❝𝒅𝒓𝒐𝒑𝒐𝒖𝒕❞ ⁽ʸᵉᵒⁿᵍʸᵘ⁾

[ 𝟎𝟏 ; 𝟕𝟐 ; 𝟏/𝟑 ]

HOLA, ESTOY ESCRIBIENDO EN MAYÚSCULAS PARA QUE NO DEJEN PASAR ESTE AVISO.

SÉ QUE DIJE QUE A PARTIR DEL CAPÍTULO 70 YA ESTARÍAN BIEN LOS CAPÍTULOS, PERO NO ESTOY MUY SEGURA, ASÍ QUE TAMBIÉN LOS DEJARÉ CON ESTE AVISO DE QUE PUEDEN ENCONTRAR ERRORES Y MUCHO CRINGE, SEAN CAUTELOSOS AL LEER SJDAKJDLJAKSDHKJAHS.

ADIÓS.

***CUANDO UN CAPÍTULO YA ESTÉ EDITADO, ESTE AVISO PEDORRO NO APARECERÁ AL PRINCIPIO***

[...]

Esa mañana, ninguno cruzó palabras con el otro, ya que, Choi Beomgyu creía que merecía una disculpa sincera de su hermano, mientras que Choi Yeonjun creyó que si el azabache no le hablaba, era porque seguramente seguía enojado por lo de la noche anterior y lo mejor sería esperar que se le pasara un poco.

El reloj marcó pasadas las siete de la tarde, lo que fue la señal para el mayor para marcharse de la casa sin decirle nada a nadie, haciendo sentir decaído al menor, mas no se comunicó con él, ya que, cuatro horas después, este se despidió de su madre y salió a encontrarse con el auto estacionado del amigo del pelimorado.

—Hola, Soobin hyung —actuó con normalidad, pues el reciente cumpleañero le dijo que siguieran siendo amigos como si nada hubiera pasado —. Gracias por llevarme, Taehyun hyung —el castaño asintió.

—Siéntate con Kai-yah~ —le indicó el más alto del auto, a lo que el pelinegro le dio una mirada extrañada.

Al abrir la puerta trasera del vehículo, pudo tener la imagen de su antiguo mejor amigo allí sentado, generándole la sensación de que su pulso cardíaco frenó por un instante. Mas se comportó con normalidad, esperando que así no muriera el ambiente entre los cuatro.

—Hola, Kai... —saludó a la vez que entraba y volvía a cerrar, poniéndole seguro como se le enseñó desde que era un niño.

—Hola... —sus ojos estaban fijos en algún punto de la calle.

Antes de encender el motor del auto de su padre, Kang Taehyun miró por el retrovisor, dándole un fugaz vistazo al extranjero con la mirada perdida.

—Nos vamos~ —el de cabellos púrpura animó el silencioso entorno.

El trayecto se centró en Choi Beomgyu preguntándole cosas a todos, incluido al estadounidense, puesto que era su oportunidad de demostrarle que aunque pasaran los meses, a él aún le importaba su mejor amigo.

—Felicidades por quedar primero en la clase... —le regaló una sonrisa genuina, que el receptor sólo contestó por medio de un asentimiento.

—Uh, Kai-yah es muy inteligente —se unió el copiloto.

—Sí, él es genial —corroboró, pero el contrario seguía con la vista fija en la ventana.

—¿Cómo te fue a ti, Beomgyu-yah? 

—No tan bien como a Kai, pero quedé décimo —se veía feliz al decir aquello, pues por poco no quedaba en la lista de los diez mejores.

—Eso es bueno —le contradijo —. Taehyunnie también quedó primero en nuestra clase —le dio múltiples palmadas en el muslo al conductor.

—Felicidades, Taehyun hyung —le felicitó el azabache, pero volvió a recibir una pequeña inclinación como agradecimiento.

Minutos después arribaron a la casa y cada uno se bajó del auto, escuchando la música que de esta venía, tan pronto como quedaron desprotegidos de las ventanas cerradas del vehículo. Pero, al menos, se notaba que estaban ubicados en una zona residencial, por lo que las residencias estaban lejos entre sí.