La chica peliblanca que lee libros y tiene hermanos chidos.

Capítulo 95

—Oh, ¿hermanos? —Lestia se puso nerviosa.

Estaba avergonzada porque los gemelos parecían haberla descubierto teniendo un acto de afecto inesperado.

—¡Ustedes dos! ¡Aléjense! —sin mediar palabra, Mathius gruñó y separó Lestia de Lysian.

Joel también miró a Lysian con frialdad y habló con una voz firme.

—Lysian, si sabías que había ocurrido algo en la mansión Berchester, ¿no sería lógico que nos lo hicieras saber primero?

—¡Sí! ¡Deberías haber resuelto lo del palacio y dejarnos esto a nosotros!

Dado que la afirmación no era errónea, Lysian se disculpó con calma.

—Lo siento, no podía estar cuerdo al pensar que mi amante estaba en peligro.

Sin embargo, la palabra "amante" se convirtió en una fuente de preocupación para los gemelos.

—¿Qué? ¡Tú, mocoso! ¿Quién demonios es tu amante? No digas tonterías—gritó Mathius como si estuviera a punto de comerse a Lysian.

Inmediatamente, Lestia estiró los brazos y bloqueó a Mathius.

—¡Hermano Mathius! ¡No hagas eso! ¡Lysian es mi amante! ¡Y él me ayudó!

—¡Li......Litty! —Mathius miró a Lestia con expresión de asombro.

Incluso si le decían que Lestia había llegado a la edad adulta, a los ojos de Mathius seguía siendo una niña de once años.

Tal vez sea por eso. Aunque Lysian y Lestia ya habían revelado que eran amantes, apenas podían aceptar el hecho.

—Sí, mira esto—Lysian levantó su hombro una vez y alcanzó los ojos de Mathius. Su mano izquierda estaba magníficamente extendida.

En el cuarto dedo había un anillo de platino, hecho a mano por Lestia.

—¿Qué es eso?

—Puedes saber con mirar. Es un anillo. Lestia me puso este anillo ella misma. Es la prueba de que somos amantes.

—.......—Mathius miró el anillo y se quedó sin palabras.

Recordó que no hace mucho, Lestia preguntó qué tipo de diseño de anillo usaban los hombres.

Dijo que sentía curiosidad por conocer la opinión de Mathius, que a menudo usaba accesorios.

Tal vez la pregunta estaba destinada para darle ese anillo a Lysian. Pero Mathius no quiso admitirlo hasta el final.

Así que...

—¡Tú, bastardo! ¡Tentar a nuestra inocente Litty con tus estúpidos ojos dorados!

Se había convertido en un hombre que pronto se sería el emperador, además era admirado como una pieza de oro que tomaba el corazón de las mujeres.

—¡Hermano Mathius! ¿Qué tontería es esa......?

Lestia miró a Joel con sorpresa. Pensaba que Joel, que era frío y racional, persuadiría a Mathius. Sin embargo, Joel se limitó a asentir con elegancia, como si estuviera de acuerdo con Mathius.

—Sí, mi hermana menor, que sólo sabe de libros y estudios, debe de haber sufrido porque no sabía lo dañina que es la existencia de un hombre.

—¡Hermano Joel! ¿Qué quieres decir con eso?

Incluso si Mathius era así, no esperaba que Joel fuera tan terco. Ella sabía que sus hermanos eran sobreprotectores, pero no pensó que serían tan severos.