Insecurity

Capítulo 52

"La calma antes de la tormenta"

Todo el camino hacia el interior del castillo fue en completo silencio salvo los constantes chillidos que soltaba Peter entre las manos de Harry, quien solo lo apretaba con más fuerza de vez en cuando para hacerlo quedarse quieto, ignorando las mordidas que la rata le daba en los dedos. 

Pareció ser una eternidad hasta que finalmente llegaron, y para sorpresa suya, el profesor Lupin ya estaba allí.

—Moony— se le escapó decir a Harry, y el adulto solo le sonrió antes de fijarse en el perro negro y luego en la rata. 

—¿Este es?— preguntó con una seriedad que parecía hasta atípica en él. 

Harry y Ron asintieron lentamente con la cabeza, el profesor imitó el gesto y ladeó la cabeza para indicarles que avanzaran, los niños solo entraron, seguidos de Sirius, que por un segundo Harry alcanzó a ver con un porte de perro regañado. 

En la entrada de la oficina del profesor Dumbledore estaba el profesor Snape junto a Theo. Fue este último el que se acercó primero, haciendo una mueca ante las heridas provocadas por la rata a las manos de su compañero de habitación, pero Harry solo negó con la cabeza y se dirigió hacia el profesor. 

—¿El profesor Dumbledore..?

—Debería estar recibiendo al ministro en este momento— fue todo lo que dijo. 

Los tres niños se miraron y luego se fijaron en el gran perro negro, pero Harry se fijó en el profesor Lupin, y luego a su propio reloj. Remus entendió perfectamente el gesto, y mirando por última vez a Sirius, se dirigió al profesor de pociones. 

—Los dejaré contigo, Severus.

El maestro no respondió verbalmente, pero asintió con la cabeza. Remus entonces comenzó a caminar para alejarse de ellos, y Sirius pareció dudar un momento entre qué hacer, y, para sorpresa de todos, fue Severus quien le dio la respuesta:

—Ve. No es conveniente que el Ministro sepa lo que eres.

"Lo que eres" podría haber sonado casi como un insulto en otra ocasión, pero en ese momento, Sirius pareció no darle importancia a ello, y de no ser porque era un perro y lo más expresivo que podía ser era moviendo la cabeza de una forma u otra, Harry estaba seguro que su rostro hubiera mostrado bastante sorpresa, hasta donde sabía, su profesor y su padrino no eran los mejores amigos... Pero eso no importó, pues Sirius salió corriendo tras el profesor Lupin, seguramente hacia su despacho, después de todo, la luna llena se acercaba. 

No podía negar lo nervioso que estaba. Prácticamente dependía de lo que dijeran ahora el que Sirius sea libre... o condenado a los dementores. 

"Sin presiones", pensó Harry de manera irónica, tragando saliva. 

El profesor Snape dijo la contraseña del despacho del director con una mueca, seguramente por lo extraña de esta. Cuando la gárgola que cuidaba las escaleras se movió, todos entraron uno tras otro y subieron, como en una escalera mecánica, hasta la oficina. 

Tres golpes a la puerta fueron todo hasta escuchar la amable voz del viejo director dándoles permiso para entrar. Hermione (quien tenía a su gato en brazos) y, precisamente, el Ministro de Magia, Cornelius Fudge ya estaban allí. 

Hermione ahogó un pequeño grito al ver a Harry con Scabbers, o bien, Pettigrew mordiéndole las manos, mientras que el ministro se veía extremadamente confundido. 

—Mis queridos muchachos, llegaron en una buen momento— dijo el director, como siempre, como si no hubiera nada mal en aquella situación. 

Crookshanks soltó un gruñido al ver a la rata, que chilló y trató nuevamente de zafasarse de las manos de Harry, una vez más, sin éxito.