La chica peliblanca que lee libros y tiene hermanos chidos.

Capítulo 29

Mathius frunció el ceño mientras veía a Lysian y Lestia desaparecer en la habitación.

—¡Oh, mierda! Me enojé contigo como siempre sin darme cuenta. ¿Qué pasa si Litty piensa que soy un hermano aterrador a partir de ahora?

Luego, tras pensar un momento, Mathius siguió a Lestia y a Lysian, que desaparecieron hacia la habitación como si nada.

—Ugh, dios mío—Joel, que estaba de pie junto a Gérard y lo vio todo, hizo una pregunta.

—¿Qué te preocupa de Lestia?

—...Me ha llamado duque, es inapropiado que me llame así en privado.

—Oh, querías que te llamara "hermano."

—......—Gerard no respondió, pero Joel tenía razón.

Lestia estaba llamando a Gerard, "duque". Desde el punto de vista de Lestia, era lo más educado posible, pero Gerard concluyó que ella no sabía cómo llamarlo.

—¿Es por haber vivido toda su vida en los barrios bajos? Parece que hay muchas cosas que no sabe.

Era por eso le dijo al mayordomo Hailock esta mañana que llamara a un maestro de modales. Pero de nuevo, sólo dijo una palabra porque no quería que lo llamara duque hasta que llegara el maestro...a su manera.

[Nota: Aquí nos esta diciendo que Gerard es poco expresivo y que cuesta comprender sus intenciones.]

—Oh, Dios mío. No puedes hacerlo de esa manera—Joel, que entendía la situación, chasqueó la lengua—el camino está mal, desde hace mucho tiempo.

—¿Camino?

—Sí, después de intentarlo muchas veces, finalmente me llamó hermano mayor. En primer lugar, es mejor que intentes llevarte bien con ella, para que así Lestia abra su corazón.

Pero Gérard sólo habló con indiferencia.

—Aunque no seamos cercanos, ¿no es natural llamarme hermano mayor? Porque ella es una Berchester.

Joel negó con la cabeza, era como estar hablando con una pared. Era difícil para Joel persuadir a su hermano mayor, que estaba bloqueado de muchas maneras.

—Bueno, pero hermano, no tienes que señalarlo así. ¿No es peor Lysian que no es amable con ella? por lo menos tu no la sermoneas—preguntó Joel.

—...Eso es lo que parece, pero no es así.

—Parece ser extrañamente estricto con Lestia.

Ante el interrogatorio de Joel, Gerard permaneció en silencio.

***

—¡Ahhhh!

Poco después de que Gerard abandonara el palacio, un grito sonó dentro de las paredes imperiales.

Erick comenzó a azotar sin piedad a sus sirvientes y a sus doncellas.

El lujoso látigo que sostenía, hecho de una combinación de regalos tejidos y joyas, se volvió rojo oscuro con el tiempo.

—¡Ahhhhhh! ¡Su Alteza Real! ¡Por favor sálveme! —un joven sirviente lloró y corrió a los pies del príncipe heredero, incapaz de soportar el dolor.

Pero Erick no se detuvo.

—¿Quieres que te salve? ¿Estás en posición de rogar por tu vida?

—Oh... no es eso...—el rostro del sirviente frente a Erick estaba consternado. Era muy consciente de que el Príncipe Heredero tenía una forma sádica de aliviarse. Además, había escuchado que, como consejo, debía dejar que su ira siguiera su camino hasta que se aliviara.