Toc, toc, toc.
Se escuchó un golpe familiar en la puerta.
—Señorita, ¿está despierta? Es Dora. He traído agua para que se lave. Voy a entrar ahora.
Lestia se sorprendió y rápidamente abrió los ojos mientras levantaba la parte superior del cuerpo.
—¡Oh! ¡Dora, espera...!
Lestia se había quedado dormida. Seria un desastre si Dora entra y ve a Lysian durmiendo a su lado. Sin embargo, en cuanto abrió bien los ojos y miro por todos lados, no pudo ver a Lysian por ninguna parte.
—¿Eh...?
Ahora que lo pensaba, ¿cuándo se acostó en la cama?
Evidentemente, recordó haberse sentado en el sofá tomada de la mano con Lysian mientras charlaban, pero después de eso no recordaba nada.
< ¿Acaso fue un sueño?>
¿Había sido verdad que Lysian la visitó anoche? Le pareció que lo de anoche nunca había sucedido.
Pero no había sido una fantasía o un sueño.
Whosh~
Una mariposa de fuego dejada al lado de la cama de Lestia voló y desapareció en el sol de la mañana tan pronto como reconoció su despertar.
—Uf...
En serio. Si iba a irse, al menos debió de haberla despertado para decirle adios.
Casi se sentía un poco molesta. Sin embargo, al ver que dejó una mariposa, estaba claro que Lysian se preocupaba por ella.
Ese hecho, creo naturalmente una agradable sonrisa en los labios de Lestia.
—¿Señorita? ¿Qué ocurre? ¿Cuánto tiempo debo esperar?
—No, ya estoy bien. ¡Entra! — Lestia recibió a Dora con una gran sonrisa.
Frente a Lestia, Dora entrecerró los ojos.
—Buenos días. Mmm... ¿hay algo que le parezca divertido?
—¿Eh? Claro que no.
—Bueno, si usted lo dice—dijo Dora, aun así, sentía que Lestia había estado actuando de una manera sospechosa estos días.
Diciendo que no necesitaba un baño, o que siendo alguien que no está interesada en los accesorios de repente sacó un pañuelo. Todo era sorprendente y nuevo.
Pero no lo expresó. Ya que, si era una adulta, tendría un secreto o dos.
—Señorita, le cepillaré el cabello.
—¡Sí! ¡Por favor!
Sobre todo, le pareció que la expresión de Lestia estaba más viva que nunca, y era agradable, ya que parecía una joven de su edad.
* * *
—¡Buenos días, hermanos! —Lestia sonrió alegremente y bajó al comedor para desayunar.
Ahora era muy natural que los hermanos Berchester se reunieran y comieran juntos. En el pasado, la sutil tensión y silencio que fluía entre los hermanos ya no quedaba rastros de ello.
Joel y Mathius saludaron a Lestia con una mirada relajada, y Gerard dejó de leer el periódico mientras la saludaba con un asentimiento de cabeza.
—Litty, hoy pareces muy feliz.
—Si. Estaba preocupado porque parecías estar sin ánimos estos días. Lamento que no podamos seguir prestándote mucha atención porque estamos ocupados.
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La chica peliblanca que lee libros y tiene hermanos chidos.
Fantasy"Los hermanos peligrosos de la princesa" Lestia, quién creció en un barrio pobre y un tío borracho, apenas tenía para comer al vender sus flores. Una noche, cuando su tío fue chantajeado por unos matones a causa de una deuda, él trató de vender a Le...