La chica peliblanca que lee libros y tiene hermanos chidos.

Capítulo 53

Al llegar al castillo de Berchester, Lysian conoció a los gemelos de cabello rubio.

Eran Joel y Mathius.

Tan pronto como su madre regresó al castillo de Berchester después de mucho tiempo, pasó su tiempo en cama.

Los niños miraron a Lysian con fiereza.

—Oye ¿Quién eres tú?

—Madre, ¿quién es?

Incluso sin palabras, notó que parecía estar ocupando el asiento junto a su madre.

—¿Quieren verlo? Este niño es su hermano. Era demasiado pequeño, asique ha estado en el sur todo el tiempo—con esas palabras la duquesa presentó a Lysian y luego agregó—Joel, Mathius, si su madre no está ...cuiden bien de este pobre niño. ¿De acuerdo? Porque son los mayores.

Lysian odiaba el sonido.

Odiaba ser llamado "un pobre niño", odiaba la situación en la que tenía que cambiar de madre, y no quería convertirse en un hermano porque no quería estar ahí.

Sin embargo, Joel y Mathius también eran reacios a tener un hermano de repente.

No estaban contentos de compartir con su nuevo hermano el cariño que ya era escaso. Y notó que no podían creer que de repente tuvieran un hermano menor.

Sin embargo, respondieron alegremente porque estaban hambrientos del afecto de su madre después de haber estado ausente durante mucho tiempo.

—No te preocupes, madre.

—Woow, ¿tengo un hermano menor?

Los gemelos se mostraron muy maduros frente a su madre, pero eso fue todo.

Joel ignoró completamente a Lysian, y Mathius sólo se preocupó brevemente por él al principio.

El insensible Lysian era un ser aburrido, así que Mathius pronto perdió el interés, aun así, lo molestaba cada vez que pensaba en él.

—Oye, llámame hermano.

—Idiota, ¿por qué eres mi hermano?

Sin embargo, no era Lysian quien iba a ser golpeado, así que cada vez que hacía una broma, el pequeño pelinegro quien corría hacia él y comenzaba una pelea.

Cada vez que eso sucedía, Joel los detenía.

—No peleen, hermanos.

Sin embargo, Joel sólo le tendía la mano a Mathius, que se caía en la pelea, en cambio, ignoraba a Lysian porque no le importaba si se caía o no.

—Eres mi hermano. Si mi madre dijo que era así, entonces lo serás—Gerard no parecía muy interesado en el trabajo de sus hermanos menores, cuya edad era diferente.

Todo era desolador.

La vida en Berchester estaba llena de cosas extrañas para Lysian, que había crecido con amor.

Pero Lysian pensó que no importaba. De todos modos, él no era realmente un Berchester y se dijo a si mismo que podía quedarse allí por un tiempo.

Sin embargo, un día, dos días, un mes o un año después, no se le ocurrió escapar de Berchester.

* * *

—Eso es extraño.

Lo más embarazoso para Lysian fue cuando se encontró con Kaland, el propietario de Berchester quien miró al pequeño como si estuviera mirando a un animal misterioso.

—Siento que estoy viendo dos cosas que no me gustan mezcladas—dijo Kaland y torció la boca.

Desde su punto de vista, Lysian no era de la familia real ni la sangre de un monstruo.