❝𝒅𝒓𝒐𝒑𝒐𝒖𝒕❞ ⁽ʸᵉᵒⁿᵍʸᵘ⁾

[ 𝟎𝟏 ; 𝟔𝟎 ]

HOLA, ESTOY ESCRIBIENDO EN MAYÚSCULAS PARA QUE NO DEJEN PASAR ESTE AVISO.

A PARTIR DE ESTE CAPÍTULO EN ADELANTE, EL FANFIC NO ESTÁ EDITADO, QÚE QUIERO DECIR CON ESTO, ME REFIERO A QUE LA NARRACIÓN, REDACCIÓN E HISTORIA ESTÁ COMO LA PRIMERA VEZ QUE LO ESCRIBÍ, POR LO QUE ES MUUUUUUUUY PROBABLE QUE SE ENCUENTREN CON ERRORES, ESCRITURA DE BAJO NIVEL Y PEORES HORRORES QUE LOS DEL MISMO INFIERNO, ASÍ QUE, SEAN PACIENTES, QUE POCO A POCO IRÉ EDITANDO LOS CAPÍTULOS Y ESTE AVISO SE IRÁ MOVIENDO A LA PAR DE LOS QUE YA ESTÁN LISTOS UWU.

LOS VUELVO A PUBLICAR, PORQUE HAY GENTE DESESPERADA QUE PARECE QUE LES ROBÉ LA VIDA AL MANDAR A BORRADORES EL RESTO DE LA HISTORIA KJASHDKJAHSDKJAHSDJKAHSDKJHASD, IGUAL, CREO QUE A PARTIR DEL CAPÍTULO 70, EL FANFIC YA TIENE MI MANERA ACTUAL DE ESCRIBIR/NARRAR, POR LO TANTO... NO SÉ, SÓLO LEANLO CON LO QUE LES DIJE EN MENTE, PUEDEN HABER ERRORES Y MUCHOOOO CRINGE JDKASJDHAKDJ.

ADIÓS.

***CUANDO UN CAPÍTULO YA ESTÉ EDITADO, ESTE AVISO PEDORRO NO APARECERÁ AL PRINCIPIO***

[...]

Pese a que Kang Taehyun no fuera excelente hablando o consolando a los demás, él se ha quedado junto a su mejor amigo por ya dos días consecutivos, sólo siendo capaz de percibir cómo este se quedaba callado y parecía analizar algo en el interior de su cabeza. Sin embargo, la actual situación no calzaba con anteriores donde se encontraba triste o decaído, ya que, entendía que el pelimorado fue rechazado por el adolescente, no obstante, independiente a que supiera que era un amor un tanto diferente al resto, seguía considerando extraño que el de hoyuelos estuviera tan deprimido como para no decirle siquiera cómo fue que pasó todo.

En ocasiones similares a esta, el encargado de hablar con Choi Soobin sería el mayor del grupo, debido a que las expresiones del castaño no eran acertadas y, mucho menos, gentiles con el corazón roto del gigante perteneciente al trío. Mas en la actualidad, Choi Yeonjun permanecía escondido en algún lugar remoto del que ellos desconocían su existencia, por lo que lo único que podía hacer el de ojos grandes era palmear el hombro del de cabello teñido.

Después de meditar un poco la instancia, Taehyun se propuso cuestionar el ánimo del opuesto, sin embargo, cuando estuvo a punto de pronunciar una palabra, el más alto se levantó de la cama, parándose y mirándole directamente con un semblante desilusionado e irritado.

—¿Por qué no puede parar de mentir y ocultarnos cosas? —preguntó al aire, frunciendo su ceño levemente.

—¿Yeonjun hyung? —se cercioró, a lo que el de labios acorazonados asintió molesto y herido.

—Ahora tiene sentido, ¿no? —rió irónico, ceñido al disturbio dentro de su mente, poco interesado en si el más bajo le seguía el hilo —Por eso se enojaba cuando le hablaba de Beomgyu-yah —tras esa última aseveración, el castaño entendió inmediatamente, puesto que desde antes él también había tenido esas sospechas.

