Capítulo 30

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"Secretos y descubrimientos"

—¿Alguien ha visto a Harry?— preguntó Theo.

—Creí que estaba contigo— respondió Ron.

—¿No tiene práctica de quidditch?— cuestionó Hermione.

—Los otros miembros del equipo están en la sala común, así que no— explicó Theo, suspirando. —Tal vez esté viendo al cerbero.

—Todavía no sé cómo es que le gusta— se quejó Ron.

Theo alzó los hombros y volvió hacia la sala. Solo había ido a buscar a los otros amigos de su compañero, pero misteriosamente, había "desaparecido". 

Harry era de andar solo de vez en cuando, así no le era extraño, solo que, debía admitir, estaba un poco preocupado. 

Los gemelos Weasley le habían dicho que en la última práctica Harry había estado algo mareado, y le preguntaron si estaba durmiendo bien durante la noche, ya que por la falta de alimentación no era. Él no pudo responderles, no había notado nada, pero con las cortinas del dosel era difícil saber. 

El chiquillo de ojos verdes no apareció hasta la hora del almuerzo, disculpándose por su ausencia repentina. Aparentemente, estaba leyendo en la sala de Fluffy y se había dormido en algún punto dado. 

Harry bostezó, frotándose los ojos. Últimamente sentía que estaba más cansado a pesar de que, según él, tenía una noche decente de sueño. ¿Quizá era el estrés por los exámenes próximos?

Por otro lado, todos estaban ansiosos por el próximo partido de quidditch, él mismo estaba esperando que llegara la fecha. Aún temía que Dobby volviera a intentar "salvarlo", pero esperaba que no lo hiciera ahora que los ataques habían cesado. 

Sobre ello, había estado pensando mucho. Ya no solo sobre dónde estaba la cámara, sino también acerca del dichoso monstruo. 

Seguía sin convencerse de que la criatura que liberó Hagrid fuera realmente el monstruo de Slytherin, y aunque pudiera ser solo su orgulloso negándose a aceptar que estaba equivocado, creía firmemente que la criatura debía era relacionada con el fundador... y dudaba que una acromántula estuviera relacionada y que, de hecho, fuera capaz de petrificar a alguien; porque sí, al fin había dado con la criatura que había visto en el recuerdo de Riddle. 

Y sobre eso... cada vez que pensaba en el diario, le dolía la cabeza. Todavía se sentía demasiado atraído hacia el diario, y de hecho, sentía que cada vez le gustaba más escribir en él. 

Eso no significaba que lo hiciera, claro. 

Había vuelto a hablar con Tom Riddle unas pocas veces, y este siempre le contestaba, además de contarle más sobre la cámara... o lo que supuestamente sabía de ella. Quería saber cuánta información podía sacarle al diario, pero al ver que no sabía mucho más, lo había vuelto a guardar en su baúl. 

Riddle le había dicho a "James", que él había descubierto a Hagrid actuando sospechoso desde antes, pero que no fue hasta esa noche que realmente se dio cuenta del peligro que significaba ese monstruo para todos. 

Harry simplemente no le creyó. 

Bien podría estar juzgando mal las cosas porque Hagrid era su amigo y a Riddle no lo conocía, pero no creía que Hagrid dejara libre una criatura sabiendo que podía matar... Bueno, lo creía, pero estaba seguro de que si el semi-gigante hubiera sabido que fuera su acromántula la que estaba atacando a los estudiantes, hubiera hecho algo para sacarlo del colegio desde antes. 

Además, Riddle le dijo que expulsaron a Hagrid, pero que no lo encarcelaron porque no era su intención la de que su criatura atacara a otros... Bien, eso hubiera tenido sentido... si no conociera un poco del Ministerio.

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