Capítulo 22

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"El  buscador de las serpientes"

Los siguientes días fueron tranquilos, al menos los días en que Harry conseguía esquivar con éxito al profesor Lockhart que no parecía darse cuenta de que él no disfrutaba de que alguien lo tocara, porque cada vez que estaba cerca suyo trataba de ponerle el brazo alrededor de los hombros, cosa que ponía muy nervioso a Harry, y las cosas solo empeoraban cuando Colin Creevey estaba cerca. Malfoy se había encargado de gritar a todos que Harry firmaba autógrafos solo porque Creevey se lo había pedido una vez, y, claro, Lockhart no perdió la oportunidad de meterse en medio.

—Cuando yo tenía doce años, era tan poco importante como tú ahora, de hecho, ¡creo que era menos importante! Quiero decir, hay gente que ha oído hablar de ti, ¿no?, por todo ese asunto con El-que-no-debe-ser-nombrado...

—¿Con Voldemort?— dijo Harry con aburrimiento, poniendo los ojos en blanco cuando el profesor tembló al escuchar el nombre. 

Theo por su lado se estaba riendo al igual que Ron, incluso si ellos también habían tenido un escalofrío al oírlo decir aquello.

—Sí, eso... aunque, claro, no es tanto como ganar cinco veces seguidas el Premio a la Sonrisa más Encantadora, concedido por la revista Corazón de Bruja, como he hecho yo, pero por algo hay que empezar...

Ron no aguantó y se echó a reír a carcajadas cuando se fueron de allí, Hermione lo miraba mal, pero Theo solo se contagió de la risa. Harry bufó, ese mago le ponía los nervios al tope. No estaba acostumbrado a burlarse de alguien, pero Lockhart lo llevaba al otro extremo y tendía a encararlo antes de darse cuenta.

Creevey no se rindió con la foto, incluso parecía que de alguna forma se había conseguido su horario y lo había aprendido de memoria, algo que Harry consideraba algo... aterrador, de hecho. Al final consiguió sacarle algunas, pero él no las firmó; no es que quisiera ser malo con el otro niño, solo que le ponía demasiado incómodo... aunque siempre se preguntaba si estaba siendo muy cruel con él. 

¿Cuándo no fuiste mala persona? ¿Y ahora te sorprendes?

Sacudió la cabeza, aunque no quitó sus pensamientos de su mente.

Hedwig solía ir junto a él en los desayunos, incluso si no recibía cartas de nadie. Malfoy se burlaba de él por eso, diciendo qué triste debía ser no tener a nadie que le importara como estaba, eso mientras le mostraba la bolsita de dulces que su madre le mandaba todos los días. Él nunca respondía a ello, pero se sorprendió bastante cuando ese mismo viernes recibió un paquete mucho más grande que el de Malfoy: la señora Weasley le había mandado unos chocolates caseros. Harry se ruborizó por completo y se apresuró en escribir una carta para agradecerle.  

Los gemelos no necesitaban decirle que ellos habían tenido algo que ver en ello, ¿verdad?

De cualquier forma, cuando el sábado por la mañana Flint le dijo que tendrían las pruebas para seleccionar a los miembros del equipo, Harry no pudo evitar sorprenderse un poco. Él sabía que había pruebas, pero, evidentemente, él no había tenido una, había sido admitido en el equipo sin necesidad de hacerla, solo lo admitieron luego de verlo volar... aunque sí le hicieron atrapar una snitch, pero dudaba que esa sea la prueba real.

Él ya había acordado visitar a Hagrid esa mañana con Hermione y Ron, Theo también quería ir a ver al semi-gigante, pero les tuvo que decir que no podría hasta que acabara la prueba, ellos decidieron ir a ver también, para ir luego los cuatro a la cabaña de su amigo.

Al llegar al campo, realmente no se sorprendió demasiado de ver allí a Malfoy, sonriendo con altanería, volviendo luego su mirada hacia el capitán del equipo.

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