—¿De qué estás hablando? —indagó con el fin de asegurarse de comprender los balbuceos del mayor, mientras este daba erráticas vueltas por el dormitorio.

—Choi Yeonjun y Beomgyu-yah tienen algo —espetó usando el nombre completo del individuo que le causaba coraje, a la vez que alzaba sus brazos y los dejaba caer tan pronto como hizo lo primero —. Estaba dispuesto a esforzarme el doble si me rechazaba, pero, ¿qué hago ahora? —contrajo su rostro, desbordando su molestia y resentimiento respecto al tema —¿Pelear con mi amigo por un chico? —arrastró su flequillo hacia atrás con sus manos, irritado —¿Y desde cuando le gustan los chicos? —su tono de voz era irreconocible —Incluso él sabía que a mí me gusta Beomgyu-yah, entonces, ¿por qué se cruzó en el medio? —gesticuló gestos con todas sus extremidades, acentuando el cúmulo de emociones negativas que asaltaban su, normalmente, positivo ambiente interno.

Era extremadamente raro pillar a Choi Soobin enfadado o despotricando sobre algo en específico, no obstante, aquello era lo que estaba ocurriendo y Kang Taehyun no estaba muy seguro de cómo manejar la situación de carácter extraordinario que sufría su amigo.

—Demonios —maldijo estruendosamente al golpear la pared por la impotencia contenida —. ¿Por qué ese hyung no puede ser normal y decir lo que piensa? —bufó.

—Soobin-

—No voy a detenerme —lo interrumpió, dejando en claro que le daba igual que al rubio le gustara el azabache, él seguiría cortejándolo —. No es mi culpa que nunca quiera mejorar y se haga la víctima de su situación —sentenció con dureza y nula empatía, pues el mayor se dedicó a erradicarla con su traición.

Sin embargo, Choi Soobin no estaba molesto porque al estudiante le gustara su hermanastro. Él estaba furioso porque el desaparecido le mentía y, cuando era tiempo de enfrentar sus errores, sólo se preocupaba de huir lejos, desinteresado de cómo estos repercutían en quienes él decía querer proteger.

Hubo un leve lapso de silencio, dejándolos a ambos presentes envueltos en una burbuja envolvente que multiplicaba la potencia de lo que fueran que sentían en ese preciso momento, afectando principalmente en el pelimorado, quien debatía en su cabeza todas las faltas que cometió el mayor del grupo.

—No puedes estar de su lado esta vez, Taehyun —dijo dando un paso adelante.

—No lo estoy, pero deberíamos esperar a que venga a hablar-

—¡Sabes que no lo hará! —abrió bien sus ojos —¡Choi Yeonjun es un maldito cobarde! —gritó, descolocando al menor —¿Sabes qué? —preguntó retórico —Que se joda, ya no es mi amigo —decidió abruptamente, haciendo que la boca del contrario se entreabriera —Porque un verdadero amigo te dice la verdad, te cuenta sus problemas sin miedo y confía plenamente en ti... —su entrecejo seguía fruncido —Sólo nos miente, Taehyunnie... —suavizó su tono, suspirando —¿No estás cansado de que ignore nuestra ayuda? —se sentó en la cama, ladeando su cuello y dándole una mirada apenada al castaño —Llevamos cuatro años intentando sacarlo de su mierda... Y pareciera que le encanta revolcarse en ella... —entrecerró sus ojos, esbozando una mueca sosegada —Él no quiere cambiar —finalizó, negando con la cabeza.

 Kang Taehyun conocía desde pequeño al de hoyuelos y sabía que en su naturaleza no estaba el decir groserías, ni el ser impaciente o incomprensible con los demás que le rodeaban, no obstante, era ciertamente determinante que aquel lado oscuro e irracional que guardaba con recelo, fuera liberado por culpa del inestable "mejor amigo" que tenían en común.