Capítulo 13

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—¡Vamos, ya estamos aquí! ¡Ta-da! Esta es la segunda ciudad más grande de la capital de Morcatium.

El lugar donde Mathius había llevado a Lestia era el centro que acababa de ver desde la montaña. El sitio estaba lleno de coloridos y grandes edificios que llamaron la atención de Lestia de un vistazo, e innumerables personas de todo tipo llenaron las calles.

Lestia miró a Mathius con ansiedad, sin distraerse.

Mathius se rascó la cabeza torpemente ante la reacción, el solo esperaba que Lestia fuera tan feliz como lo fue en la cima de la montaña.

—Litty, ¿no te gusta este lugar? ¿Quieres ir a otro sitio?

—Oh, no. Sólo estoy preocupada por mi hermano.

—¿Qué? ¿Estas preocupada? —Mathius parpadeó ante el inesperado comentario.

¿Qué quería decir con "preocupada"?

Durante docenas de salidas a escondidas, nunca había recibido nada de nadie.

Una media hermana que recién había conocido hoy estaba haciendo algo que ni siquiera su hermano gemelo Joel que nació a la misma hora, había hecho nunca.

Tuvo un sentimiento extraño.

—Bueno, hermano Mathius, ¿está bien que uses magia de esta manera? He oído que la magia es peligrosa... ...si la usas tan a menudo...—le dijo Lestia con cuidado a Mathius, quien había perdido las palabras y se encontraba desconcertado.

Lestia pensó que Mathius estaba tomando riesgos innecesarios al llevarla de un lugar a otro.

Cuando se enteró de este hecho, Mathius sonrió alegremente.

—Vaya, Litty, Litty, ¿estás preocupada por este hermano? —la extraña sensación que Mathius había sentido, de repente se convirtió en alegría.

¿Cuánto tiempo ha pasado desde que sintió que se preocupaban por él de una forma tan cálida?

Pensó en Joel, cuando vino y le dijo que volviera a casa porque había traído a su media hermana a la mansión.

Había llegado una interesante mascota a Berchester, que era aburrida y molesta. Recordó al cachorro que le regalaron cuando era joven y que murió pronto.

Aun así, la mascota que tendría en este momento no era un perro, sino una persona, por lo que la conversación continuo. Intentaría ser un poco más lindo.

¿Dijo Lestia?

El apodo de la mascota debería ser Litty, corto y fácil de llamar.

Eso pensó, pero sintió como si tuviera una familia real, no una mascota. Era una familia con la que podía intercambiar interés y amor como una persona, a diferencia de los Berchester que conoce.

—Me encanta ser un hermano mayor.

—¿Qué...?

—No, no es nada. ¡Está bien! ¡Está bien! No te preocupes. Ya te lo dije, nací para divertirme—Mathius señaló con la punta de sus dedos el piercing verde que se aferraba a su oreja—esto es suficiente—y dicho eso, Mathius tiró del brazo de Lestia.

—¡No te preocupes, vamos a jugar!

—Oh, hermano—Lestia comenzó a ser arrastrada por Mathius al centro de la concurrida zona.

—Ah...

Solo entonces las coloridas tiendas comenzaron a aparecer frente a Lestia.

Un colorido escaparate que estimula espontáneamente el deseo de comprar.

La chica peliblanca que lee libros y tiene hermanos chidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora