Capítulo 71

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"Pedir y dar una mano"

Harry se encontraba caminando hacia la oficina del profesor Snape mientras revisaba uno de sus libros de pociones. Quería saber si realmente había alguna poción que pudiera ayudarle a respirar bajo el agua para la segunda prueba. 

No tenía forma de practicar cómo nadar a pesar del consejo de Ron de preguntarle a Fred y George por ayuda, pues el lago aún estaba demasiado frío, y aunque para la prueba aún haría frío, ya no lo golpearía el aire helado. De no ser por lo enfermizo que era, en realidad hubiera ido a practicar de cualquier forma, por mientras, había vuelto a escabullirse al baño de prefectos para tratar de nadar aunque sea un poco, pero había evitado volver desde que se había encontrado con Myrtle la llorona allí. 

Era bastante tétrico pensar que una fantasma que, aunque su edad se había congelado cuando murió, ahora tendría alrededor de más de sensenta años, estuviera viendo a los chicos cuando se bañaban. 

Golpeó la puerta del despacho del profesor y esperó a que le diera paso como siempre, sin embargo, la puerta se abrió con brusquedad, revelando la figura de su maestro que tenía el ceño profundamente fruncido. 

—¿Necesita algo, señor Potter?

Harry se asustó por la frialdad del adulto, pero alcanzó a notar por el rabillo del ojo que había alguien más ahí, por lo que supuso que se debía a quien sea que estaba allí adentro... el director de Durmstrang, Karkarov. 

Sabiendo que se estaba tardando en responder, se enderezó y, tratando de no tartamudear, habló:

—Disculpe la interrupción, profesor... Me preguntaba si me dejaría entrar al laboratorio. Sé que no está permitido entrar fuera de hora de clases, pero le dije a un compañero que le ayudaría a mejorar su antídoto y no creo que sea buena idea hacerlo en un lugar que no esté preparado para la preparación de pociones.

Severus no había estado esperando que Harry fuera a buscarlo justo en esos momentos, de hecho, no lo esperaba, punto. El niño nunca iba a verlo a menos que él mismo se lo pidiera, así que estaba un poco desconcertado, y a su vez eso impidió que pudiera contener el tono tan brusco de molestia por ser interrumpido en su conversación. 

De cualquier forma, debía admitir que estaba impresionado por la rápida salida del niño, no solo por lograr captar la situación con ver al director en su salón, sino por la mentira bien elaborada. 

—Mientras no hagan volar mi salón de clases, señor Potter. Sino, los tendré a ambos fregando calderos hasta fin de año— gruñó, no tan fuerte esta vez. 

Haciendo una pequeña inclinación con la cabeza, Harry se apresuró a alejarse de allí, dejando que el profesor volviera a entrar a su oficina. 

Soltó un largo suspiro al alejarse lo suficiente. En realidad, había olvidado casi por completo cómo era realmente el profesor Snape, después de todo, con él era bastante agradable, sin gritarle y cuando estaban fuera del salón de clases lo llamaba por su nombre, cosa que le ayudaba a sentirse tranquilo. Escucharlo tan enojado ahora había sido aterrador, y de no ser por su costumbre de apartar la mirada, no se habría dado cuenta de porqué había ocurrido eso. 

Aún así se encontró bastante sorprendido de sí mismo, a pesar del escalofrío, esta vez no había retrocedido... Quizá confiaba más en el profesor de lo que pensaba. 

Le tocaría esperar para hablar con el profesor, quizá incluso él lo llamara luego para preguntarle la razón por la que fue a su salón...

Podría aprovechar que pidió el salón para ayudar a Neville, después de todo, no era mentira que le había prometido ayudarle alguna vez con su antídoto para venenos indetectables. Quizá Ron también quisiera ir, y podría preguntarle a Hermione si tenía tiempo para ayudarle, no sabía si era buen maestro, pero estaba seguro de que ella sí podría ser un buen apoyo para mostrarle a sus amigos de Gryffindor cómo hacer correctamente las pociones. 

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