#Mía- Oye Eva... hace tiempo que quiero preguntarte sobre algo, pero no me atrevo - le digo serenándome después de haber visto a esa mujer. Creo que este es el momento perfecto para a saber algo de ella, y es ahora o nunca.
- Oh, claro cielo. Tú sabes que conmigo puedes hablar de lo que quieras, no hay nada por lo que tengas que callarte. - Asiento en su dirección sabiendo que posiblemente tenga razón. Seguramente, Eva sea una de las pocas personas en el mundo a las que le pueda contar mi mayor secreto y se lo lleve a la tumba. Excepto que yo maté a su marido, eso es algo que ella no debía saber nunca jamás.
- El caso es que, llevo mucho tiempo dandole vueltas a un tema y...
- Mía, ¿qué pasa? ¿qué te preocupa tanto? ¿es que estás embarazada otra vez? ¿quieres dejar a mi hijo? ¿es eso? - pregunta rápidamente haciéndome reír entre nervios. ¿Dejar a su hijo? ¿En qué mundo aleatorio existía esa opción? Yo no podía vivir sin Marcos, apenas había sobrevivido durante el tiempo en que nos separamos, no volvería a eso ni en el peor de los casos.
- Te quería preguntar por Cloe - suelto sin más.
- Cloe - susurra mi suegra con cara de sorprendida. Sé que esto no se lo esperaba, pero amabas sabíamos que esta conversación iba a llegar tarde o temprano. Y ahora no se por donde empezar...
- No te voy a obligar a nada, entiendo perfectamente si te niegas a hablar de ella conmigo. Pero la verdad es que no me atrevo a tocar el tema con Marcos, no me atrevo a hacerle recordar los momentos que ha vivido con ella, las cosas que le han hecho estar tanto tiempo juntos, no quiero saber cuanto se han querido, ni tampoco quiero que la eche de menos. Sé que suena egoísta, pero te juro que no quiero preguntarle nada porque me da miedo de que piense que lo que tenía con ella es mejor que lo que tiene ahora conmigo, con nosotros - aclaro refiriéndome a nuestros hijos y a la familia que habíamos formado.
Mi suegra me mira a través del espejo con pena, ¿tan malo es lo que pueda decirme? ¿tanto va a afectarme? ¿O es solo lo que me dicen sus ojos?- Está bien, te contaré todo lo que quieras saber. Pero si alguna vez sale algo de esta conversación a la luz, no le digas a mi hijo que te has enterado gracias a mi.
- Gracias - le digo sinceramente, para a continuación hacer silencio y esperar a escuchar lo que tiene que decirme.
- La verdad es que Cloe no era una mala chica, tampoco era una mala nuera para nosotros, ni una mala novia para nuestro hijo.
Auch, eso ha dolido. Pero tú misma has sido la que te has metido en esto Mía, así que tú misma te tragas tus sentimientos y escuchas.
- Yo no te puedo mentir cielo, lo cierto es que estoy muy agradecida a esa muchacha por ser lo único que consiguió sacar a mi hijo del agujero negro en el que estaba metido. Tardó mucho en recuperarse después de que decidieras irte a Nueva York. Entiéndele, no sabía en qué parte del mundo te encontrabas... ni tú ni su hija. Cloe fue la que le ayudó a salir de ahí.
Yo asiento lentamente mientras aparco el coche y la escucho atentamente. Ni siquiera salimos del coche para entrar en casa, creo que ambas necesitamos tener esta conversación.
- Después lo supo, poco tiempo después. Tenía mi dirección y sabía todo de mí gracias a Lili.
- Sí, y no lo excusó Mía. Pero tienes que aceptar que gracias a esa mujer él tuvo el suficiente valor para ir hasta Nueva York y conocer a su hija. Aunque lo hiciera años después - asiento mirando fijamente el salpicadero del coche. Lo mismo no debería de haber preguntado nada.
- Todos hablan bien de ella -susurro.
- No tenemos motivos para hacer lo contrario. Cloe era una niña muy atenta, siempre sonriendo y siendo agradable con las personas. De hecho, muchas veces me recordaba... a ti.
Me giro inmediatamente para mirarla cara a cara sin poder creerme lo que estoy escuchando. Y Eva asiente lentamente en mi dirección.
- ¿Qué?
- Sí, creía que ya te habías dado cuenta de eso.
- ¿De qué? -digo sin entender absolutamente nada. ¿De qué está hablando?
- Cielo, todos los que hemos visto a mi hijo con esa muchacha alguna vez lo hemos sabido, solo que nadie quiere hablar de ello. Y mucho menos que Marcos se dé cuenta. Incluso Ryan vino a decírmelo la primera vez que la conoció.
- ¿El qué?
- Mía, de no ser por el aspecto físico, por el pelo rubio o la altura de esa chica. Podría ser tu hermana. Mi pobre hijo solo consiguió salir adelante y olvidarse de ti por un rato con la mujer más parecida a ti que había encontrado. ¡Y todos los de su alrededor nos dimos cuenta desde el primer momento menos él! ¡Nunca lo ha visto! Marcos está tan cegado, tan obsesionado contigo, cariño...
- Estoy impactada - susurro sin poder creer lo que estoy escuchando.
- Obviamente sois personas distintas, tenéis gustos diferentes... pero cuidáis a Marcos de una forma muy parecida y supongo que eso es lo que le atrajo de ella. Pero ya ves lo que duró...
- Más de un año - contesto. Pero Eva niega sonriendo como si yo le hubiera soltado la mayor tontería del mundo.
- No cariño. Duró hasta que apareciste tu, porque si hubieras aparecido a los tres meses de ellos empezar, hubieran durado tres meses. Y si hubieses aparecido a los cuatro años, habrían durado cuatro años. Porque para mi hijo siempre vas a estar tú antes que nadie. Y te lo digo yo, que soy su madre y lo conozco mucho más de lo que él piensa. Eres su prioridad.
- Lo sé.
- Entonces no te preocupes ni por Cloe ni por cualquier otra cosa que pueda meterse en tu relación.
Asiento bajando del coche para coger a Evan. Creo que es mejor dejar la conversación aquí o acabaré contándole a mi suegra lo que he visto hace un rato. Y creo que eso no nos conviene a ninguna de las dos.
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TUYA (III)
RomanceTERCERA PARTE DE "Eres mía, preciosa" Después de todo lo sucedido en la vida de Mía y de Marcos, parece que el amor ha ganado... ¿O todavía es muy pronto para saberlo? Atención. Esta es una novela hecha única y exclusivamente por mí, no se admite e...