La chica peliblanca que lee libros y tiene hermanos chidos.

Capítulo 96

#Penita #VivanLosNovios xd

—Ja, ja, ja, ¿no es gracioso, gran duque Kissius? —la emperatriz se rio como una loca. — Codiciaba tanto el poder que incluso derramé sangre, pero ¿tú también vas a conseguir el trono imperial a través de mi derramamiento de sangre? ¡Ahh ja, ja, ja, ja, ja! ¡Suena muy divertido!

Lysian respondió con voz fría.

—No, no pretendo matarte con mis manos.

La emperatriz torció los labios, conteniendo la risa.

—Bueno, no tienes que matar con esa noble mano. Puedes tomar prestada la mano de otro. ¿No es solo poner mi cuello en la guillotina y mirar? ¿eh?

—No tengo ninguna intención de hacer eso. —dijo Lysian de inmediato. —No tengo ninguna intención de tomar prestadas las manos de mis hombres para deshacerme de ti. No quiero ver tu sangre en el palacio.

Los ojos de la emperatriz se llenaron de burla.

—¿En qué estás pensando gran duque Kissius?, ¿vas a salvarme? ¿tienes la oportunidad de vengarme, pero no lo harás? La princesa Roxanne se entristecerá por la decisión de su hijo.

La emperatriz provocó a Lysian una y otra vez. Sin embargo, Lysian se limitó a mirar a la emperatriz con una mirada seca, y no mostró ninguna reacción especial.

—Sí, al principio quería vengarme de ti. Perdí a mis padres por tu culpa, y ha sido difícil durante mucho tiempo. Pero..., he oído que el dolor de un padre que pierde a un hijo es mayor al de un hijo perdiendo a sus padres.

Al terminar esa frase, Lysian se dio la vuelta y miró hacia atrás. Detrás de él había una pareja que había perdido a su hijo hacía cuatro años.

Eran la joven pareja de la familia Renante que llegó a la capital tras recibir una carta de Lysian.

Ellos derramaban lágrimas y se acercaron a la emperatriz.

—Shannon Renante. Era su nombre ¿Recuerda su nombre?

—.......!—los ojos de la emperatriz se abrieron naturalmente tras confirmar que la pareja Renante atravesaba los barrotes de la prisión.

—Shannon era una niña encantadora. Si la sostenía para que se coma las galletas, las compartiría con su madre, las cortará en trozos y se las llevaría a la boca.

—Después de que ella desapareciera... ...no sabe cuánto dolor sufrimos, ¿Saber si estaba viva? Pero... No puedo creer que haya muerto así.

—Saber si murió temblando de miedo...

La pareja Renante apretaron y gritaron como si fueran a arrancar los barrotes.

La emperatriz tembló, y apenas puso los ojos en blanco para mirar a Lysian. Su expresión estaba muy distorsionada.

—Duque, ¿estás...?

—Sí, voy a dejarte en sus manos. Dicen que quieren hacerte sentir dolor, incluso si es a cambio de sus vidas.

—¡No... qué! ¡Mátame! ¡Prefiero morir! —la emperatriz gritó asustada.

Renante utilizaba la magia curativa a cambio de su vida. Por lo tanto, no faltaron palabras para explicar que repetirían la tortura para que no muriera a cambio de sus vidas.

—¡Por favor! ¡Prefiero morir limpiamente y sin dolor! ¡He perdido! ¡He perdido! ¡Has ganado!

Pero el deseo de la emperatriz no se hizo realidad.

—No quedarás como ganadora ni como perdedora en la historia.

Los barrotes de hierro se abrieron y la emperatriz fue entregada a los padres que habían perdido a su hija hace cuatro años.