❝𝒅𝒓𝒐𝒑𝒐𝒖𝒕❞ ⁽ʸᵉᵒⁿᵍʸᵘ⁾

[ 𝟎𝟏 ; 𝟒𝟐 ]

HOLA, ESTOY ESCRIBIENDO EN MAYÚSCULAS PARA QUE NO DEJEN PASAR ESTE AVISO.

A PARTIR DE ESTE CAPÍTULO EN ADELANTE, EL FANFIC NO ESTÁ EDITADO, QÚE QUIERO DECIR CON ESTO, ME REFIERO A QUE LA NARRACIÓN, REDACCIÓN E HISTORIA ESTÁ COMO LA PRIMERA VEZ QUE LO ESCRIBÍ, POR LO QUE ES MUUUUUUUUY PROBABLE QUE SE ENCUENTREN CON ERRORES, ESCRITURA DE BAJO NIVEL Y PEORES HORRORES QUE LOS DEL MISMO INFIERNO, ASÍ QUE, SEAN PACIENTES, QUE POCO A POCO IRÉ EDITANDO LOS CAPÍTULOS Y ESTE AVISO SE IRÁ MOVIENDO A LA PAR DE LOS QUE YA ESTÁN LISTOS UWU.

LOS VUELVO A PUBLICAR, PORQUE HAY GENTE DESESPERADA QUE PARECE QUE LES ROBÉ LA VIDA AL MANDAR A BORRADORES EL RESTO DE LA HISTORIA KJASHDKJAHSDKJAHSDJKAHSDKJHASD, IGUAL, CREO QUE A PARTIR DEL CAPÍTULO 70, EL FANFIC YA TIENE MI MANERA ACTUAL DE ESCRIBIR/NARRAR, POR LO TANTO... NO SÉ, SÓLO LEANLO CON LO QUE LES DIJE EN MENTE, PUEDEN HABER ERRORES Y MUCHOOOO CRINGE JDKASJDHAKDJ.

ADIÓS.

***CUANDO UN CAPÍTULO YA ESTÉ EDITADO, ESTE AVISO PEDORRO NO APARECERÁ AL PRINCIPIO***

[...]

Cuando los primeros rayos del sol se reflejaron en el cielo, por su mente cruzó la idea de levantarse a buscar algo de desayunar en la cocina, sin embargo, la temprana hora no le permitía recordar que era trece de septiembre, o mejor dicho, el día donde oficialmente tenía veintiún años.

Arrastró sus pies fuera de la habitación, desplazándose por el corredor hasta llegar al marco de aquel espacio donde tres pares de ojos lo observaban con ilusión, entonces lo entendió, porque ese tipo de mirada que tenía su padre, solamente venía una vez al año y específicamente en su cumpleaños.

—Feliz cumpleaños, Yeonjun —felicitó la mujer, esforzándose en no usar entonaciones alegres, tal como le había pedido su marido —. Aquí está tu regalo —le extendió un sobre que debía contener dinero.

—Gracias... —hizo un leve inclinación, agradeciendo con desinterés.

Ningún integrante más de esa familia dijo palabra alguna, no porque no quisieran, sino que debido a las indicaciones que Choi Donghae había dejado caer la noche anterior, explicándoles que a su hijo no le gustaba celebrar su cumpleaños desde la trágica partida de su madre biológica y proponiendo la idea de que sería beneficioso si la persona que lo saludaba era Choi Hyoyeon, ya que, el rubio ya poseía una buena relación con el azabache y que sería un caso perdido que él mismo intentara felicitar a su propio retoño.

Cuando el universitario se sentó en el desayunador, vio que en su lugar había otro sobre y, suponiendo que se trataba del de su padre, lo apartó, centrándose en la tostada que reposaba sobre el centro de la superficie.

Los adultos prefirieron hablar sobre sus deberes en el hospital y la reunión que la pelinegra había organizado para el medio día con todos los funcionarios, pues ella era la directora del establecimiento. Por otra parte, el adolescente le lanzaba miradas de soslayo a su hermano, como si le quemara por dentro no poder saludarlo, no obstante, él entendía lo que podía pasar si desobedecía las ordenes del castaño, por lo que guardó silencio.

Pero, por supuesto que tenía un regalo para su hyung.

[...]

Nueve de la mañana, las eminentes y lúgubres rejas se abrieron, dejándoles el libre paso a quienes quisieran adentrarse a la santa necrópolis, mas una sola presencia se encontraba marchando por el sendero con flores en mano, visualizando los interminables pasajes compuestos de numerosos hogares familiares y simples bloques comunes, donde quienes guardaban eterno silencio descansaban.