Insecurity

Capítulo 42

"Buckbeak"

Cuando habían llegado al colegio, con algo de duda, Harry estiró su mano para tomar la túnica de Ron (que iba delante suyo) y tiró suavemente de la manga, haciendo que él, y luego Hermione, detuvieran su andar para girarse a verlo, Theo también se quedó quieto.

—Podemos... ¿podríamos no hablar de lo que pasó en el vagón, por favor?— murmuró. 

Sus amigos solo asintieron, antes de seguir su camino a los carruajes. 

Harry volvió a acariciar a los extraños caballos alados que tiraban de los carruajes antes de subir a uno, Ron y Hermione lo miraban extrañados, pero Theo, quien sí entendía lo que había hecho, solo trató de sonreírle. 

Se sintió algo incómodo cuando sus amigos lo miraban de reojo cada tanto, como si temieran que fuera a desmayarse de nuevo en cualquier momento, por lo que trató de concentrarse en el exterior de la ventana de la diligencia, viendo los alrededores. 

Mientras avanzaban hacia las verjas, Harry se estremeció violentamente, sorprendiendo a sus amigos. Pudo ver a otros dos enormes dementores que parecían estar montando guardia. Al primer indicio de sentir que se iba a sentir indispuesto de nuevo, Harry se agachó ligeramente hacia el frente, apoyando sus codos en sus rodillas y la cabeza sobre las manos, cerrando los ojos hasta que hubieron atravesado la entrada al colegio. 

Luego de bajar del carruaje, cuando se iban a adentrar al colegio, la profesora McGonagall llegó junto a ellos. Harry, de haber estado de mejor ánimo se hubiera preocupado, creyendo que estaba en problemas, pero solo atinó a seguir a la profesora junto con Hermione cuando los llamó a ambos. 

Ella explicó que sus respectivos jefes de casa los estarían esperando en sus despachos, por lo que debían ir primero allí antes de ir al Gran Comedor. Harry se sintió un poco avergonzado de que la profesora lo acompañara a él en lugar de a Hermione, pero parecía ser que el profesor Lupin les había mandado una carta avisando que se había sentido "indispuesto" en el tren... por no decir que había tenido una especie de ataque. 

Al llegar a las mazmorras, la profesora se despidió y fue directamente al Gran Comedor para supervisar la ceremonia de selección. Ya sería demasiado que tres de los cuatro jefes de casa estén ausentes, si es que el profesor Flitwick no terminaba de hablar con Hermione antes de que acabe. 

—¿Cómo te sientes, Harry?— preguntó el profesor Snape cuando se sentó en la silla delante de su escritorio. —Nos han comunicado del incidente...

—Estoy bien, señor— dijo Harry, negando con la cabeza. —Ya...

Antes de poder terminar la frase, alguien golpeó la puerta y la señora Pomfrey entró. Harry no pudo evitar ruborizarse, encontrando ya muy vergonzosa la situación como para que se armara ese pequeño embrollo. 

—¿Qué ha sucedido?— preguntó la medimago, acercándose para revisar a Harry. De no ser por su rostro tan serio, Harry hubiera jurado que madame Pomfrey había mostrado seria preocupación al ver que, una vez más, era a él a quien debía revisar. 

—Un dementor— fue todo lo que dijo el profesor Snape.

Madame Pomfrey chasqueó la lengua con desaprobación, tomándole el pulso a Harry. El niño tuvo que hacer un esfuerzo sobrehumano para no soltarse del toque de la mujer, aunque de todas formas, ella lo soltó, notando que estaba provocando que su respiración se acelerara. 

—Poner dementores en el colegio... No será el único que se desmaye— aseguró, apuntando su varita hacia Harry para ver su condición. —¿Cómo te sientes?