Capítulo 56

4.9K 649 356
                                        

"De regreso a La Madriguera y la ambición de los gemelos"

Cuando volvió Severus, Regulus había hablado con él acerca del sueño que había tenido Harry, tal y como le había dicho al niño que haría. 

Severus debía admitir que estaba un poco sorprendido acerca del hecho de que Harry realmente haya confiado en Regulus como para contarle lo que le preocupaba, pero esperaba poder llamar a eso un pequeño avance. 

Tanto él como Regulus estaban de acuerdo en que aquello no había sido solo un sueño, no cuando parecía tener detalles reales que Harry no podría haber sabido, como la existencia de Nagini, por poner un ejemplo. No había forma de que el niño ya hubiera conocido a la serpiente desde antes de ese sueño, y si solo hubiera sido una "imaginación", pues... era demasiada coincidencia de que su mente "inventara" un nombre clavado a la realidad. El que fuera luego de la huida de Pettigrew no ayudaba: no querían descubrir que la rata había llegado a Voldemort. 

Harry había sido inteligente a su propio modo, buscando el nombre del muggle que había visto morir, de tal forma que pudiera descubrir si había algo de realidad en su sueño. Bien, si hubiera sido alguien que conocía podría pasar como una paranoia suya, pero en vista de que no era así, fue un movimiento astuto el de tratar de averiguar si había una persona con ese nombre... Aunque a su vez, eso solo le haya provocado más tormento. 

Por otro lado, había estado de acuerdo en que Harry sí vaya a ver la final de los Mundiales de quidditch, tratando de confiar en que estaría a salvo con todos los miembros del Ministerio y otros magos que estarían allí. Conociendo al chico, realmente no esperaba que se separara de los adultos, tal como le había dicho Regulus que haga. 

Algo de distracción no le vendría mal a ese niño, más considerando de que estaban viendo la posibilidad de que lo vea un psicomago para tratar de darle una solución a su hafefobia y su ansiedad... aunque esta última parecía haber disminuido un poco (claro, ellos desconocían el detalle de las pastillas). No solo eso, sino que se sumaba el hecho de que probablemente deberían enseñarle oclumancia, si aquello no era solo un sueño, Harry definitivamente tendría que aprender a cerrar su mente. 

Le gustaría que todo dejara de pasarle a ese chico, pero eso sería pedir un milagro. 

Harry había terminado de arreglar de su baúl para ese entonces. Se encontraba acostado en la cama mientras escuchaba música con los auriculares, aunque a un volumen no muy alto para poder escuchar si alguien le hablaba. 

Debía admitirlo, en un comienzo no creyó que le gustaría tanto usar el celular, no sabía para qué lo quería (y no era tan tonto como para crearse un perfil en las redes sociales, porque aunque dudaba que los magos las usaran, no quería arriesgarse... y tampoco tenía muchas ganas de crear uno falso), pero al final resultó agradable tenerlo, ya sea para comunicarse más rápido con Hermione, o porque podía buscar información y así no estar tan perdido del mundo muggle, o incluso ahora que había descubierto que también podía escuchar música, algo que le ayudaba a relajarse aunque sea un poco. 

Creía que era una lástima que los celulares muggles no puedan soportar los métodos de viaje mágicos, porque estaría encantado de mostrarle el teléfono al señor Weasley, y estaba seguro de que este también estaría más que contento por poder ver uno.

Cuando vio que llegó la hora, apagó el aparato y lo guardó en uno de los cajones de la mesa de noche que tenía al lado, levantándose para estirarse y tomar sus cosas para dirigirse a la sala de estar. 

Tal como el año pasado, se despidió de Regulus de forma un poco más extensa de lo que lo hizo con el profesor Snape, ya que a él volvería a verlo en el colegio en menos de dos semanas. Además, a diferencia de lo que estaba previsto en un comienzo (es decir, Harry yendo solo al Caldero Chorreante donde el señor Weasley lo recogería), el maestro iría también con él. Harry no estaba seguro si tenía algo que ver con su sueño, pero no replicó tampoco. 

InsecurityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora