Capítulo 37

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—Así es, pequeña. Eres inteligente.

Lestia quería preguntarle a Katrina qué era exactamente lo que le estaba pidiendo al duque, pero no podía.

De pronto se escuchó un fuerte estruendo y la puerta de donde se alojaba Lestia fue arrancada con un golpe, entonces Mathius entró en la habitación.

—¡Litty! ¡Litty! ¿Estás aquí? ¿Qué ha pasado? Acabo de sentir el flujo de mana viniendo desde aquí, ¿está bien?

—¿Hermano Mathius? No me ha pasado nada—dijo Lestia con asombro ante la repentina aparición de Mathius, pero él pareció no notarlo y solo se detuvo para ver si Lestia estaba a salvo.

—¡Lestia! ¿Estás segura de que estás bien?

Incluso se podía ver a Joel detrás de Mathius. Él, como Mathius, también estaba preocupado por Lestia.

—¿Hermano Joel? Oh, ¿Hermano Gerard?

Incluso Gerard entró en la habitación con una fuerza feroz.

Lestia no podía entender por qué sus hermanos entraron de repente en su sala de estudio, así que abrió bien los ojos y los miró. Sin embargo, tres hombres Berchester rodearon a Katrina sin ocultar su apariencia sangrienta.

—¿Qué le has hecho a Litty? ¿Qué era ese poder mágico justo ahora?

—Necesito que me lo expliques, Katrina.

—Katrina, ¿qué has hecho?

Katrina se encogió de hombros torpemente.

—Oh, Dios mío. Estaré en un gran problema si la señorita lee el libro de magia unas cuantas veces más—Katrina extendió una de sus manos a los tres hermanos Berchester, que estaban de un humor feroz.

Sobre ella estaba la piedra de mana que Lestia acababa de crear.

—Estaba haciendo esto. La niña acaba de hacerlo. ¿No es increíble?

Joel dio un paso hacia Katrina y tomo la piedra de mana mirándola como si no pudiera creerlo.

—Katrina, ¿Esto es una piedra de mana? ¿Es cierto que Lestia hizo esto?

—Sí, lo hizo solo con leer libros el libro de magia, sin ningún material o combinación.

—¿Qué? ¿En serio? —Mathius tomó la piedra de mana de las manos de Joel, como si no pudiera creerlo—Sólo los investigadores de magia imperial pueden hacer esto. Además, parece muy pura—los ojos de Mathius brillaban.

Luego, como si ya no estuviera enfadado, sonrió y abrazó a Lestia.

—¡No puedo creer que hayas hecho esto! ¡Como era de esperar, mi hermanita es increíble!

Al final, luego de cinco vueltas en el aire, Lestia pudo volver a bajar sus pies al suelo.

—Mathius, no es tan genial. No es un una piedra neutralizadora de mana, solo es una piedra negra.

—¡No, Litty! El uso de la piedra mágica es enorme. Cuando usas magia que no se transmite por sangre, necesitas una piedra de mana.

—Así es. Por ejemplo, necesité tres piedras mana para la magia de movimiento que usé para llegar al territorio Berchester—ante los comentarios de Katrina, Mathius reaccionó como su estuviera atónito.

—Vaya, una mujer extraña. Tres piedras de mana sería el salario de un año como profesora en la academia. ¿Las usaste para venir aquí?

—Oh, Mathius, los Rockvest somos bastante ricos, incluso si no somos tan buenos como Berchester—dijo Katrina y tomó hábilmente las mejillas Mathius para apretarlas—Y ha pasado mucho tiempo desde que viste a tu profesora. Dices que vas a regresar a la academia, ¿No tienes miedo de las calificaciones?

La chica peliblanca que lee libros y tiene hermanos chidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora