Capítulo 28

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"El diario"

La mañana de Navidad, Harry despertó luego de un sueño un tanto extraño, que si bien no recordaba del todo, estaba seguro que era sobre algo que le ocurrió con anterioridad, si era sobre Nick, Quirrell, o algo incluso más antiguo, no lo sabía. 

Ese año también tenía varios regalos sobre la cama, los cuales abrió con entusiasmo, aunque se sintió extraño al ver la carta de los Dursley junto al pequeño paquete que tenía un palillo para los dientes. Hedwig entró cuando la puerta fue abierta y los gemelos entraron, también vistiendo un nuevo suéter de Navidad, él también recibió uno. 

Nuevamente se sentó con los Weasley en la mesa de los leones, los gemelos tratando de convencer a Percy de que se pusiera su suéter. Ginny lucía algo pálida, pero era difícil decirlo por culpa de la iluminación de las velas. Hermione estaba hablando con ella, probablemente había también notado que no se veía muy bien.

Decidieron tomar un descanso de buscar la cámara de Slytherin ese día, así que salieron al patio a jugar con la nieve. Fred y George recordaron, entre risas, que habían golpeado al mismísimo Voldemort en la cara con bolas de nieve; incluso Harry se rió de aquello.

El banquete fue más que excelente, claro que ninguno de ellos pensó realmente que sería de otra forma. 

Harry recordó, con algo de nostalgia, que el año anterior en esa misma fecha había sido la primera vez que fue capaz de ver a su familia gracias al espejo de Oesed, sonrió al pensar en ello, pero trató de desviar su atención del tema, concentrándose en el juego de ajedrez que estaba teniendo con Ron, aunque era casi imposible porque Percy trataba de ayudarlo y eso confundía a sus piezas. 

Cuando fue a acostarse se quedó despierto un rato para leer el libro que le había regalado Ron sobre su equipo de quidditch favorito, y también leyó el primer capítulo del libro que le regaló Theo, esta vez le dio uno sobre hechizos, seguramente notando su gusto por la clase de Encantamientos.

Los siguientes días siguieron buscando sobre la cámara, pero no es que hayan muchos libros que hablaran sobre ella, y los gemelos habían pensado en buscar diseños de serpientes en los escondites del castillo, pero no estaban hallando nada tampoco de momento.

En realidad, no encontraron nada realmente importante, y aunque se les ocurrió tratar de ver la lista de estudiantes que estuvieron en el colegio hacía cincuenta años, no hubieran podido hacerlo porque aquello estaba reservado para los maestros... y realmente tampoco estaban seguros de poder encontrar nada con eso. 

Fue de tal forma que no pudieron encontrar nada, porque también debían terminar los deberes antes de que las clases se reanudaran, y tuvieron que concentrarse en ello. 

Cuando los otros estudiantes volvieron, muchos pensaron que se encontrarían con otra víctima, pero entre los pocos estudiantes que se quedaron no ocurrió nada, y todos estaban en buen estado. 

Aún así, las acusaciones hacia Harry no desaparecieron, sino que ahora hablaban de que "no mató a nadie porque quería esperar a que hubieran más alumnos para no ser tan obvio". Cuando lo escuchó por primera vez no pudo evitar rodar los ojos.

Irónicamente, los Slytherin parecían los únicos convencidos de que no era él, o, por lo menos, si lo creían, no les importaba... Solo esperaba que no sea porque pensaban que estaban "a salvo" porque todos eran sangre-pura o mestizos. 

En otro tema no tan distinto, Ron se ganó un castigo por batirse a duelo a uno de los que lo estaban molestando, además de eso, también estaba el hecho de que había terminado vomitando babosas por un hechizo que le lanzó el otro estudiante... que también terminó en la enfermería porque Ron le había hecho un hechizo que le provocó que su nariz comenzara a crecer hasta que no podía sostener el cuello recto por el peso de la misma. Harry no podía dejar de preguntarse en qué habrían estado pensando las personas que crearon esos hechizos. 

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