#MíaDespués de todos los nervios y la larga espera, por fin mi amiga se casaba. Hoy era la boda de Lili y de Ryan, Marcos y yo habíamos estado de los nervios desde primera hora de la mañana. Yo me encargaba de vestir a Olivia como el resto de niños que acompañarían a mi amiga al altar, y Marcos se encargaría de Evan. Suerte que estaba Eva por allí para ayudarlo, bastante nervioso se iba a poner cuando tuviera que calmar a Ryan. Podría imaginarlos a ambos.
- ¡Mami mira! ¡¿Te gusta?! - escucho decir a mis espaldas.
Yo me giro buscando a Olivia entre todos los niños y las mujeres que están peinando y maquillando el equipo que hemos contratado Emma, Sara, Alison y yo. Y entonces la localizó entre todas las sillas, con el pelo suelto y dos trenzas unidas en un precioso lazo blanco. Tan guapa y tan sencilla con su vestido blanco y verde oliva, que me hacía querer llorar pensando en cómo iría el día que quienes se casasen fuésemos su padre y yo.
- ¡Dios mío Olivia, estás Preciosa mi amor! - le digo llegando hasta ella e inclinándome para llenarla de besos aún con mi bata puesta.
- ¡¿Mía que haces?! ¡Te tienen que terminar! - exclama Lili con los nervios a flor de piel. Llevaba una mañana excesivamente complicada y tenía razón, no podía entretenerme más.
- La has dejado divina, muchas gracias - le digo al chico que ha peinado a mi hija mientras le agradezco con la mirada.
- ¿Mamá me puedo ir a jugar con los demás niños? - pregunta con su característica mirada de pillina. Pero, ¿y si se estropeaba el peinado?
- Puedes cariño, pero ni se te ocurra ponerte a correr como una loca y estropearte el peinado porque sino nadie te lo va a poder arreglar. ¿Entiendes? - ella asiente apenada, pero necesito que entienda que yo no voy a ser capaz de peinarla como el chico ha hecho.
- Vale mami.
- Venga ve - le digo dándole un beso en la mejilla antes de verla perdiéndose entre el resto de niños que juegan por el salón de mi amiga.
- ¿Y porqué tu aquí y Ryan no? - escucho decir a Emma cuando vuelvo a sentarme para que me sigan peinando.
- Porque ni siquiera hemos podido dormir juntos por la tradición esa de la que todo el mundo habla, él está en casa de sus padres con un montón de hombres más.
- Sí, con los míos - intervengo.
- Sí. No sabes como va a ir Evan, está guapísimo con su pequeña camisita blanca - dice Alison con cara de adoración mientras le pintan las uñas. Y yo me limito a sonreír por lo mucho que mis amigas quieren a mis hijos, pero no quiero quitarle hoy a Lili ni el más mínimo de atención. Así que me limito en centrarme en ella, hablar sobre ella y comentar sobre ella.
- ¿Estás menos nerviosa Li? - le pregunto a mi amiga extendiendo mi mano desde mi sillón hasta el suyo.
- Mucho, muchísimo. Quien me iba a decir que después de cinco años Ryan y yo íbamos a acabar siendo los primeros del grupo en casarse y con una ya hija en el mundo - dice admirando a Isabella, que duerme plácidamente en su mecedora al lado de la madre de Lili.
- Estáis hechos el uno para el otro. Ese hombre se muere por ti amiga - respondo.
- Espero que la próxima seas tú - me dice mirándome fijamente a los ojos. Lo está diciendo de verdad, con sinceridad. Ella sabe lo mucho que quiero vivir un día como este para el resto de mi vida con el hombre que amo.
- Yo también lo espero.
- Y nosotras - dicen Alison y Emma a coro, haciéndonos reír a ambas.
Una hora más tarde, yo ya estoy con mis tacones y vestido puestos, mi bolso en mano y él pinta labios rojo pasión manchando la mejilla de mi hija. Me habían maquillado de una manera bastante sutil, pero sí que era cierto que los ojos me los habían marcado tan bien que ahora parecía tener la mirada aún más felina. Y eso a mí hombre le iba a encantar.
Olivia por el contrario, se había querido pintar también después de verme y echarme la pataleta a mi. Por suerte, lo único que había conseguido era llevar brillo labial.- Eres tan guapa hija mía, y no te lo digo porque sea tú madre - le digo agachándome para móndeme a su altura y meterle el vestido por los hombros. Perfecta. Mi hija está perfecta, podría publicitar cualquier campaña para niños con esa ropa.
- Tú también estás muy guapa mami - responde acariciándome la cara mientras le acomodo vestido y me aseguro de que su peinado siga intacto.
- Ven aquí - digo acercándola hacia mí para envolverla entre mis brazos mientras me repito que no puedo volver a mancharle de maquillaje la cara.
- Mami, me aplastas - le escucho decir mientras disfruto un poco más.
- Venga, que te voy a poner los zapatos que es lo último que nos queda.
Me separo de ella con todo el esfuerzo del mundo y abro la caja que tengo a mi lado en el suelo para sacar sus preciosos zapatitos blancos. Olivia alza su pie derecho para que se lo ponga, y es entonces cuando escucho sonidos de asombro por toda la sala.
- ¡Dios mío ahí viene!
- ¡Ay, Em! ¡Creo que voy a llorar! - reconozco la voz de Alison.
- Está tan preciosa - susurra el chico que ha peinado a Olivia a nuestro lado.
Yo terminó de abrochar el último zapato, y me reincorporo para observar a mi amiga ya con su traje de novia y el ramo en la mano. Olivia entrelaza su mano con la mía, y yo le sonrío indicándole que la reacción de la gente es normal. Lili habla con su madre a una distancia que no me permite escuchar nada de lo que dicen, pero es suficiente verlas para saber que ambas están a punto de llorar. Después le deja un beso a su hija en la frente antes de continuar. Sus primas, sus amigas de toda la vida, Ali, Em, todas le dirigen palabras bonitas mientras que ella se va abriendo paso para llegar a la entrada de la casa, donde le espera el coche nupcial. Pero antes, se para ante mi.
- Ya está, ya no hay vuelta atrás - suelta como si nada, pero el temblor en su voz le delata.
Olivia le observa fijamente, Lili le deja un beso en la mejilla. Y cuando se reincorpora, aprovecho para cogerle la mano y mirarla fijamente a los ojos.
- Estás preciosa Li, pareces una verdadera princesa. Disfruta hoy, nadie se lo merece más que tú.
Y nos abrazamos mientras intento no llorar. Es lo más parecido a una hermana que tengo.
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TUYA (III)
RomanceTERCERA PARTE DE "Eres mía, preciosa" Después de todo lo sucedido en la vida de Mía y de Marcos, parece que el amor ha ganado... ¿O todavía es muy pronto para saberlo? Atención. Esta es una novela hecha única y exclusivamente por mí, no se admite e...