Lestia salió de la cama, se lavó y se puso ropa nueva, pero por supuesto, también tuvo que escuchar la preocupada reprimenda de Dora unas cuantas veces más durante todo el proceso.
—Señorita, ¿sabe lo preocupada que estaba? Una vez más, ¡no puede pensar que su cuerpo es igual que el de los maestros!
—Dora, siento haberte preocupado. Ahora no me excederé.
Lestia de verdad lo sentía, pero el regaño de Dora era cálido y con afecto.
<Dios mío. No debí de haberle dicho eso a Dora, ¿verdad?>
Para ella, era correcto reflexionar cuando la regañaban.
Lestia disimuló el sentimiento de culpa que había surgido y prometió que dormiría bien e incluso tomaría descansos regulares a partir de ahora.
Dora solo permitió que Lestia saliera de la habitación luego de repetir varias veces sus preocupadas peticiones.
—¡Litty!
—Lestia.
Mathius y Joel estaban esperando fuera de la puerta.
Los dos se habían quitado el uniforme de la academia y se habían puesto ropa de civil. Definitivamente, parecían más relajados que antes.
—¿Cómo te sientes?
—Estoy bien, no me duele nada. Ya no tienen que preocuparse—Lestia sonrió y caminó un par de pasos.
Entonces, Mathius gritó y sostuvo a Lestia en sus brazos.
—¡Litty! ¡No lo hagas!.
—¿Eh? Sólo he caminado.
—Entonces, no hagas eso. Acabas de salir de la cama. ¿Qué pasa si te caes otra vez?
—¿Eh? —Lestia protestó repetidamente que no era así. Sin embargo, Mathius sólo hizo un escándalo, y no tenía la intención de dejar a Lestia fuera de sus brazos.
Joel tampoco se puso de parte de Lestia esta vez.
—Sí, Lestia. Tienes que relajarte. Si no te gustan los brazos de Mathius, ven aquí.
—¿Dónde? ¡Yo llevaré a Litty!
Cuando Joel le tendió la mano, Mathius abrazó a Lestia con más fuerza, como si no se la pudieran quitar.
Al final, Lestia tuvo que dirigirse al salón principal del castillo, siendo sostenida en los brazos de Mathius como una princesa.
El salón principal estaba ocupado con los preparativos de la fiesta, en donde una mesa larga y grande estaba colocada en línea con la procesión, tendiendo encima platos grandes y curvos.
También había un gran barril de roble lleno de alcohol alineado junto a la mesa.
En resumen, la comida estaba apilada como una montaña, por lo que los ojos de Lestia estaban muy abiertos.
—¡Wooow! Nunca había visto tanta comida.
—Todo el mundo en el castillo tiene disfrutarla, así que debe ser esta cantidad.
—¿Así es la fiesta de la victoria con todos en el castillo?
Mathius negó con la cabeza ante la pregunta de Lestia.
—No, realmente no solemos tener ninguna fiesta. Es imposible que esta casa desolada tenga una fiesta.
—¿Eh? ¿Cómo?
—Esta vez es especial, Lestia. Es la primera victoria desde que llegaste a Berchester. Tenemos que celebrarlo—respondió Joel con una sonrisa.
—¿Eh? —Lestia se sorprendió.
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La chica peliblanca que lee libros y tiene hermanos chidos.
Fantasy"Los hermanos peligrosos de la princesa" Lestia, quién creció en un barrio pobre y un tío borracho, apenas tenía para comer al vender sus flores. Una noche, cuando su tío fue chantajeado por unos matones a causa de una deuda, él trató de vender a Le...