Capítulo 32

4.6K 688 391
                                    

"La caída del heredero"

Harry estrechó los ojos hacia el adolescente, parecía haberse vuelto menos nítido de repente, pero estaba comenzando a dudar si eso era algo del recuerdo, o su propia vista. 

—¿Tu objetivo? ¿Te refieres a seguir los ideales de Salazar sobre los hijos de muggles..?

—Al comienzo, sí... Seguir la voluntad del gran Salazar Slytherin era algo que yo podría hacer... Es por ello que pasé buscando la cámara durante años, me ha tomado cinco años averiguarlo todo... Pensé que esa sería una falla en mi plan cuando engañé al viejo Armando Dippet. ¿Cómo podría haber creído que Hagrid tenía la inteligencia o el poder para encontrar la cámara? Aunque, claro, era mi palabra contra la suya...

—Aunque en aquel entonces, el profesor Dumbledore ya había sospechado de ti.

—Sí... ciertamente nunca le gusté como a los otros maestros...

—Me pregunto porqué...— murmuró Harry. 

Riddle no lo escuchó al parecer, pero su sonrisa solo se hizo más notoria... y más dolorosa desde el punto de vista de Harry, aunque dudaba que un recuerdo pudiera sentir dolor. 

—Todavía no lo entiendo... ¿cómo hiciste para volver a abrir la cámara..? 

—Es evidente que no he podido hacerlo yo solo... para ello... necesité de una pequeña... ayuda— susurró Riddle, caminando hacia Harry, quien retrocedió instintivamente. —Tu amiga... Ginny Weasley me fue muy útil. 

—¿Qué quieres decir?— casi gritó Harry, congenlándose en su sitio. 

—Ginevra Weasley fue la que abrió la Cámara de los Secretos... todo gracias a que confió y puso sus sentimientos en un diario... mi diario. 

Harry sintió que la sangre se le helaba en las venas, palideciendo terriblemente ante la idea. ¿Cómo era posible siquiera? 

Como si hubiera leído sus pensamientos.., o tal vez solo por presumir sus logros, Riddle procedió a explicarle todo. 

La pequeña Ginny ha estado escribiendo en él durante muchos meses, contándome todas sus penas: que sus hermanos se burlaban de ella, que tenía que venir al colegio con túnica y libros de segunda mano, que... —A Riddle le brillaron los ojos— pensaba que el famoso, el bueno, el gran Harry Potter no llegaría nunca a quererla...

Mientras hablaba, Riddle mantenía los ojos fijos en Harry. 

—Era una molestia tener que oír las tonterías de una niña de once años —siguió—, pero me armé de paciencia. Le contesté por escrito. Fui comprensivo, fui bondadoso. Ginny, simplemente, me adoraba: "Nadie me ha comprendido nunca como tú, Tom... Estoy tan contenta de poder confiar en este diario..." 

Riddle se rió con una risa potente y fría que parecía ajena. A Harry sintió unos escalofríos golpearlo con fuerza en todo el cuerpo.

—Si es necesario que yo lo diga, Harry, la verdad es que siempre he fascinado a la gente que me ha convenido. Así que Ginny me abrió su alma, y era precisamente su alma lo que yo quería. Me hice cada vez más fuerte, alimentándome de sus temores y de sus profundos secretos. Me hice más poderoso, mucho más que la pequeña señorita Weasley. Lo bastante poderoso para empezar a alimentar a la señorita Weasley con algunos de mis propios secretos, para empezar a darle un poco de mi alma... 

—¿Tu... alma?

—Sí —dijo Riddle con calma. —Por supuesto, al principio ella no sabía lo que hacia. Fue muy divertido. Me gustaría que hubieras podido ver las anotaciones que escribía en el diario... Se volvieron mucho más interesantes... "Querido Tom, creo que estoy perdiendo la memoria. He encontrado plumas de gallo en mi túnica y no sé por qué están ahí". "Querido Tom, no recuerdo lo que hice la noche de Halloween, pero han atacado a un gato y yo tengo manchas de pintura en la túnica". —se burló, y ante la mirada horrorizada de Harry, siguió. —"Querido Tom, Percy me sigue diciendo que estoy pálida y que no parezco yo. Creo que sospecha de mí... Hoy ha habido otro ataque y no sé dónde me encontraba en aquel momento. ¿Qué voy a hacer, Tom? Creo queme estoy volviendo loca. ¡Me parece que soy yo la que ataca a todo el mundo, Tom!"

InsecurityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora