"Quidditch y el giratiempo"
A medida que pasaban los días, Harry había estado más determinado a tratar de mejorar su patronus, aunque era difícil porque tenía un "pequeño" inconveniente... y es que tenía un deseo secreto de volver a oír las voces de sus padres.
—Se ha vuelto más débil...— se quejó, jadeando.
Estaba escondido en una de las salas en desuso del castillo. Tenía la idea de que podría practicar el encantamiento fuera de sus prácticas con Moony, sin el boggart-dementor en frente. Esperaba que, si veía desde antes qué recuerdos funcionaban mejor, tendría menos problemas para concentrarse en ellos cuando estuviera practicando con el profesor, y además, así no perdería tanto tiempo.
Luego de su cuarta clase, el profesor Lupin lo había regañado por exigirse demasiado. Sabía que tenía razón, había logrado dar con un libro de encantamientos avanzados (la señora Pince había sido muy amable al mostrarle dónde encontrarlo), y sabía que estos encantamientos eran realmente difíciles, y que, de hecho, era sorprendente que pudiera hacer uno, aunque fuera no-corpóreo, a la edad de trece años. Además, había dejado de desmayarse, pero los ataques de asma aún eran constantes luego de cada enfrentamiento al boggart-dementor.
Aún así, Harry no podía evitar sentirse algo frustrado, porque sabía de dónde venía su obstáculo para seguir mejorando. Él sabía que ya podría ser capaz de empujar al dementor al baúl si tan solo dejara de desear escuchar la voz de sus padres, pero... ¿cómo podría evitarlo? No había escuchado sus voces desde antes que pudiera siquiera recordarlo.
—Están muertos— se dijo a sí mismo, tratando de mantener la convicción en su voz. —Escuchar el eco de sus voces no los traerá de vuelta...
¿Cómo iba a convencerse si ni siquiera podía decir aquello sin sentir un nudo en la garganta?
Sinténdose frustrado, no fue capaz de lanzar nuevamente el encantamiento patronus, porque simplemente no podía concentrarse en un recuerdo feliz.
No era más fácil cuando sus sueños estaban haciendo de dementores, obligándolo a pensar en cosas que estaban demasiado lejos de ser recuerdos felices:
La casa de los Dursley, cuando tuvo que enfrentarse a Voldemort por la piedra, el rostro del profesor Quirrell cuando lo mató, el odio de sus compañeros en segundo año, el basilisco y el hecho de que estuvo a punto de morir, ser poseído por el diario de Tom Riddle, y ahora también los dementores y el hecho de que estuvo, una vez más, cerca de la muerte por culpa de que había caído de veinte metros de altura mientras escuchaba los gritos de su madre rogando por su vida.
Gruñó y lanzó un hechizo contra una inocente mesa, destruyéndola por completo, recostándose luego contra una pared y dejándose caer hasta el suelo mientras se agarraba el cabello.
Zar se acercó hacia él, y se enredó alrededor de él. El basilisco aún no había crecido mucho en lo que se refería al tamaño de su cuerpo, pero de largo ya había alcanzado el metro, cosa que a veces ayudaba a Harry a tranquilizarse cuando lo tenía sobre él.
A su vez, y aunque sabía que Zar no podía entender exactamente lo que le pasaba, le ayudaba a recordar los momentos felices que usaba para invocar su patronus:
Cuando Hagrid le dijo que era un mago, cuando recibió a Hedwig, sus amigos, cuando vio a sus padres por primera vez en el espejo de Oesed, cuando le dijeron que podría salir de la casa de sus tíos, cuando nació Zar, cuando descubrió que tenía familia...
Suspiró y se levantó del suelo, lanzando un hechizo para reparar la mesa, sintiéndose repentinamente culpable por haber explotado de esa forma, aunque a la vez agradeciendo que había estado solo y nadie lo haya visto así.

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Insecurity
Fanfiction[Primera parte - FINALIZADA] »Primer a cuarto curso de Hogwarts. _________________________________ Harry Potter llega a Hogwarts, pero el temor y la incertidumbre se volvieron una constancia en su vida y le impiden disfrutar su nuevo mundo como debe...