#Loquillos #VivaElAmor
Katrina sacudió la cabeza y habló con voz temblorosa.
—Mientes.
—No, lo digo en serio.
—De ninguna manera. Estar a tu lado, no puedo creer lo que me estás diciendo.
No lo podía creer. Se trataba de un corazón que no había podido ser tocado en todo este tiempo.
Era difícil entender que la relación, la cual parecía un muro sólido que nadie podría derribar, cambiara en tan sólo unos minutos. Así que Katrina tuvo que negar las palabras de Gerard.
—Gerard, me mientes para calmar mi llanto ¿Verdad?
Gerard levantó una ceja y respondió con voz ronca.
—¿Te he mentido alguna vez?
Las palabras hicieron que los ojos de Katrina volvieran a llorar.
—Sí, nunca me has mentido. Pero, ¿por qué mientes ahora?
—.....Oh, Katrina.—Gerard se acercó nuevamente a Katrina que estaba lejos de él y extendió su mano para secar las lagrimas que se deslizaban por sus mejillas.
El enrojecimiento de los ojos desenfocados hizo que sintiera pena, y eso logró que la respuesta se hiciera cada vez más evidente.
Si Katrina pudiera usar su mana, sería capaz de reconocer que era sincero. No podía creer que estuviera tan desesperada ahora que había perdido su verdadero nombre.
Se sentía afortunado por tener en sus manos un brazalete con la piedra neutralizadora hecho por Lestia.
Gerard tomó a Karina entre sus brazos.
—Puedes comprobar con tus propios ojos si lo que digo es verdad o mentira.
—¿Qué?
Los pequeños hombros de Katrina temblaban intensamente.
—Por favor, deja de burlarte de mí, Gerard, ha pasado mucho tiempo desde que mi mana no tiene efecto. Ahora no puedo ver nada, y no puedo saber nada.
—No, es posible. Si esto funciona. —Gerard tiró suavemente de la muñeca izquierda de Katrina. Luego, colgó el brazalete con la piedra neutralizadora de mana de Lestia.
Whosh~
Inmediatamente, la piedra neutralizadora con forma de hortensia brilló, y el mana de color púrpura comenzó a fluir en el cuerpo de Katrina.
—¿Esto es...? —Katrina levantó la muñeca, mientras miraba a Gerard.
Podía sentir el suave mana impregnando lentamente su cuerpo, creando vitalidad. Era una sensación extraña, como si las células nerviosas que se habían roto se volviesen a conectar.
—Es una piedra neutralizadora de mana hecha por Lestia. Me dijo que te la diera.
—Dios mío, ¿la niña? No sabía que haría esto. Pero..., Gerard, ¿estás aquí para darme esto?
—Sí.
—Hah... Debí de haber preguntado antes. Estoy tan avergonzada ahora mismo—Katrina enterró su rostro en el ancho hombro de Gerard.
Era vergonzoso haber estado tan emocionada sin preguntar antes por qué había venido. Sin embargo, Gerard levantó lentamente la barbilla de Katrina para que lo mirara, como si no hubiera pasado nada.
—Está bien, Katrina. Mírame.
—Gerard...
Aunque se lo pidiera con una voz tan dulce, no podía verlo.
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La chica peliblanca que lee libros y tiene hermanos chidos.
Fantasy"Los hermanos peligrosos de la princesa" Lestia, quién creció en un barrio pobre y un tío borracho, apenas tenía para comer al vender sus flores. Una noche, cuando su tío fue chantajeado por unos matones a causa de una deuda, él trató de vender a Le...