Side Story Capítulo 8

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Matrimonio de Berchester - Lestia (3)

Por primera vez ese día, Lisa levantó la voz para preguntarle a su maestra.

[—¡Maestra! Creo que la ropa de esta muñeca es diferente a la nuestra.]

[—¿Verdad? Esta es la muñeca del príncipe y esta es la muñeca de la princesa. Estas muñecas llevan ropa de boda que usa la familia imperial.]

[—¿Puedo, hacer ropa como esta?]

[—Por supuesto, Lisa. Si estás dispuesta a seguir desafiándote, no hay nada que no puedas hacer.]

La maestra de Lisa era una buena persona y le daba generosos consejos.

Eso hizo que Lisa tuviera un sueño en su corazón.

Ser la mejor diseñadora de vestuario.

Ser una persona que haga la ropa más maravillosa que pueda llevar un príncipe y una princesa. Por eso, en cuanto Lisa se hizo adulta, se dirigió a la capital para cumplir su sueño.

Lisa, que desde niña tenía buen ojo para los buenos materiales, consiguió trabajar en el salón lazo azul, un centro popular de la capital.

Hasta entonces, estaba llena de confianza.

Sin embargo, incluso después de dos años, no se le dio la oportunidad de hacer ropa.

[—Perdóneme, pero... ¿Puedo crear vestuario con mis diseños?]

Si preguntaba así...

[—Lisa, tu diseño es del estilo noroeste, no de la capital. Realmente no sabes nada, ¿verdad?]

[—¿Sabes qué? Diseñar es algo para aquellos que lo han usado. ¿Puede una huérfana como tú diseñar algo que se adapte a la calidad de los valiosos clientes? ¿Puedes cumplir los estándares si no has vivido toda la vida en la capital?]

La respuesta vino junto con el prejuicio, por lo que Lisa fue ignorada repetidamente.

La confianza se redujo, y los pensamientos dolorosos dominaron su día a día.

< ¿Qué puede hacer alguien como yo?>

Cuando conoció a Lestia a tiempo para el festival de la mayoría de edad, lo estaba dejando todo. Pero afortunadamente tuvo la oportunidad de crear su vestido para la ceremonia.

¡La emoción de ese momento fue...!

—La persona que me hizo soñar cuando era una niña me dio una oportunidad.

Sin embargo, aún quedaban algunas preguntas.

¿Quién fue la persona que le proporcionó los materiales para hacer el vestido de la señorita Berchester?

Todos eran materiales caros y difíciles de conseguir. Lisa tenía mucha curiosidad por saber quién era esa gran persona.

<Pero me dijeron que lo mantuvieras en secreto, así que mantengámoslo así.>

Además de Lestia, Lisa le agradeció a su otro benefactor que la ayudó.

—¡Bueno! ¡Aquí vamos! —no podía desperdiciar la oportunidad ganada con tanto esfuerzo. —Así es, el salón de Lisa. ¡Voy a hacer de este lugar el mejor sitio! —gritó con voz firme.

Por cierto...

¡Bang!

Como si estuviera interfiriendo con el momento, la puerta de la tienda se abrió y se escuchó la voz de la anciana, que hace tiempo había escuchado.

La chica peliblanca que lee libros y tiene hermanos chidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora