[ 𝟎𝟏 ; 𝟐𝟖 ]

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HOLA, ESTOY ESCRIBIENDO EN MAYÚSCULAS PARA QUE NO DEJEN PASAR ESTE AVISO.

A PARTIR DE ESTE CAPÍTULO EN ADELANTE, EL FANFIC NO ESTÁ EDITADO, QÚE QUIERO DECIR CON ESTO, ME REFIERO A QUE LA NARRACIÓN, REDACCIÓN E HISTORIA ESTÁ COMO LA PRIMERA VEZ QUE LO ESCRIBÍ, POR LO QUE ES MUUUUUUUUY PROBABLE QUE SE ENCUENTREN CON ERRORES, ESCRITURA DE BAJO NIVEL Y PEORES HORRORES QUE LOS DEL MISMO INFIERNO, ASÍ QUE, SEAN PACIENTES, QUE POCO A POCO IRÉ EDITANDO LOS CAPÍTULOS Y ESTE AVISO SE IRÁ MOVIENDO A LA PAR DE LOS QUE YA ESTÁN LISTOS UWU.

LOS VUELVO A PUBLICAR, PORQUE HAY GENTE DESESPERADA QUE PARECE QUE LES ROBÉ LA VIDA AL MANDAR A BORRADORES EL RESTO DE LA HISTORIA KJASHDKJAHSDKJAHSDJKAHSDKJHASD, IGUAL, CREO QUE A PARTIR DEL CAPÍTULO 70, EL FANFIC YA TIENE MI MANERA ACTUAL DE ESCRIBIR/NARRAR, POR LO TANTO... NO SÉ, SÓLO LEANLO CON LO QUE LES DIJE EN MENTE, PUEDEN HABER ERRORES Y MUCHOOOO CRINGE JDKASJDHAKDJ.

ADIÓS.

***CUANDO UN CAPÍTULO YA ESTÉ EDITADO, ESTE AVISO PEDORRO NO APARECERÁ AL PRINCIPIO***

[...]


Durante su monótono camino de vuelta a casa desde la escuela, el estudiante de segundo grado, iba acompañado de las melodías en modo aleatorio que provenían de sus audífonos alámbricos, tarareando el ritmo pegajoso que estas poseían y poco prestando atención a sus alrededores, porque justo a la vuelta de la esquina de las cuadras previas a su casa, un chico más alto y de cabello rubio estaba por topárselo inconscientemente. 

Choi Beomgyu dio los últimos pasos hasta llegar al final de la acera, dispuesto a esperar que el semáforo cambiara del color rojo al verde y, cuando eso pasó, giró su rostro a la derecha, revisando que ningún vehículo se le antojara faltar a la ley, mas lo único que se encontró fue a su hermanastro, quien, igualmente, lo reconoció, apartando la mirada con indiferencia fingida, por supuesto, porque por dentro los pensamientos vulgares asaltaron su mente, quitándole la confianza de sostenerle el contacto visual al menor como antes, ahora sólo se limitaba a ignorarlo olímpicamente. Pero desde la perspectiva del azabache, las cosas tampoco eran más fáciles, ya que, la vergüenza y temor superaban su confianza en sí mismo innata, lo que le impedía preguntarle a su hyung sobre la reunión —el nombre clave para la cita doble— con los otros dos individuos.

El universitario esperó a que el más bajo cruzara para seguirlo por detrás y ahorrarse las interacciones con este, sin embargo, solamente se halló auto-reprendiéndose cuando sus ojos descendieron hasta la parte posterior del cuerpo ajeno, negando con la cabeza y, una vez llegaron a la entrada de su hogar, pasó de largo, aprovechando cada instancia para permanecer lejos del opuesto. Iría a la tienda de conveniencia, sin contar con que su dongsaeng lo seguiría, esperándolo por fuera del local, dándole el susto de su vida cuando salió, tirando la bolsa que tenía agarrada encima de su pecho y permitiendo que su contenido se cayera en todas direcciones.

—¡Lo siento, hyung! —exclamó apenado, yendo a por los objetos más lejanos que se dispersaron en el pequeño aparcamiento.

Con apuro fueron recogiendo todo, hasta que la lata de energética faltante quedó a los pies del universitario y, en un movimiento que buscaba ayudar, el menor de los Choi se agachó a tomarla, quedando —desafortunadamente para el contrario— delante de Yeonjun, lo que le jugó una mala pasada cuando vio su reflejo en el cristal de la tienda.

—¡Puta madre! —gritó al aire, asustando al que estaba en el suelo y lo cogió del brazo, alzándolo rápidamente. No quería tenerlo de cuclillas delante suyo.

—Lo siento, yo sólo quería ayudar-

—Silencio —espetó enfadado con el crío, consigo mismo y con todo el maldito mundo.

❝𝒅𝒓𝒐𝒑𝒐𝒖𝒕❞ ⁽ʸᵉᵒⁿᵍʸᵘ⁾Donde viven las historias. Descúbrelo ahora