La chica peliblanca que lee libros y tiene hermanos chidos.

Capítulo 30

—¿Un, un fantasma?

Los ojos de Lestia se abrieron ante una inesperada historia de fantasmas.

—Si, lo vi cuando tenía tu edad. Caminó desde el final del pasillo, haciendo un sonido de golpes de metal—Mathius señaló con el dedo hacia el oscuro pasillo que conducía al castillo.

El corredor, donde la oscuridad del atardecer comenzaba a invadir, suscitó el temor de que realmente pudiera haber algo al final, y a lo largo de la oscuridad, una armadura de hierro se exhibía en una fila.

—Así es. ¡El sonido del metal era el sonido de ellos moviéndose! ¡El fantasma debe haber entrado y los ha movido!

—¿Eh?, ¿en serio?

Como Lestia estaba asustada, Joel inmediatamente tomó y bajó los dedos de Mathius.

—Mathius, no te burles de tu hermana.

—Oh, no lo sé. Litty estaba tan sorprendida que era linda.

—¡Hermano Mathius!

—Lo siento, Litty. La reacción fue tan divertida. ¡No te preocupes, este hermano te protegerá cuando un fantasma aparezca! –Mathius se golpeó el pecho con el puño y le gruñó agradablemente.

—De todas formas—Joel chasqueó la lengua como si fuera patético y le habló a Lestia con una suave voz.

—Pero Lestia, el castillo es muy amplio y puedes perderte, así que ve con cuidado hasta que te acostumbres. ¿Entiendes?

—¡Sí, sí! —Lestia asintió con la cabeza y volvió a mirar a su alrededor.

El castillo estaba en silencio.

Gerard estaba intercambiando historias con los criados que había visto después de mucho tiempo, y Lysian estaba a su lado.

¿Lysian estaba bien?

Lestia estaba preocupada por la conversación que tuvo con él en el barco, pero Lysian se ha estado comportando como si nada hubiera pasado.

—Señorita, maestros.

El mayordomo Hailock hizo una reverencia y habló.

—¿Tienen hambre? Si es así, prepararé la cena de inmediato. ¿Qué les gustaría hacer? ¿Se lo llevamos a sus habitaciones como de costumbre?

—¡Hailock! ¡Cenaré en el comedor con Litty! —respondió Mathius rápidamente.

—Oh, entonces yo también cenaré en el comedor. ¿Estás bien, Lestia?

Lestia asintió felizmente.

—¡Sí! ¡Me gusta!

—¿Harán eso? Entonces lo prepararé—respondió Hailock mientras observaba a los hermanos y hermana Berchester con una gran sonrisa amable en su rostro.

Eso era porque después de que Lestia llegara a la mansión Berchester, la relación entre los desolados hermanos parecía ser buena y cercana.

—Bueno, Litty. ¡Echemos un vistazo dentro del castillo hasta que la cena esté lista! ¡Te mostraré el lugar! —Mathius tomó la muñeca de Lestia y caminó hacia el pasillo donde apareció el fantasma.

—Hermano Mathius, ¿tengo que ir allí?

—Litty, ¿tienes miedo de los fantasmas? No te preocupes, yo te protegeré.

—¡Eso no...!

—Está bien, Lestia. Iré contigo—Joel se rio y los siguió.

Lysian, observó al grupo de Lestia que desaparecía al otro lado del pasillo y le ordenó brevemente a Hailock que se acercara a él.