁ AL PRINCIPIO***

[...]


Los grandes ventanales del gimnasio dejaban a la vista la oscura soledad de las afueras del campus universitario, pues eran vacaciones de invierno y, además, pronto serían las diez de la noche, por lo que el lugar cerraría y los estudiantes que practicaban deporte o se ejercitaban tendrían que marcharse a sus casas. Sin embargo, allí sólo se encontraba Kang Taehyun, quien golpeaba un saco de boxeo, mientras que Choi Soobin se quedaba sentado en el suelo acolchado de esa zona del gimnasio, apoyando su espalda en otro de los sacos consiguientes.

El castaño terminó su tercer set, notando que la pantalla de su teléfono se había encendido, revelando un mensaje emergente, cuyo nombre del remitente capturó sus ojos, desembocando pensamientos respecto a lo que ha pasado últimamente. 

—Sólo díselo —habló el pelimorado —. No es como si perdieras algo si te rechaza... —volvió a centrar su mirada en su propio móvil, a la vez que el más bajo le daba un sorbo a su bebida isotónica.

—Tan entrometido —dejó la botella en el suelo y estiró los músculos de sus brazos, preparándose para comenzar la cuarta tanda de su rutina de brazos.

El mayor se acababa de despedir del extranjero vía mensajes, ya que, este le dijo que tenía que irse a cenar con su familia y no le dejaban usar aparatos tecnológicos en la mesa.

Estaban yendo poco a poco, no como las veces anteriores donde Choi Soobin se involucraba de manera avasalladora en la vida de su interés romántico, viviendo todas las experiencias en un segundo, sin sacarles el máximo provecho, ni preocupándose de cuidar de los recuerdos que creaba junto a esas personas.

Kai Huening era un buen chico y, aunque no hayan tenido un gran progreso en el aspecto de pareja, sí avanzaban como amistad y la honestidad, acompañada del inesperado sarcasmo del adolescente, le gustaba. 

Honestidad.

—¿Qué harías si Na Wookyung le hace algo malo a Lea? —soltó sin dudarlo, agarrando desprevenido al que se hallaba golpeando aquella superficie duramente mullida, mas continuando su entrenamiento como si nada.

—Depende... —jadeó por la intensidad del entrenamiento.

—¿De qué? —alzó una ceja, guardándose el teléfono en el bolsillo del pantalón.

—De qué le haya hecho... —entonces, el de cabellos púrpura tragó seco y suspiró, inseguro de si era buena idea seguir hablando.

El silencio que se instaló entre ellos fue sepulcral, reflejando la introversión que poseyó al gigante, mientras que la curiosidad del contrario fue creciendo paralelamente a la cantidad puños que marcaba contra el saco repleto de arena.

—Abusar de ella...

El ruido sordo de los golpes cesó abruptamente y el castaño miró a su mejor amigo.

—¿Por qué preguntas eso tan de repente? —espetó, sacándose los guantes especiales para su entrenamiento.

Sinceramente, desde el momento en el que comenzaron a juntarse con Lea Huening y su grupo cercano, Choi Soobin resaltaba por su agradable y carismática personalidad, por lo que Kang Taehyun sintió un ligero escalofrío al escucharlo pronunciar semejante supuesto, pues, las probabilidades de que la chica le haya confesado algo como eso eran preocupantemente altas.

❝𝒅𝒓𝒐𝒑𝒐𝒖𝒕❞ ⁽ʸᵉᵒⁿᵍʸᵘ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora