[ 𝟎𝟏 ; 𝟖𝟔 ; 𝟏/𝟒 ]

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HOLA, ESTOY ESCRIBIENDO EN MAYÚSCULAS PARA QUE NO DEJEN PASAR ESTE AVISO.

SÉ QUE DIJE QUE A PARTIR DEL CAPÍTULO 70 YA ESTARÍAN BIEN LOS CAPÍTULOS, PERO NO ESTOY MUY SEGURA, ASÍ QUE TAMBIÉN LOS DEJARÉ CON ESTE AVISO DE QUE PUEDEN ENCONTRAR ERRORES Y MUCHO CRINGE, SEAN CAUTELOSOS AL LEER SJDAKJDLJAKSDHKJAHS.

ADIÓS.

***CUANDO UN CAPÍTULO YA ESTÉ EDITADO, ESTE AVISO PEDORRO NO APARECERÁ AL PRINCIPIO***

[...]


Sus delgados dedos se escondieron entre las hebras del tinturado cabello ajeno, sintiendo cómo los brazos del dueño de este se posaban a cada lado de la cama, apoyando su peso con cuidado de no aplastar al castaño debajo suyo y poder seguir escuchando de forma fluida los chasquidos que envolvían su habitación, aquellos que tornaban el ambiente en uno especialmente íntimo, pues se trataba de la quinta vez que se encontraban probando al otro y, aunque el de hoyuelos fuera la primera persona con la que el extranjero se involucraba de forma física, este último se había acostumbrado con facilidad a seguir el ritmo del mayor.

Esa tarde de invierno, los padres de Choi Soobin se habían ido a un cumpleaños de alguien que desconocía, y su hermano, Choi Minhyuk, se fue de viaje con sus amigos egresados de medicina desde hace un par de semanas, mas no regresaría hasta el próximo viernes. Entonces, entendió que mandarle un mensaje diciendo "no hay nadie en mi casa" al estadounidense sería suficiente para que comprendiera que, si querían seguir comprobando su compatibilidad como pareja, el lado psicológico era un porcentaje, pero que ahora debían avanzar al físico.

Kai Huening no podía engañarse a sí mismo y fingir una actitud temeraria ante algo que le causaba más inseguridad que emoción, pues, tan pronto como interpretó esa sutil invitación como una incipiente necesidad del pelimorado por tener relaciones, un sudor frío le caló el cuerpo, mas su lado sensato le recordaba que la última vez que se ahorró decir lo que sentía, las cosas resultaron en un malentendido y malos ratos que otro pasó por su culpa.

El más alto bajó al cuello del contrario, empezando a repartir cortos besos y mordidas piadosas, caricias que derretían las entrañas del receptor, ya que, siendo claramente alguien sin experiencia alguna en es tipo de contacto, era inevitable que quisiera seguir sintiendo las descargas eléctricas que se traducían en adictivos estímulos en el resto de su anatomía, trastocando su respiración y afectando su auto-control, así derivando en un quedito gemido cuando el universitario no midió su fuerza al morderle.

—Ah... —aquello se percibió casi como un intento de atarazar su piel.

Despejó la zona en cuestión y alzó la mirada, permitiéndole una vista completamente distinta al más bajo, debido a que había un diferencia abismal entre el Choi Soobin que le recibió en la puerta y el que le observaba en ese instante. Esa apariencia naturalmente amable y calmada estaba siendo sustituida por una que emanaba algo de agresividad en un curioso buen sentido, puesto que podías notar la excitación en sus ojos, además de lo cooperativo que era su despeinado cabello con su imagen en ese contexto.

—Soobin hyung... —trató de medio inclinarse sobre sus antebrazos.

—Ya no quieres seguir, ¿verdad? —la expresión en su rostro cambió automáticamente, desentonando al opuesto.

—No creo que sea mi momento —tensó sus enrojecidos labios, viendo como el otro se removió y se sentó a los pies de la cama, largando un suspiro.

—Está bien —asintió con algo de desilusión al haber creído que esa vez llegarían más lejos.

—Lo siento... —aprovechó de sentarse también.

❝𝒅𝒓𝒐𝒑𝒐𝒖𝒕❞ ⁽ʸᵉᵒⁿᵍʸᵘ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora