Capítulo 66

3.9K 560 250
                                    

"Con el miedo no se derrota a un dragón"

Harry suspiró con fuerza mientras se dejaba caer al suelo, apenas evitando a tiempo el golpearse la cabeza contra la fría tierra, lejos de donde estaban todos los estudiantes. 

Antes ya lo pensaba, pero ahora estaba seguro: odiaba a Rita Skeeter. 

La horrible bruja había hecho caso nulo a su "advertencia" y de todas formas publicó su artículo sobre el Torneo, pero lo hizo de tal forma que pasara entre las reglas de publicar algo sobre los menores de edad, y ahora, lo que no era tanto un reportaje sobre el Torneo como lo era una biografía terriblemente alterada sobre él, estaba rondando por el colegio. 

Harry se sintió más miserable que nunca. 

Algunos miembros de su propia casa también se habían reído del artículo, que además de confundir su edad (por lo visto, Rita pensaba que Harry tenía doce años), había transformado sus silencios en frases cursis, mismas que obviamente él no dijo, pero según la reportera, era lo que expresaban sus "impresionantes ojos verdes". Incluso había inventado la historia de que estaba saliendo con Hermione, o que ellos eran de los mejores estudiantes del colegio. Hermione podía serlo, pero él no.  

Aunque sus compañeros se reían más con él que de él, eso solo era en su sala común, porque por fuera de esta, era más insoportable de lo que creía posible. 

El artículo no mencionaba a Krum y a Delacour hasta el final, y ni siquiera había escrito bien sus nombres, y el de Cedric ni siquiera fue mencionado, cosa que hizo que los Hufflepuff parecieran despreciarlo aún más. Ahora parecía que incluso los de otros colegios lo odiaban, y ya no solo por ser un campeón de un colegio rival. 

Y, claro... Ron aún no le hablaba.

Para el empeorar aún más las cosas como no creía posible, la primera prueba estaba cada vez más cerca, Harry no tenía ni idea de lo que se trataba, y eso hacía que estuviera más nervioso y asustado de lo que creía posible. 

Las pesadillas habían vuelto con fuerza, en las que siempre terminaba siendo golpeado por un rayo verde, como si la prueba fuera sobrevivir una segunda vez a la maldición asesina, solo que nunca sabía si tenía suerte o no ya que despertaba sobresaltado en el momento en el que el avada kedavra golpeaba su pecho. 

La falta de sueño y la ansiedad lo habían vuelto terriblemente paranoico al punto de que varios de sus miedos habían salido a flote, como el creer que cualquier ráfaga de aire frío fuera un nuevo regreso de los dementores, y ya ni siquiera era capaz de sostener la mano de George o Fred sin entrar en pánico antes de terminar el primer minuto. Además de, solo para terminar de arruinar también su desempeño académico, ponerlo en un punto en el que ni siquiera podía concentrarse como era debido. 

En la clase de Encantamientos no era capaz de realizar el encantamiento convocador a pesar de que en el tren había logrado dominarlo con relativa facilidad. En clases de Pociones ni siquiera era capaz de hacer las pociones más simples sin (casi) saltarse mínimo dos pasos. En Transfiguración no podía hacer transformaciones completas debido a que su mano le temblaba demasiado y no lograba hacer los movimientos correctos... Y eso era solo por comentar algunas asignaturas. 

Por algún motivo, no conseguía siquiera llorar, por mucho que los ojos le ardieran y la garganta se le cerrara por un nudo que no estaba allí, no podía, como si su cuerpo mismo le prohibiera desahogarse. 

Sus amigos, e incluso Zar y Hedwig intentaban animarlo constantemente, pero sentía que el mundo se le venía abajo todo el tiempo.

Estás exagerando. 

InsecurityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora