Capítulo 89

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Cuando Lestia regresó a la mansión Berchester después de terminar su trabajo, Dora se acercó como si la hubiera esperado.

—¡Señorita! Le he preparado el baño. Entonces le ayudaré a cambiarse enseguida.

Era la misma sugerencia de siempre. Sin embargo, Lestia se sorprendió y agitó la mano.

—¡No! ¡Está bien! ¡No tienes que hacerlo!

—¿Eh? —Dora miró a Lestia con expresión de sorpresa.

Sólo entonces, Lestia se dio cuenta de que había negado con una voz inusualmente alta y diferente a la habitual. Así que rápidamente se corrigió.

—Es que... tengo mucha hambre. Dora, no tienes que ir al baño conmigo. ¿en su lugar, podrías prepararme la cena para que pueda comer?

—......Ya veo. ¡Está bien! —Dora se veía un poco perpleja ya que la actitud de Lestia hoy era un poco extraña. Sin embargo, no lo expresó, y según sus instrucciones, aflojó las correas del vestido en el baño y salió.

—Uf~.

Cuando Dora desapareció, Lestia suspiró brevemente, se quitó la ropa y se paró frente al espejo.

Debajo de la blanca clavícula, había restos del enrojecimiento dejado por Lysian.

<...... Es la marca de beso que mencionó Lysian.>

Cuando comprobó los rastros, su rostro se puso rojo.

Lysian había dejado este tipo de cosas en la clavícula de Lestia.

<—Dejé una marca de beso. Si alguien dice algo, puedes decir que lo dejé yo.> Había dicho Lysian.

—......Fue muy malo.

¿Con quién se supone que debía hablar? Aun así, pensó que era mejor ocultar eso.

Lestia creyó que había sido muy buena rechazando el baño de Dora. Aun así, era una marca de beso ni siquiera podía mostrarle a Dora, quién había estado sirviendo a Lestia desde que era joven.

Ella de seguro le hubiese preguntado cómo le había sucedido esto, y Lestia tendría que haberle dicho lo que pasó con Lysian.

De solo pensar en eso le daba mucha vergüenza.

<¿En qué demonios estaba pensando Lysian?>

Era malo.

Lestia se habló a sí misma e infló sus mejillas mientras se sumergía a toda prisa en la bañera. Pensó que, si se empapaba de agua tibia, perdería sus pensamientos sobre Lysian. Pero fue en vano, en su lugar, recordó de manera más vivida lo que había sucedido hoy.

Todavía podía sentir el aliento caliente de Lysian en su cuello.

En el ferry, Lysian repartió repetidamente sus labios sobre la piel de Lestia. Constantemente decía que la deseaba y susurraba dulces palabras de confesión.

Lysian intentó retener a Lestia y conseguir todo lo que quería.

¿Qué había sido aquella experiencia? En una palabra, se sentía como si la hubiera deborado.

<Lysian ha cambiado...>

Claramente, Lysian había cambiado. Cuando era joven, solía ser una persona que renunciaba a todo y mostraba una actitud de observación, pero ahora era lo suficientemente tenaz como para sentirse intimidada.

Al parecer su mención sobre ser codicioso era cierta.

La linterna flotante que había lanzado en su infancia, pidiendo que fuera una persona sin codicia, parecía no haber llegado al dios del mar.

La chica peliblanca que lee libros y tiene hermanos chidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora