La chica peliblanca que lee libros y tiene hermanos chidos.

Capítulo 101

Angela comenzó a hablar sin vacilar.

—Estoy segura. En mi sueño, el rey Kissius te regalaba una tiara que sólo podía usar la familia real.

—¿Eh? ¿Tiara?

—Sí, es decir, ¡Voy a ser la mejor amiga de una persona poderosa! ¡Ya me estoy preguntando qué tipo de expresiones harán las personas que me ignoraron! —como si se alegrara del hecho, Angela se rio a carcajadas.

Sin embargo, a pesar de escuchar eso, los hombros de Lestia seguían caídos.

—Pero no soy lo suficientemente buena para estar a su lado.......

—¿De qué hablas, Lestia?

Angela alargó la mano y sujetó las de Lestia con fuerza.

—No te preocupes por cosas inútiles. Tienes una amiga que puede predecir el futuro, ¿por qué te preocupas? El futuro está fijado, y sólo tienes que prestar atención al proceso.

—¿Proceso?

—Sí, Lestia. Como cuando nos hicimos amigas.

En el pasado, Angela temía que su relación con Lestia fuera distante. No confiaba en el hecho a pesar de que predecía que las dos serían amigas.

Pero Angela y Lestia no estaban alejadas. Aunque estuvieron separadas durante mucho tiempo, estaban en sintonía y trataron de seguir siendo amigas.

Cuando se dio cuenta del hecho, pudo ver algo en los ojos de Lestia. Como si hubiera olvidado algo importante y recién se hubiera dado cuenta.

—Gracias, Angela. —gracias a las palabras de Angela, se armó de valor. —Intentaré que tu profecía sea correcta.

Hace un tiempo, pensó que debía abandonar su relación con Lysian. Pensó que ese era el camino adecuado para él. Pero no pudo. Como era de esperar, no quería renunciar sin intentar nada.

Si no era suficiente, podía compensarlo con esfuerzo. Como siempre.

—¡Sí, sí! Lestia. Tu rostro ha vuelto a la normalidad. ¡Me alegro!

Cuando la expresión de Lestia se iluminó, Angela abrió los brazos y envolvió a Lestia entre ellos.

Lestia pensó que la dulzura de Angela era tan encantadora como su mana, que era similar al algodón de azúcar.

—Oh, Angela. Hace mucho que no te veo, pero creo que hemos hablado demasiado de mí—Lestia se animó y preguntó por Angela. —¿Cómo has estado últimamente? ¿No sueñas con el futuro? La piedra neutralizadora podría estar mal, así que tienes que decirme si algo te molesta.

—¿Eh? ¿Qué me molesta?

Parecía que había algo que le molestaba.

—Sí, si hay algo mal, tendremos que repasarlo de nuevo.

Angela se lo pensó un rato y susurró al oído de Lestia.

—Oye, esto es un secreto. He tenido un sueño extraño.

—¿Un sueño extraño?

—Sí, mi sueño fue sobre volver a bailar con Mathius oppa en un gran salón de baile.

—¿Con el hermano Mathius?

La cara de Angela se volvió rápidamente de un color rosa tan vivo como el de sus iris.

—No lo sé. Creo que es un recuerdo porque disfruté bailando con él en el festival de la mayoría de edad, ¿no? No es algo como una profecía, ¿verdad? No creo que pueda bailar con Mathius oppa tan felizmente. ¿Verdad? sigo preocupándome de manera extraña.