Insecurity

Capítulo 34

"Prince Manor"

Harry se estaba poniendo bastante nervioso. 

No había ocurrido nada en particular, y aunque las clases siguieron (aunque sin DCAO porque se quedaron sin maestro), no podía evitar temer que llegaran las vacaciones. 

Sabía que no volvería con sus... tíos, cosa que le ponía muy feliz... pero no pudo evitar sentir miedo ante la perspectiva de quedarse en la casa de su profesor de Pociones. 

Solo había tenido una reunión más al respecto para decirle que, si bien tomaría el tren con sus compañeros, luego usaría un traslador para ir a la casa del maestro. Aún no le había dicho nada a sus amigos, pero sí les dijo que ya no iría a la casa de los Dursley.

Además de eso, estaba algo nervioso, porque le dijeron que iría a Gringotts para hacerse una prueba de sangre. Le explicaron lo que era, por supuesto, pero eso no ayudó mucho a sentirse más tranquilo. Iba a descubrir los lazos sanguíneos que tenía por lado de su madre, porque, si bien el profesor Snape le había dicho que sabía que su madre era adoptada porque ella mismo le había contado (al parecer fueron amigos), nunca le había dicho sobre su familia biológica... bueno, el hombre realmente no estaba seguro de que ella lo sabía o no, ya que había vivido con los Evans toda su vida. 

No iba a negar que estaba preocupado... no tenía idea de cómo comportarse en la casa del profesor. De por sí cuando fue a La Madriguera estuvo muy nervioso porque no sabía cómo debía de actuar, intentó hacer algunas labores como solía hacerlo en su propia casa, pero más allá de mantener limpia su parte de la habitación, la señora Weasley no le permitió hacer más, apenas y le había dejado ayudar con la cocina el último día. No tenía idea de si el profesor Snape esperaba que hiciera algún trabajo... al menos, tenía la pequeña calma que le transmitía saber que, al menos, eran pocas las tareas domésticas que no sabía saber, y podía aprender rápidamente de ser necesario. 

Pasó el resto de la última semana hablando con sus amigos, y también se había dedicado un poco a pasar tiempo con los gemelos Weasley, más que nada por la curiosidad que le provocaba las bromas que estaban planeando. Además, le encantaba que siempre aprendía algún que otro hechizo nuevo cuando pasaba tiempo con ellos, incluso si eran algo avanzados para su año, como el hechizo para desvanecer objetos que habían aprendido ese mismo año (aunque ese había tenido que aprenderlo para desaparecer las serpientes que le lanzaban por los pasillos). 

Sin embargo, cuando llegó la hora de irse... Harry vio algo... raro.

Era la primera vez que tomaba los carruajes ya que ese año no había llegado a Hogwarts por el método tradicional... pero no estaba preparado para ver lo que tiraba de ellos. 

Ahogó un pequeño grito al ver los extraños caballos que había allí, los cuales no reconoció, algo un poco extraño, ya que dudaba poder olvidar tales animales de haberlos visto antes. 

—¿Sucede algo, Harry?— preguntó Theo al ver que su compañero se había quedado callado, sin embargo, dirigió un momento su mirada hacia los carruajes, abriendo un poco los ojos. —No me digas... ¿también los ves?

—¿Eh? ¿No todos pueden?— preguntó, desconcertado. —Pero... están ahí.

—No lo sé, pero nadie más parece verlos... al menos no de nuestro año.

—¿Sabes lo que son..?

—Ni idea. 

Algo distraído, Harry solo asintió, acercándose a los caballos alados. Se asustó un poco cuando uno de ellos movió la cabeza, pero en el momento en el que se cercó a su mano, Harry lo acarició.